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EE.UU., la UE y la OTAN acusan a China del hackeo global a Microsoft

  • Biden asegura que el Gobierno chino está "protegiendo" e, incluso, "ayudando" a los responsables
  • El ciberataque pudo haber afectado a unos 250.000 sistemas informáticos en todo el mundo

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EE.UU., la UE y la OTAN acusan a China del ciberataque global contra Microsoft

Estados Unidos, la Unión Europea (UE), la OTAN y otros cinco países han acusado este lunes a piratas informáticos apoyados por China de estar detrás del ciberataque global del pasado marzo contra Microsoft.

"Igual que el Gobierno ruso, el Gobierno chino no está haciendo esto directamente, pero está protegiendo a aquellos que lo hacen, y quizá incluso ayudando a quienes lo hacen", ha afirmado el presidente estadounidense, Joe Biden, este lunes, en declaraciones a periodistas en la Casa Blanca, horas después de que se conociera el posicionamiento de Washington y Bruselas. También Randy Grossman, fiscal general interino en California, ha anunciado los nombres de cuatro de estos piratas a los que acusa directamente de trabajar por el beneficio de China y sus compañías estatales.

En cuanto a la Unión Europea, a través de un comunicado, su Alto Representante para la Política Exterior, Josep Borrell, ha hablado de un comportamiento irresponsable y dañino. Aunque sin cuantificar, ha asegurado que el ciberataque ha provocado pérdidas económicas a instituciones y empresas.  De momento, Occidente no ha tomado medidas contra China, que no ha respondido a las acusaciones.

Podría tener importantes consecuencias geopolíticas

Se trata de un gesto que podría tener grandes consecuencias geopolíticas y con el que Estados Unidos quiere exponer el papel de China en recientes ataques cibernéticos de gran envergadura. Preguntado por las posibles sanciones a Pekín, Biden ha respondido que "la investigación no ha terminado"

Antes este lunes, una alta funcionaria estadounidense, que ha hablado con la prensa bajo condición de anonimato, ha asegurado que EE. UU. y sus aliados han llegado a la conclusión de que pueden atribuir a Pekín con "un alto nivel de confianza" el ciberataque global, el mayor usado por las agencias de inteligencia.

La condena a Pekín es significativa porque incluye a una gran cantidad de países y organizaciones: EE.UU., Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Japón, la OTAN y la UE. Es la primera vez que la Alianza Atlántica condena los ataques cibernéticos procedentes de China, resaltó la funcionaria.

Según publicó en marzo The Wall Street Journal, el ciberataque pudo haber afectado a unos 250.000 sistemas informáticos en todo el mundo. También fueron víctimas del ataque la Autoridad Bancaria Europea, el Parlamento noruego y la Comisión del Mercado Financiero de Chile.

Microsoft ya había acusado a piratas informáticos apoyados por Pekín de haber accedido ilegalmente a cuentas de correo electrónico de su servicio para empresas Exchange Server; pero ni la UE, ni la OTAN, ni EE. UU. habían aún señalado a China porque estaban esperando a tener más información.

Extorsión, robo de monedas digitales y ataques para pedir recompensas

Lo que descubrieron fue que el ministerio de Seguridad Pública, el principal órgano policial y de inteligencia de China, "contrata" de manera externa a piratas informáticos que son delincuentes con el objetivo de perpetrar ataques en todo el mundo, aseguró la funcionaria.

Entre otras cosas, las operaciones de esos piratas incluyen extorsión, robo de monedas digitales como bitcoins y hasta ataques con los que piden recompensas para su propio beneficio personal.

En algunos casos, afirmó la fuente, los ciberdelincuentes atacaron a entidades bancarias privadas con un programa de "ransomware" que se apoderó de ordenadores con información confidencial y luego pidieron una recompensa de millones de dólares para liberarlos.

Con el objetivo de exponer a China en la escena mundial, las agencias de inteligencia de EE.UU. revelarán hoy 50 tácticas, técnicas y procedimientos que suelen usar esos piratas informáticos chinos, además de ofrecer consejo sobre cómo hacer frente a esa amenaza.

La funcionaria estadounidense aseguró que EE.UU. y sus aliados "harán que China rinda cuentas" pero no reveló qué tipo de acciones piensan tomar.