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Los adolescentes reclaman educación en feminismo: "Se requiere valentía para cambiar el mundo"

  • Seis chicos y chicas exponen su opinión del feminismo y relatan sus experiencias sobre la igualdad de género
  • La directora del Teléfono ANAR alerta de la "normalización" por parte de los jóvenes de situaciones de violencia machista

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Adolescentes y feminismo
Chicos y chicas adolescentes del mismo grupo de amigos se dan un abrazo.

“No tengo ni idea, si te digo la verdad, de lo que es el feminismo. Viki tiene 15 años recién cumplidos y ya ha escuchado muchos “puntos de vista del feminismo”, incluso gente que “cree que las mujeres tengan que ser mejores que los hombres”, pero ella opina que “debería haber igualdad entre los dos”.

Aunque ella no tiene claro el concepto, el feminismo -"movimiento que lucha por la realización efectiva del principio de igualdad entre los hombres y las mujeres”, según la RAE- ha ido ganando mayor calado en los últimos años entre los adolescentes. Sin embargo, los datos reflejan que las actitudes machistas entre los más jóvenes también han aumentado. Los expertos en protección a la infancia alertan de la “normalización” de situaciones de violencia machista que se da entre muchas jóvenes. RTVE.es ha hablado con algunos chavales y todos han coincidido: la educación es la clave para avanzar en la igualdad.

[Teléfono ANAR de ayuda a niños y adolescentes: 917 26 27 00]

Viki: Yo también creía que no había nada interesante en las chicas

Cuando Viki tenía siete años, un amigo del colegio le preguntó si se había dado cuenta de que las chicas no tenían apenas protagonismo en los dibujos animados. Eso es algo que recuerda bien ya que su sueño es dedicarse a la ilustración, algo lógico si uno se fija en los cientos de personajes que ha dibujado en sus cuadernos. Mientras crecía, faltaban los referentes femeninos en los libros de texto y, cuando tocaba educación física: “Nos ponían a hacer cosas distintas a los chicos y a las chicas”. Al final, “la mayor parte de mis amigos han sido chicos. Yo también tenía la visión de que no había nada interesante que hacer con las chicas”, reconoce ante una percepción que ha cambiado con el tiempo.

El 49% de los y las jóvenes españolas entre 15 y 29 años se declaran feministas frente al 34,8 % de la juventud que lo aseguraba en el año 2017, según el 'Barómetro Juventud y Género 2019' del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fad. Sin embargo, la segunda edición de este estudio señala que, entre los chicos, el porcentaje de quienes creen normal mirar el móvil de la pareja si se piensa que le está engañando ha crecido hasta el 16,5% de este 2019 frente al 14,5% de hace dos años.

Iván tiene los mismos años que Viki y afirma con rotundidad que el feminismo “busca la igualdad entre hombres y mujeres, aunque algunos se empeñen en decir que implica que las mujeres quieran ser superiores”. Concienciado con la desigualdad que existe, este futuro sociólogo -aspira a investigar ciencias del comportamiento- considera fundamental seguir avanzando en la igualdad, sobre todo ahora que ve que algunos de sus compañeros “se oponen abiertamente al feminismo y defienden el fascismo y otras cosas que se han puesto de moda ahora”.

Miguel: El machismo afecta a todo el mundo

“El machismo afecta a todo el mundo”, destaca al igual que él Miguel, de 17 años. “A las chicas se les mete que le tienen que gustar lo rosa y las princesas, pero a los chicos se les apunta a fútbol, ellos no pueden ver películas de princesas. Si a un niño le gusta jugar con el maquillaje de su madre y le regañan por eso, le va a quedar un sentimiento de haber hecho algo malo”, lamenta. En su opinión, el machismo puede afectar especialmente a chicos y chicas LGTBI o a aquellos que se salen de los estereotipos.

Él ya ha vivido una situación machista con sus amigas. “Íbamos a grabar un corto para el instituto ambientado en los años 20 y mis amigas llevaban un vestido de fiesta, muy bonitos e iban tan tranquilas. Pero, de camino, un señor de unos 30 o 40 años que pasó por nuestro lado comentó en voz alta: ‘Luego dicen que si las miramos”.

Un comentario machista de un adulto ante unas menores de edad que puede ser tan habitual como el que atribuyan a una chica “cierta palabra” despectiva si se va con muchos chicos, lamenta también Marta. Tiene 17 años y quiere estudiar comunicación audiovisual. En su mente, hay muchos directores de cine que le sirven de referentes, pero entre ellos reconoce que solo puede mencionar a una mujer: Isabel Coixet. La mayoría de sus amigas quieren ser “profesoras o enfermeras”, profesiones dedicadas a los cuidados, mientras que sus amigos quieren ser “informáticos o abogados”.

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Marta: Deberíamos ayudarnos entre nosotras y dejar de competir

A la presión de cómo se les ve desde fuera, se suma la autoexigencia de muchas chicas para cumplir lo que se espera de ellas. "Nos meten en la cabeza a las mujeres que tenemos que ser la más guapa, la que tiene un mejor cuerpo y competir entre nosotras”, expone Marta."Mis amigas tienen un montón de complejos, a medida que crecen aún más, por esos cánones de belleza por los que yo ni me preocupaba de niña”, añade, afirmando que, en lugar de competir: “Deberíamos ayudarnos entre nosotras”.

Poca experiencia y herramientas para combatir la violencia machista

Joan tiene 17 años y quiere ser músico. Cree que el feminismo es un movimiento “lógico” para lograr que no haya distinciones por sexo o género entre las personas y que aún queda “un camino bastante largo por recorrer”. Aunque reconoce que, a veces, no ha sabido cómo actuar ante algunas actitudes machistas. Como cuando entre sus amigos se hacen “bromas o chistes sexistas”, algo que “refleja una realidad más grave”: “Si es un comentario, igual merece la pena no darle más crédito del que tiene y dejarlo pasar”.

Joan: Un chico no dejaba a una chica en paz y me planteé si tenía que decirle algo

“No voy mucho de fiesta, pero una vez que fui a una discoteca me encontré en una situación en la que un chico se había fijado en una chica y no la dejaba en paz. Estaba todo el rato siguiéndola, sin llegar a decirle nada, pero estando enganchado a ella todo el rato”, ha relatado. “Me planteé si tenía que decirle algo, porque quizá no se daba cuenta, o dejar que las cosas siguieran su curso”, ha añadido, afirmando que “al final se resolvió por sí solo”.

A veces, las chicas se sienten incómodas y tampoco saben cómo reaccionar. “Te da vergüenza ponerles en firme, hay chicas que se cohíben.”, expone Ana, una joven de 18 años que quiere estudiar relaciones laborales y ya ha tenido que plantar cara a algunos muchachos para defender a unas amigas que estaban siendo acosadas en una discoteca.

Miguel cree que que los chicos tienen un papel importante para actuar cuando se dan situaciones machistas. “Debemos quejarnos, actuar contra ello, intentar utilizar lenguajes no machistas”, expone, y añade: “Hace falta valentía para cambiar el mundo”.

Especial vulnerabilidad y desconocimiento ante la violencia machista

La falta de educación en igualdad desampara a los jóvenes respecto a la violencia machista y de género. Dos de las chicas entrevistadas se han dado cuenta de que algunas relaciones de pareja que tienen sus amigas no son sanas porque sus novios intentan controlar aspectos como su teléfono móvil, la ropa que llevan o con quién salen.

Le ha costado tres semanas aceptar que solo quería ser su amiga y dejarme en paz

Pero la tercera no ha sido consciente de que ha vivido una situación de acoso por parte de un amigo que ha intentado en varias ocasiones tener algo más que una amistad con ella. “Al principio se me arrimaba mucho, llegaba incluso a tocarme más de la cuenta y me daba un poco de cosa. Más de una vez le he querido dar un puñetazo en la cara, pero no quería empezar nada de eso y me intenté contener”, relata.

Tras varias negativas en las que él se ha quedado “un poco confundido”, llegando incluso a seguirla hasta casa, ella le dio “una segunda oportunidad” para ser solo amigos. “Le ha costado tres semanas aceptarlo y dejarme en paz”, ha asegurado, aunque lamenta: “Hay chicos que no quieren ser realmente amigos y les cuesta asimilar que, si soy maja con ellos, solo quiera una amistad”.

La fundación ANAR da herramientas y pide tomar conciencia

La “normalización” de situaciones machistas por parte de algunos jóvenes es un hecho del que alerta Diana Díaz, directora del Teléfono ANAR de atención a niños y adolescentes, que destaca que en el 53,5% de los casos, las chicas que llaman por este problema no son conscientes. Y recalca que es una situación grave, porque, aunque en todas las llamadas se ha ejercido violencia psicológica, en “cuatro de cada diez” ha habido maltrato físico, dándose en ocasiones violencia sexual.

Las situaciones de acoso, expone, se suelen dar por parte de chicos a partir de los 12 años y sin límite de edad. En todas hay una “relación de poder” por parte del agresor, bien sea por edad, o por otras situaciones de “superioridad”.

El problema de las chicas adolescentes, recalca, es que son especialmente “vulnerables” porque tienen “poca experiencia” para hacer frente a estas situaciones y, en ocasiones, les inunda el sentimiento de culpa o vergüenza pese a que no son responsables.

Pero, los primeros síntomas de la violencia machista “son muy sutiles”. “Todo lo que te haga sentir incómoda, es el límite. Es suficiente para poder decir que no quieres seguir hablando con una persona y, si la situación se torna violenta, se dan situaciones de control o persecución, o incluso amenazas, hay que pedir ayuda”, expone. Y a los chicos, les anima a actuar ante "sus iguales" cuando cometan actitudes machistas, incluso si son sus propios amigos. En septiembre de 2019, la Fiscalía General del Estado alertó del "inquietante" repunte de la violencia machista entre los menores.

Por último, Díaz recuerda a las jóvenes que su privacidad es importante, que no tienen obligación de contarle todo a sus parejas y que éstas no deben tener control sobre sus perfiles sociales ni tienen derecho a opinar o controlar ningún aspecto de su vida, como sus amigos o su ropa. También alerta del peligro de los celos en una relación y recalca que, ante cualquier problema que tengan, esté o no relacionado con violencia machista, niños y adolescentes pueden pedir ayuda en el Teléfono ANAR: 917 26 27 00.