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Las claves de la semana

El Orgullo LGTBI en diez datos: delitos de odio, miedo a darse la mano en público y más discriminación por ser 'trans'

  • Alrededor de la mitad de las personas LGTBI evita siempre o a menudo las muestras de cariño en la calle

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Manifestación del Orgullo LGTBI en Valencia esta semana
Manifestación del Orgullo LGTBI en Valencia esta semana

La manifestación de este sábado en Madrid pone el colofón a las celebraciones de la Semana del Orgullo LGTBI en España bajo el lema 'Los derechos humanos no se negocian, se legislan: Ley Integral Trans Ya'. España fue uno de los países pioneros en leyes emblema como la del matrimonio igualitario, pero todavía queda mucho camino por recorrer si se tiene en cuenta que cerca de la mitad de las personas que pertenecen al colectivo LGTBI nunca o rara vez reconocen abiertamente su orientación sexual o identidad de género por miedo a sufrir agresiones, amenazas o acoso. Repasa con DatosRTVE algunas de las principales claves sobre este tema.

1. En el furgón de cola de los derechos LGTBI

En el mundo hay 69 países en los que es ilegal ser homosexual. En 11 de ellos está castigado con pena de muerte efectiva -Arabia Saudí, Brunei, Irán, Mauritania, Nigeria (en 12 Estados del Norte) y Yemen- o posible (Afganistán, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán, Qatar y Somalia. En otros seis -Sudán, Tanzania, Uganda, Zambia, Barbados y Guyana- puede castigarse con cadena perpetua, según la información legal recabada por ILGA en su informe anual sobre homofobia de Estado. Hay otro medio centenar que también castiga la homosexualidad con prisión. En una veintena de ellos, las penas máximas van de los 10 a los 20 años. Es el caso de Malasia, Kenia o Myanmar.

En otros 124 países la homosexualidad es legal, pero el grado de protección y los derechos que se reconocen al colectivo LGTBI es muy dispar. Por este motivo, DatosRTVE ha elaborado coincidiendo con la semana del Orgullo un mapa mundial donde se puede ver de un vistazo los países con mayor mayor criminalización (los más oscuros) y los que tienen mayor protección (los más claros) . A partir de la información de ILGA, se han creado nueve categorías: pena de muerte, cadena perpetua, pena de cárcel, homosexualidad ilegal de facto, ni protección ni criminalización, alguna protección legal, protección legal amplia pero sin matrimonio ni uniones civiles, protección legal amplia con uniones civiles y protección legal amplia con matrimonio igualitario.

2. Una treintena de países a la cabeza en derechos LGTBI

El matrimonio igualitario suele considerarse el epítome de los derechos LGTBI. Si un país lo contempla, suele tener en todas las demás materias que afectan al colectivo una legislación bastante avanzada. Actualmente hay 28 países de Naciones Unidas que lo permiten al margen de Puerto Rico y Taiwán. La mayoría está en Europa -incluida España, que en 2005 se convirtió en el cuarto país del mundo en permitirlo por detrás de Holanda, Bélgica y Canadá. En África, el continente donde mayor porcentaje de países consideran ilegal la homosexualidad, solo Sudáfrica permite el matrimonio igualitario. El último en permitirlo hasta la fecha fue Costa Rica, que lo aprobó en 2020.

3. Delitos de odio… también en lo países más avanzados en derechos

Tener una legislación avanzada en materia LGTBI no es garantía, sin embargo, de que las personas homosexuales, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales no sean víctimas de delitos de odio en sus propios países. En España, por ejemplo, se registraron 278 hechos delictivos de este tipo (amenazas, lesiones, daños, injurias, etc…) por la orientación sexual o la identidad de género de la víctima en 2019, el último año del que existen datos estadísticos. Es la cifra más alta desde 2014 y supone una subida del 8,6 % respecto a 2018.

En 2013, cuando el Ministerio del Interior empezó a elaborar esta estadística, los delitos de odio contra el colectivo LGTBI suponían alrededor del 40 % de todos los delitos de odio. Hoy en día representan el 16 %.

4. "No denuncié porque no pensé que fueran o pudieran hacer algo"

Las estadísticas de Interior solo recogen las agresiones que se denuncian, aquellas que se conocen. Sin embargo, su número sería mucho mayor ya que muchas personas LGTBI no acuden a la Policía. El 38 % porque consideró que el incidente era menor o no se le ocurrió, pero el 34 % -más de un tercio de las personas que no piden ayuda a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado- no denunciaron porque no pensaba "que fueran o pudieran hacer algo", según los datos de la macroencuesta de la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) sobre experiencias y opiniones de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales.

Uno de cada cuatro no denunció porque "no quería que nadie lo supiera"; uno de cada cinco no lo hace porque no confía en la Policía o tenía miedo a represalias o a una reacción homófoba de los propios agentes que le atendieran en comisaría.

5. Sin darse la mano o evitando lugares para no ser agredidos

Darse la mano en público, un gesto que puede ser tan normal para una pareja heterosexual, no lo es tanto para el colectivo LGTBI. El 16 % lo evita siempre y un 32 %, a menudo, según la encuesta europea.

Alrededor del 30 %, además, evita siempre o a menudo determinados lugares por miedo a ser agredido, amenazado o acosado por ser homosexual, lesbiana, transexual, bisexual o intersexuall.

6. La salida del armario, más fácil para gays, más difícil para 'trans'

La visibilidad sigue siendo una asignatura pendiente en España. Todavía son muchas las personas LGTBI que prefieren ocultar su condición en el trabajo, la escuela o incluso ante sus propios amigos o familias. El 23 % nunca o casi nunca se muestra tal y como es en su día a día y el 24 % lo hace rara vez.

Sin embargo, dentro del propio colectivo hay también diferencias. Los que más están habituados a salir del armario son los hombres homosexuales -siete de cada diez se muestran "mucho" o "bastante" como son en su día a día-, mientras que alrededor del 65 % de las personas transexuales nunca o rara vez desvelan su condición.

7. Discriminados en el trabajo, la escuela, la búsqueda de casa o en el bar

Esta mayor invisibilidad del colectivo 'trans' se entiende mejor si se pone la lupa en los datos que también arroja la encuesta de la UE sobre discriminación, ya que las personas transexuales son las que más dicen sufrirla. El 63 % respondió que se había sentido discriminado en el último año en diversos aspectos que abarcan desde la búsqueda de empleo o vivienda, el trabajo, la escuela, el bar, una tienda, etc…

En el otro extremo -aunque con cifras aún altas e inaceptables- están los hombres homosexuales. Cuatro de cada diez aseguran haber sufrido discriminación en el último año.

Las discriminaciones tampoco se denuncian siempre porque las personas que la sufren piensan que nada va a cambiar por hacerlo (35 %) o porque creen que no merece la pena porque ocurre "todo el tiempo". El 14 % no lo hace por no revelar su orientación sexual o identidad de género y el 15 % porque no confía en las autoridades.

8. Ocultos en el trabajo y la escuela por la discriminación

El mundo laboral es uno de los ámbito donde las personas LGTBI pueden sufrir mayor discriminación. El 11 % de los encuestados españoles respondió que la había sufrido en el último año cuando estaba buscando trabajo y un 20 % aseguró que la había padecido en su empresa. Son porcentajes similares a la media de la UE. Ante esta situación -y aunque España está a la cabeza de las personas del colectivo que reconocen abiertamente en su trabajo su condición, solo por detrás de Dinamarca- todavía hay un 20 % que prefiere ocultarla. En Lituania, Bulgaria, Letonia y Rumanía, alrededor de la mitad permanece en el 'armario laboral'.

Pero si en algún lugar el porcentaje de personas LGTBI que ocultan su realidad es elevado es en la escuela. En este ámbito, el 64 % prefiere que nadie lo sepa. España sí está aquí entre los países con menor visibilidad de los menores.

Prácticamente la mitad de los encuestados españoles por la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) reconocen haber sufrido o estar sufriendo acoso escolar por su condición LGTBI.

9. Una semana clave para el colectivo 'Trans'

El Orgullo de este 2021 ha venido acompañado por la aprobación por el Consejo de Ministros del proyecto de ley de la conocida como 'Ley Trans', que contempla la posibilidad de cambiar de sexo en el Registro Civil sin necesidad de informe ni tratamiento médico a partir de los 14 años. Es la conocida autodeterminación de género, una reivindicación del colectivo que rechaza de plano parte del feminismo.

Si finalmente la ley es aprobada con la redacción actual, España ingresaría en el grupo de los países que no impone "requisitos prohibitivos" -según la terminología de ILGA- para el reconocimiento legal de la identidad de género. En este mapa se puede ver la situación mundial al respecto. En 13 países sigue siendo ilegal ser transexual.

10. La ley que supuso el punto de inflexión: el matrimonio igualitario

La aprobación de la ley del matrimonio homosexual el 2 de julio de 2005 no solo supuso el reconocimiento de un derecho, sino que ayudó a dar visibilidad y aumentar la tolerancia de la sociedad en su conjunto, como explicaron a RTVE.es varias parejas que se casaron con motivo del décimo aniversario de la ley. Desde 1994 a 2017 -el último año que el CIS preguntó por las relaciones homosexuales- se duplicó el porcentaje de españoles que las veían sin problema, hasta rozar el 70 %.

Y aunque todavía hay alrededor de un 13 % de españoles que censura este tipo de relaciones, el país se sitúa entre los más tolerantes de la Unión Europea. El 91 % de los ciudadanos españoles cree que los homosexuales, lesbianas y bisexuales deben tener los mismos derechos que las personas heterosexuales, según el Eurobarómetro sobre Discriminación que publicó la Comisión Europea en 2019. Solo los suecos (98 %) y los holandeses (97 %) son más tolerantes.