Enlaces accesibilidad

'Hablemos de nosotras' , una charla de Miriam Al Adib, ginecóloga

  • Miriam Al Adib, ginecóloga, y divulgadora, analiza en esta charla en RTVE cómo afectan las hormonas a las mujeres
  • ¿Por qué las mujeres somos cíclicas? ¿Qué hay de mito y verdad en el síndrome premenstrual?

Por

'Hablemos de nosotras' , una charla de Miriam Al Adib, ginecóloga, sobre los mitos y verdades de las hormonas femeninas

Hay dos palabritas mágicas que si las dices juntas a mucha gente les sugiere algo así como una bomba, una explosión. Estas palabritas MUJER Y HORMONAS.

Fijaos lo impopular que es esto de los ciclos hormonales de las mujeres, si estás enfadada por algo puede que te diga alguien “vaya como estás hoy parece que te ha bajado la regla”, y si tienes más de 40 seguramente te digan “¡vamos! parece que estás menopáusica” como si fuera un insulto esto de nuestros procesos hormonales. Esto de “a las mujeres no hay quien las entienda” o “las mujeres están locas” es algo que está ahí presente, y a ver… ¡si no nos entendía ni el sabio de Stephen Hawking!

¿De verdad las mujeres somos tan msiteriosas?

¿De verdad las mujeres somos tan msiteriosas?

¿De verdad las mujeres somos tan misteriosas?

Antes de descifrar todo este misterio de las mujeres, os diré quién tiene la culpa de esta idea de que las mujeres somos tan misteriosas. ESTE ES EL CULPABLE.

¿De verdad las mujeres somos tan msiteriosas?

¿De verdad las mujeres somos tan msiteriosas?

Hace más de 2.000 años este sabio griego, Hipócrates, padre de la medicina occidental moderna dijo que el útero se movía por el cuerpo de la mujer causando enfermedades, nació el concepto de una enfermedad que llamaron histeria que perduró hasta principios del siglo XX (o sea toda desde hace 2.000 años hasta prácticamente antesdeayer).

La histeria decían que daba síntomas como hinchazón, irritabilidad, insomnio, mareos… vamos, lo que hoy llamaríamos síndrome premenstrual. Decían que para curarlo había que casar a la mujer porque el coito era la cura o bien darle a la mujer un masaje pélvico para provocarle el paroxismo histérico, que traducido a nuestro idioma sería una masturbación para provocarle un orgasmo.

Hasta hace nada hablar de placer femenino era un tabú

Recorte de prensa de 1914.

Luego inventaron el vibrador para curar a las mujeres para que esos médicos no tuvieran que estar una hora dale que dale con ese masaje. No voy a negar que los orgasmos son buenísimos para la salud y hasta para aliviar el dolor ya que se liberan una explosión de hormonas y neurotransmisores que tienen efectos analgésicos y ansiolíticos, pero claro, hoy día no hace falta que diga que los orgasmos no dependen de que te los dé un marido y mucho menos un médico, lo que pasa es que hasta hace nada hablar de placer femenino era un tabú y hablar de darse placer una misma ni os cuento. ¡Menudos tiempos aquellos!

Y seguro que alguien estará pensando: claro, pero aquellas mujeres de antaño no sois vosotras, ahora sois muy libres y seguimos sin entenderos. ¡Bueno! aquí quería llegar yo. Y es que tanto antes como ahora seguimos pensando que lo normal o ideal es lo lineal, por eso la ciclicidad de los procesos femeninos no se comprenden bien. Quiero dar a conocer la parte biológica del asunto y la parte psicosocial, para que de una vez por todas entendamos el misterio de la mujer que el sabio de Stephen Hawkin no pudo resolver.

Estrógenos y progesterona

Las mujeres desde la primera regla hasta la menopausia tenemos unas cambios cíclicos con una finalidad biológica reproductiva (es decir, de prepararnos cada mes para un posible embarazo). Los hombres en cambio en todo este tinglado biológico diseñado para la reproducción son lineales, sus hormonas no siguen una ciclicidad, sus espermatozoides están ahí siempre disponibles, por si acaso. Las mujeres tenemos que sacar cada mes no solo un óvulo adelante sino preparar todo nuestro cuerpo serrano para la posible recepción de nada menos que ¡un embarazo!

La ciclicidad de nuestras hormonas para explicarlo lo más sencillo posible podemos dividirla en dos fases: 1ª y 2ª. La 1ª fase sería desde la regla hasta la ovulación. La 2ª desde la ovulación a la siguiente regla. En la 1ª los protagonistas son los estrógenos, en la 2ª la progesterona.

Los estrógenos tienen unas funciones y la progesterona otras. La progesterona se produce a partir de la ovulación, como en esta segunda fase podría suceder que ya exista un embarazo, la progesterona hace todos cambios para ello, son muchos cambios, para no liarnos demasiado solo comentaré algunos de ellos:

Cuida del endometrio (esa capa más interna del útero que es donde cae el huevo o zigoto), este endometrio ya lo había engrosado los estrógenos en la primera fase del ciclo, ahora la progesterona lo que hace es que no se descame, baja la vigilancia inmunológica para que el sistema inmune no luche contra el embarazo, en el SNC se comporta como inhibidor neural, de hecho un metabolito de la progesterona es la alopregnenolona, la cual activa el sistema gaba del cerebro produciéndonos tranquilidad y calma. Porque claro, si estamos embarazadas es mejor que estemos calmadas.

Ahora me diréis: ¿Entonces por qué a veces estamos más irritables en esta segunda fase del ciclo? Pues bien, esto ocurre o bien porque el entorno es estresante y no podemos tener esa calma que nos pide el cuerpo, o bien porque la progesterona se quede corta en la segunda fase del ciclo y no se pueda entonces tener ese efecto de calma en nuestro cerebro.

Finalmente si no se produce embarazo la progesterona cae, por lo que el endometrio se descama (menstruación) y nuevamente se inicia otro ciclo donde ahora empezamos con la primera fase en la que los estrógenos son los protagonistas,

¿y qué hacen los estrógenos?

Lo contrario de la progesterona para compensar sus efectos: una vez el endometrio se ha descamado los estrógenos vuelven a multiplicar las células endometriales, aumentan la vigilancia inmunológica, y en el SNC se comportan como activadores neurales por eso estamos más activas en esta fase, sobre todo llegando la ovulación, ahí es el momento donde nos comemos el mundo y hasta estamos más atractivas (cosa que se ha demostrado en algunos estudios antropológicos).

La complejidad de estos cambios cíclicos nos aportan una saludable alternancia cíclica de nuestros sistemas en unas mujeres los cambios son más evidentes que en otras, pero esto forma parte de esas múltiples y complejas variantes de la normalidad.

¿Pero todas estas mujeres son tu novia?

¿Pero todas estas mujeres son tu novia?

Y ahora hablando claro, lo que quiero decir es que si una mujer no está para tonterías en la fase premenstrual no significa que se haya vuelto loca ni sea una histérica, debemos normalizar de una vez la ciclicidad de nuestras hormonas e incluso por qué no, hasta podemos sacarle partido.

Quizás sea bueno cantarle las cuarenta a alguien cuando estés premenstrual, momento en que no nos perdemos en tonterías y vamos al grano, o si tienes que convencer a alguien de algo mejor hacerlo periovulatoria (cuando los estrógenos están en pleno apogeo y tenemos otro magnetismo). Yo soy muy optimista con estas cosas, hasta le digo a mi marido ¿ves qué suerte tienes? Cada día te levantas con una mujer distinta.

Las mujeres no somos lineales

A veces que hay una delgada línea que separa lo fisiológico de lo patológico, y hace que los cambios cíclicos sin ser patológicos los percibamos como patológicos. Aquí hay que decir que hay que romper con esta idea de modelo ideal de mujer lineal e hipersexualizado que tanto daño nos hace, ese ideal de estar siempre jóvenes, bellas, perfectas, vamos… ¡lineales e inalterables!

Aquí quería hablar de esa construcción cultural que nos hace percibirnos como locas.

Las mujeres no somos lineales

Las mujeres no somos lineales.

No es cierto que con la regla las mujeres estemos como dicen en los anuncios de compresas (como que te pones una compresa de esas y te da por irte a bailar o hacer el pino como una loca), no es cierto que la maternidad pase por nuestros cuerpos sin despeinarnos, no es cierto que en la menopausia seamos como las chicas de Sexo en Nueva York, que están si cabe más explosivas con 50 años que cuando tenían 20.

El cuerpo cambia, somos cíclicas, tenemos cambios cíclicos en la edad fértil, cambios con la maternidad y cambios cuando llega la menopausia, no debemos patologizar alegremente nuestros procesos sexuales y reproductivos, ¡¡¡y ojo!!!! ni tampoco pasar al otro extremo de considerar todas las quejas de las mujeres como si todo fueran esas “cosas nuestras” o “esas cosas psicosomáticas de nuestras hormonas”.

Miriam Al Adib, ginecóloga, y divulgadora

Miriam Al Adib, ginecóloga, y divulgadora.

Esto lo digo porque por culpa de esta idea de que las mujeres somos unas inestables por esas cosas de hormonas, cuando nos quejamos de dolor o cansancio no se nos escucha, y por culpa de esto sufrimos retraso en el diagnóstico de patologías importantes que pueden necesitar tratamiento como la endometriosis, el hipotiroidismo, la anemia, etc.

Ojalá pudiera haberle dicho a Stephen Hawking, que todo ese misterio es que las mujeres sencillamente no somos lineales.

Sobre Miriam Al Adib

'Hablemos de nosotras, reflexiones de una ginecóloga rebelde'

'Hablemos de nosotras, reflexiones de una ginecóloga rebelde'

La ginecóloga Miriam Al Adib, nos explica en esta charla, la ciclicidad de los procesos femeninos. Es autora de los libros 'Hablamos de vaginas, salud sexual desde una perspectiva global ' y 'Hablemos de nosotras, reflexiones de una ginecóloga rebelde'. Esta charla se suma a los actos organizados por el área de Bienestar e Igualdad de RTVE con motivo del Día Internacional de la Mujer, que incluyó la celebración de un encuentro 'Perspectiva de género en la Ciencia y la Medicina', que reunió a Miriam Al Adib, junto a Carme Valls, médica española, especializada en endocrinología y medicina con perspectiva de género y María Blasco, bióloga molecular y científica, directora de Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).