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Las residencias aguantan con generadores a la espera de que vuelvan los suministros

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Las residencias aguantan el apagón con generadores y
Un grupo de ancianas comiendo en una residencia (ARCHIVO) Getty

El apagón que se ha producido en gran parte de España este lunes, y que ha afectado también a Portugal y parte de Francia, ha dejado a las residencias de ancianos pendientes de los generadores eléctricos. Al igual que ocurre en los hospitales, su suministro depende de los grupos electrógenos. El principal temor es que la situación se alargue.

En la Residencia Goya, en Madrid, confirman que han podido continuar ofreciendo sus servicios, aunque han sufrido el apagón: “Estamos a la espera, como todo el mundo, esperando a que se reanuden los servicios de forma habitual. En nuestro caso, los generadores nos permiten seguir funcionando”. En Valencia, desde Sanitas Residencia de Mayores La Seu sostienen que se han visto muy sorprendidos por el apagón, aunque los generadores les han permitido continuar con normalidad a la espera de nuevas noticias: “Ahora mismo todo está en orden”. Aseguran que no se ha visto perjudicado el estado de salud de ningún anciano por este repentino apagón.

La situación es similar en la Residencia de Ancianos La Campana, en Sevilla. “Tenemos el suministro y hemos podido continuar con los servicios mínimos”, señalan. Sin embargo, a esta hora declaran que no saben cómo se va a recuperar el suministro. La mayoría de los centros se encuentran en alerta, funcionando con cierta normalidad, pero pendientes de las comunicaciones de las instituciones o de Red Eléctrica para saber hasta cuándo seguirán sin el suministro habitual.

En una residencia de ancianos de la ciudad de Albacete, los servicios mínimos funcionan con generadores. Los trabajadores del centro han tenido que trasladar a los residentes a las plantas superiores “antes de que se acabe el gasoil del grupo electrógeno (generadores), y, por tanto, los ascensores”. La cocina, según cuenta un responsable de la residencia, “funciona a gas” así que los residentes “están tomando la merienda” y no han vivido situaciones de miedo o pánico.

“Tenemos gasoil para aguantar unas 3 horas, contando con la reserva, hasta mañana”, cuenta. “Además, para los sistemas de respiración asistida, tenemos bombonas de oxígeno en caso de que se acabara el combustible”, relata el responsable. El mayor problema que han tenido es la comunicación: “No hemos podido contactar con la central, tampoco han llamado ni se han acercado familiares de los residentes”.

Lo más preocupante, las conexiones telefónicas

Olatz Etxabe es directora de la Residencia Iturbide, en el municipio guipuzcoano de Mondragón. Cuenta que en su residencia no han tenido incidencias, pues, según relata, tienen “un grupo electrógeno, como en los hospitales, que nos da electricidad de otra fuente cuando una falla”. El único problema que han tenido es con los teléfonos que “no han funcionado durante más o menos una hora” hasta que, sobre las 13:45, se ha restablecido la línea, afirma Etxabe.

Charo trabaja en la residencia de ancianos Amavir, en Jaén. “Nuestra residencia tiene varias plantas, así que los ascensores son muy importantes”, cuenta. Aun así, la energía que proporcionan los generadores auxiliares del lugar ha podido sostener uno de los ascensores en marcha, por lo que no han tenido “mayor problema”. “El generador también da energía a las zonas comunes y a los sistemas de respiración asistida”, ha declarado. Tienen el miedo, dice, de que la situación “se alargue” y el tiempo que duran los generadores encendidos se agote. El ambiente está siendo tranquilo en esta residencia. Los usuarios “solo saben que se ha ido la luz”, así que “no están preocupados”. Los trabajadores y trabajadoras del centro, cuenta, tratan de transmitir tranquilidad, así que no ha cundido el pánico en el centro. “Además, tampoco ha llamado ningún familiar, lo que es raro, porque se suelen preocupar”, cuenta.