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Coronavirus

Marca blanca, producto local y compras de proximidad: así es el perfil del nuevo consumidor tras el coronavirus

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El comercio de proximidad, en locales y mercadillos, aumenta durante el confinamiento
El comercio de proximidad, en locales y mercadillos, aumenta durante el confinamiento

El confinamiento decretado el pasado 14 de marzo para frenar la expansión del coronavirus provocó en el primer trimestre del año un desplome sin precedentes en la demanda interna -indicador que mide el gasto en consumo, bienes, servicios e inversión que hace un país-, lo que impulsó una caída histórica de la actividad económica de más de cinco puntos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Uno de los componentes que mayor influencia tuvo en esta fuerte contracción fue el consumo de los hogares, que en los tres primeros meses del año retrocedió un 7 %, su mayor caída desde que se dispone de datos trimestrales. Esto provocó que la tasa de ahorro de las familias alcanzase niveles históricos: nunca antes habían tenido tanto dinero depositado en entidades financieras, según los datos del Banco de España.

Todo ello refleja el cambio radical que ha supuesto en nuestras vidas el cierre de los negocios y el confinamiento en los hogares durante más de dos meses, y que se evidencia aún más ahora que progresivamente volvemos a retomar “la normalidad”: apostamos por las marcas blancas, los productos locales y el comercio de proximidad, además priorizamos la salud sobre la estética y los pagos con tarjeta frente al dinero en efectivo.

Para el doctor en Sociología y profesor de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), Mariano Urraco, se trata de una "fase de situación excepcional", es decir, en una especie de paréntesis que, más tarde o más temprano, pensamos que terminará, asegura a RTVE. Sin embargo, esto no se producirá como mínimo hasta que llegue la ansiada vacuna; por ello, mientras tanto, nos hemos visto obligados a moldear nuestros hábitos de consumo y adaptarlos a esta nueva realidad. He aquí los cambios más significativos tras 87 días de confinamiento:

Comercio de proximidad

La limitación de la movilidad y de acceso a determinados productos ha derivado en una apuesta de los consumidores por el comercio de proximidad. Las pequeñas carnicerías, pescaderías, panaderías, fruterías o ultramarinos, así como los mercados municipales, han sido para muchos la alternativa en estos momentos, frente a las aglomeraciones en los grandes supermercados.

En ese sentido, según un estudio de la consultora Kantar, los supermercados de barrio o regionales y las cadenas con más presencia en barrios han ganado cuota en el mercado de gran consumo frente a los grandes hipermercados.

Aumento de las compras online

Otro de los grandes beneficiados por el confinamiento ha sido el comercio online: cada semana se ha ido incrementando el tamaño de las cestas de compra y han ganado peso en todos los perfiles de edad, incluso en las personas mayores de 65 años, más reticentes a este tipo de consumo.

Durante estos meses, el comercio electrónico ha alcanzado una cuota histórica en nuestro país del 3,1 % y ha registrado un aumento del 15,5% de compradores. Una tendencia que, apuntan desde Kantar, continuará aumentando.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - El confinamiento ha provocado el aumento de la compra online - Escuchar ahora

Productos locales

Durante estas semanas de confinamiento los españoles también han apostado por consumir productos de origen local, pues son los que más seguridad les ofrecen. Según un estudio de EAE Business School, siete de cada diez personas se inclinan por su compra, aunque sean más caros.

También desde los gobiernos autonómicos han lanzado campañas para sensibilizar sobre la importancia de apoyar la actividad de agricultores, ganaderos y pescadores con la compra de productos de cercanía y desde el Gobierno de España han hecho lo propio con la promoción #alimentosdespaña para mejorar el posicionamiento del sector agroalimentario y pesquero.

Marcas blancas y promociones

Además de lo local, en nuestra cesta de la compra ahora tienen preferencia las marcas blancas y las ofertas y promociones. Así lo recoge una encuesta elaborada por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), que confirma que los consumidores van a mirar mucho más el bolsillo que antes de que empezara la pandemia: desde la semana entre 3 y el 7 de abril hasta la del 12 al 17 de mayo, las ventas de marca blanca se han disparado casi un 33%.

Esto demuestra que el impacto económico del coronavirus ha pasado factura, al igual que sucedió en la pasada crisis de 2008. “El 61 % de los consumidores nos dice que se fijará más en los precios y en las promociones”, nos cuenta Rosario Pedrosa, de AECOC.

Más mascarillas y menos maquillaje

A todo esto hay que sumar el componente sanitario, que se ha traducido en cambios muy relevantes en los patrones de compras de moda y cosmética. Durante estos meses de confinamiento, los consumidores han apostado por adquirir mascarillas y geles hidroalcohólicos, en detrimento de fragancias y maquillaje. Mientras, el comercio de ropa y complementos se ha desplomado un 89,5% en abril.

Con todas las tiendas cerradas y la imposibilidad de salir a la calle durante estos meses, la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (ACOTEX) anticipa una caída de ventas del 50%, mientras que el sector de la cosmética y los artículos de aseo personal se prepara para el mayor desplome en sesenta años, apuntan desde la consultora estadounidense Kline.

¿Cambiará el coronavirus nuestra forma de consumir moda para siempre?

Pagos con tarjeta

El miedo al contagio también ha hecho que el pago en efectivo haya descendido con fuerza durante esta cuarentena. Según una encuesta realizada por el banco digital N26, la retirada de metálico en cajeros automáticos cayó un 68 % durante el mes de marzo. Esto demuestra que es la primera vez que la demanda de efectivo disminuye en lugar de aumentar, una muestra de que la del coronavirus es una crisis diferente a las anteriores.