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Rusia

Putin ofrece a los miembros de Wagner unirse a su ejército o irse a Bielorrusia en su primer discurso tras la rebelión fallida

  • El mandatario ha vuelto a acusar de traición a los organizadores de la sublevación
  • Prigozhin también ha hecho este lunes sus primeras declaraciones tras poner fin al motín
  • Guerra entre Rusia y Ucrania, en directo

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Putin se dirige a la nación por primera vez tras el intento de rebelión militar
El presidente de Rusia, Vladímir Putin (Archivo)

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ha dirigido a la nación por primera vez tras el intento de rebelión contra la cúpula militar y política rusa llevado a cabo por el grupo Wagner este fin de semana en un breve discurso televisivo en el que ha ofrecido a los soldados de la milicia paramilitar unirse al Ejército ruso o marcharse a Bielorrusia.

En su intervención, el mandatario ha vuelto a acusar de traición a los organizadores de la sublevación, mientras aseguraba que la mayoría de miembros de la milicia "también son patriotas" y han sido utilizados. "Hoy tienen la oportunidad de continuar sirviendo a Rusia al firmar un contrato con el Ministerio de Defensa (...), regresar con su familia y amigos. O los que quieran pueden ir a Bielorrusia", ha afirmado Putin.

Tras las palabras televisadas del líder ruso, el Kremlin ha anunciado que Putin iniciaba una "reunión de trabajo" con sus máximos responsables de seguridad sobre la fallida rebelión de Wagner.

"Cualquier chantaje está condenado al fracaso"

Putin ha agradecido en su intervención la "resistencia", "unidad" y "patriotismo" del pueblo ruso, asegurando que esa "solidaridad ciudadana ha demostrado que cualquier chantaje, cualquier intento de desestabilización, está condenado al fracaso". El objetivo del motín, ha dicho, era "dividir y debilitar al país", que se enfrenta a "una amenaza colosal", mientras "nuestros camaradas se mueren" en el frente.

A quien no ha mencionado Putin a lo largo de los cuatro minutos que ha durado su discurso, ha sido al líder del grupo Wagner y cabecilla del motín fallido, Yevgueni Prigozhin, que también ha hecho este lunes su primera intervención tras poner fin a la sublevación. En ella, ha asegurado que su intención no era derrocar al régimen ruso y que sus soldados no llegaron a Moscú para "evitar derramar la sangre de los soldados rusos".

Esa misma expresión ha utilizado Putin después, para asegurar que en todo momento dio órdenes encaminadas a evitar "un derramamiento de sangre" y para agradecer a los miembros de la milicia militar Wagner que también trabajaron para evitarlo. "No se lanzaron a un derramamiento de sangre fratricida. Pararon en la última línea", ha subrayado.

El grupo Wagner se detuvo en su marcha hacia Moscú cuando estaba a 200 kilómetros de la capital. Antes, Prigozhin había anunciado que tenía bajo control la ciudad rusa de Rostov y sus fuerzas empezaron a avanzar hacia la capital en una maniobra considerada un golpe de Estado contra el Kemlin.

Los organizadores de la rebelión, ha añadido Putin, "traicionando a su país, a su pueblo" sí que estaban en proceso de promover un "fratricidio", tal y como "querían los enemigos de Rusia, tanto los "neonazis en Kiev como sus patrocinadores occidentales y todo tipo de traidores nacionales".

Agradecimiento a Lukashenko

Hasta ahora, la última intervención pública del líder ruso había sido el sábado por la mañana, cuando prometió aplastar una insurrección que, finalmente, terminó con un acuerdo que permitía el exilio de Prigozhin en Bielorrusia. A cambio, no sería juzgado por organización de rebelión armada, un cargo por el que podría haber sido condenado hasta a 20 años de cárcel.

Implicaba, además, el levantamiento de la causa penal contra los soldados que participaron en el levantamiento.

De hecho, Putin ha aprovechado esta primera aparición pública para agradecer al líder bielorruso, Alexandr Lukashenko, que finalmente ha aplazado su discurso al martes, "por sus esfuerzos y contribución a una resolución pacífica de la situación". Ha asegurado, además, que todos tienen su palabra de que el acuerdo se cumplirá y los soldados de Wagner no serán perseguidos penalmente.

"La elección es vuestra, pero estoy seguro que será la elección de soldados rusos que se han percatado de su trágico error", ha añadido el mandatario en referencia a los participantes en la rebelión.