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Inmigración

¿Qué sucede cuándo los MENAS cumplen 18 años? Un pueblo de Castilla-La Mancha les da una oportunidad

  • Múltiples asociaciones denuncian que la mayoría de ellos sólo tiene una opción, la calle.
  • La ONG ‘Somos Acogida’ ha lanzado el proyecto de la Casa de la Solidaridad y Autonomía en La Puebla de Almoradiel, Toledo

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Christy Dorcelus en una casa de acogida de La Puebla de Almoradiel
Christy Dorcelus en una casa de acogida de La Puebla de Almoradiel

¿Qué pasa cuando los Menores no acompañados que entran en España, cumplen los 18 años? ¿Tienen algún tipo de ayuda o se pierden en el sistema? La respuesta a la primera pregunta es simple y cruda, según Yassim Fartán, un chico marroquí que llegó a España con 13 años. Cuando ya no son menores señala: “Enseguida te echan a la calle, no se lo piensan ni dos veces. A buscarte la vida”.

Enseguida te echan a la calle, no se lo piensan ni dos veces. A buscarte la vida

Las opciones que ofrecen grandes ciudades, denuncian desde la ONG Somos Acogida, son: “Una casa destutelada en Madrid, que hay muy pocas, o la calle. No hay nada más”.

Yusuf cuando cumplió los 18, durmió 40 días en la calle

Yassim Fartán, Christy Dorcelus y Yusuf Diarasuba son solo tres ejemplos de los múltiples chicos que están viviendo esta situación, según la ONG. Sus centros de menores determinaron que ya no eran niños, sino adultos y en el caso de Yusuf el día de su 18 cumpleaños lo echaron en plena pandemia y estuvo durmiendo, en las calles de Madrid, 40 días. Hasta que Somos Acogida decidió tomar cartas en el asunto, creando la Casa de la Solidaridad y la Autonomía.

Somos acogida, proyecto de integración en La Puebla de Almoradiel

La Puebla de Almoradiel, en pleno corazón La Mancha, decidió convertirse en su nuevo hogar

Emilia Lozano de la ONG, asegura que durante el verano se les ocurrió que su pueblo en Toledo tenía mucho que ofrecer a la causa: “Pensamos en cuantas casas hay en este pueblo y la cantidad de oportunidades que podría dar''

La Puebla de Almoradiel,  en pleno corazón La Mancha, decidió convertirse en su nuevo hogar y los habitantes en sus padrinos. Álvaro Muñoz, les cedió su segunda vivienda asegurando que: “Es gente joven que viene a aportar y darle vida al pueblo''. Del resto de necesidades se encargaron los vecinos del municipio, que según Fátima Almendros la Coordinadora de la Casa de la Solidaridad y la Autonomía, se sintieron abrumados por las donaciones y aportaciones: “La cocina la ha donado el pueblo. Los chicos tienen agua caliente porque un vecino la donó, el fontanero donó su trabajo, el electricista también”. Para José Manuel Tostado, habitante de La Puebla de Almoradiel los chicos aportan mucho más de lo que se imaginaban: ''Están súper integrados con los chicos del pueblo. Lo que nosotros hacemos por ellos es poco en comparación con lo que nos dan a cambio”.

Es gente joven que viene a aportar y darle vida al pueblo

Yassim Fartán y Yusuf Diarasuba, emocionados, todavía no se lo creen: “Estamos muy contentos. La alegría que es pasar de estar en la calle un día, a tener de repente una casa. Es una sensación que no te la puedes imaginar”.

A parte de esta casa. En La Puebla de Almoradiel una familia empezó acogiendo de forma temporal y terminó convirtiéndose en estancia indefinida. ''Esto no vale con contarlo hay que vivirlo’’ Afirma la familia Manzaneque Sepúlveda que acogió el año pasado a Sogbé Touré. Señalan que: “Aprende él, pero aprendemos nosotros tanto personalmente como culturalmente. Esos fantasmas que dicen que existen, no son del todo realidad, lo que buscan es un futuro mejor”.

Touré, de 19 años, señala que está feliz en el municipio, que tiene muchos amigos, que ha conseguido un trabajo en el campo y que forma parte de la familia: ''Estoy como un hijo más” antes eran dos chicas “ahora un chico más”.

Tanto él como la familia, presumen de que es el mejor jugador de fútbol de la zona y que se “ha metido en el bolsillo” al pueblo. Además, está estudiando en un instituto y forma parte del club de teatro.

Huyen de la pobreza, los conflictos armados o las mafias

Ningún niño decide estar solo frente al mundo. Unos huyen de la pobreza, otros del conflicto armado. Todos buscan tener un futuro y sueños, como llegar a ser futbolista, conseguir un trabajo, estudiar una carrera o tener una familia como el caso de Christy Dorcelus. “Quiero hacer un llamamiento a cualquier familia para que acojan a esta chica. Es maravillosa”, señala Emilia Lozano de Somos Acogida. Que nos asegura que lo único que necesitan estos chicos es que nosotros les demos una oportunidad.