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Migración Mediterráneo

El Open Arms desembarcará en Palma a la migrante rescatada en el Mediterráneo

  • El barco, que también rescató los cadáveres de una mujer y un niño, llegará el 21 de julio
  • Según la ONG, Italia les asignó Catania para atracar con la mujer, no con los cadáveres

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El Open Arms navega rumbo a Palma para desembarcar a la migrante rescatada en el Mediterráneo

El barco de la ONG Proactiva Open Arms ya se dirige rumbo a Palma de Mallorca después de que el Gobierno le haya autorizado a hacer en ese puerto el desembarco de la migrante superviviente y los cadáveres de una mujer y un niño encontrados este martes en el Mediterráneo central.

Fuentes del Ejecutivo han informado a Efe y a Europa Press de que está previsto que el barco llegue el próximo día 21 de julio al puerto de Palma de Mallorca. Las mismas fuentes han subrayado que se trata de una embarcación de una ONG española y, por tanto, puede hacer el desembarco en un puerto español.

La ONG había solicitado a las autoridades españolas un puerto para el desembarco, al descartar a Italia y Libia como puertos seguros porque, según ha explicado a Efe desde el barco Astral su fundador, Óscar Camps, al considerar que italia no es un puerto seguro ni para la organización ni para la persona rescatada, después de que el ministro del Interior y vicepresidente italiano, matteo Salvini, tildase de "falso" el rescate.

"La protegemos y la llevamos a España, es un tema de darle refugio", ha agregado Camps. El fundador ha denunciado además que Italia les asignó el lunes por la noche el puerto de Catania, en Sicilia, para atracar con la mujer a bordo, aunque no así con los cadáveres.

Mientras, Josefa, la superviviente se recupera de la grave hipotermia que padecía cuando fue localizada, aunque todavía sigue en estado de shock. Según recoge el medio italiano Internazionale, es víctima de violencia de género en su país de origen. "Soy de Camerún, escapé de mi país porque mi esposo me golpeó. Me golpeó porque no podía tener hijos", declara a este medio italiano que relata su historia.

Según ha relatado al medio francés, Josefa teme ser devuelta a Libia y antes del rescate estuvo en el mar dos días y dos noches. "Llegaron policías libios y empezaron a golpearnos", asegura al medio italiano, aunque apenas recuerda más detalles.

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"Las imágenes hablan por sí solas"

Camps ha respondido a Salvini al asegurar que las "imágenes hablan por sí solas". "Tenemos documentado todo gráficamente y seguimos las conversaciones con el mercante y la Guardia Costera y no creo que haya mucho que decir", ha añadido. Para Camps, "la barca pinchada estaba allí con las personas dentro y si viajaban 146 personas y ahora no estaban, pues quiere decir que estos se les habían olvidado".

El humanitario cree que la preocupación de Salvini es, precisamente, "que no estemos para no poder denunciar. Que nos cueste mucho llegar a nuestros puertos [...], que nos cansemos, pero estamos muy animados y muy contentos por haber rescatado a esta persona", ha señalado.

Si viajaban 146 personas y ahora no estaban, pues quiere decir que estos se les habían olvidado

Ya desde el verano de 2017, la ONG, la única que opera en la zona actualmente, viene denunciando las dificultades en los rescates en el Mediterráneo central por las autoridades italianas y libias, casi imposibles ahora ante el cierre de los puertos italianos a los buques humanitarios. De hecho, el pacto migratorio acordado en la cumbre urgente de la Unión Europea en junio ha sido ampliamente criticado por las ONG, que temen que los "centros controlados" se conviertan en centros de detención y que haya más muertes en el mar.

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La Marina libia defiende su "profesionalidad"

El portavoz de las Fuerzas Navales libias, Ayub Qacem, ha desmentido rotundamente las acusaciones de Open Arms. En declaraciones a Efe, Qacem ha defendido la "profesionalidad" acorde "con las normas internacionales" de los servicios de salvamento en una operación que, según señala, duró varias horas y en la que se rescató a 119 hombres, 34 mujeres y 12 niños, además del cadáver de una niña de un mes a 76 millas de la costa libia de Qarabuli.

De acuerdo con su explicación, los migrantes llevaban 60 horas a la deriva sin comida ni agua desde el sábado, por lo que muchos sufrieron quemaduras y fueron trasladados a la base naval de Trípoli para recibir tratamiento médico. Una vez allí, las fuerzas libias los llevaron al servicio de lucha contra la inmigración ilegal y asegura que "una periodista de la cadena alemana N-TV que estaba a bordo del buque fue testigo".

"No forma parte de nuestra religión ni de nuestra ética dejar una vida humana en el mar", ha añadido, antes de culpar "a los traficantes y la presencia de estas organizaciones irresponsables y no gubernamentales en la región".

Grande-Marlaska: "Es una cuestión humanitaria"

Preguntado en RNE por sus sensaciones al ver las imágenes en las que la ONG denuncia el abandono de migrantes por los guardacostas libios, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que le produce "tristeza". "La injusticia de este mundo en el que vivimos, que esas personas no vienen aquí por efectos llamadas, sino por efectos huida", ha añadido. 

Las mañanas de RNE - Grande-Marlaska dice que el aumento de la llegada de inmigrantes era "previsible" - Escuchar ahora

Marlaska ha insistido además en que la cuestión migratoria es un asunto europeo, "una cuestión humanitaria" que se debe resolver "desde un principio de solidaridad" para intervenir en los países de origen. El ministro se ha referido también al hecho de que España haya superado a Italia en la llegada de migrantes que intentan alcanzar Europa por la vía marítima, un hecho que "ya era previsible". 

Durante la madrugada del miércoles, efectivos de Salvamento Marítimo han rescatado a 104 personas que viajaban a bordo de dos pateras, una a 17 millas al noreste de Melilla y otra en el mar de Alborán. Precisamente, Grande-Marlaska ha planteado en RNE la creación de "un centro único en Cádiz donde puedan ser reconducidos todos los migrantes" que llegan a España, en el que trabajen las fuerzas del Estado y las ONG.