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El atacante de Múnich estaba en tratamiento psiquiátrico y obsesionado con la violencia

  • Identificado como David S., hay indicios de que sufrió acoso escolar
  • En su cuarto se han encontrado documentación de otros hechos de odio
  • La policía descarta que se trate de un atentado yihadista

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El atacante de Múnich tenia problemas mentales y estaba obsesionado con la violencia

El joven germano-iraní de 18 años que el viernes asesinó a nueve personas en Múnich, su ciudad natal, era un estudiante obsesionado con la violencia y las matanzas que estaba en tratamiento psiquiátrico y actuó sin ningún tipo de motivación terrorista o islamista, según la investigación de la Policía y la fiscalía alemanas.

Tras la alerta antiterrorista desatada después del tiroteo en la capital de Baviera, la Policía sigue investigando qué empujó al joven, identificado como David S., a coger una pistola y lanzarse a disparar primero en una hamburguesería, luego en la calle y finalmente en un centro comercial.

En una grabación transcrita por el diario Süddeutsche Zeitung se puede observar al joven discutiendo con otro que le estaba increpando momentos antes del ataque. "He sufrido acoso durante siete años, por eso he tenido que comprarme un arma y voy a cargarme a todos", se escucha en ella, justo después de afirmar que él es alemán de nacimiento y de un barrio de Hartz IV (con alto porcentaje de receptores de ayuda social).

En una grabación se escucha al autor del tiroteo de Múnich, en el que murieron el viernes nueve personas, decir que es alemán, reconocer que ha estado en "tratamiento psiquiátrico" y que ha sufrido acoso durante siete años. "Por eso he tenido que comprar un arma y voy a cargarme a todos".

Según la fiscalía, el joven, un estudiante que vivía con sus padres y su hermano, se encontraba en tratamiento psiquiátrico y el ministro de Interior bávaro, Joachim Hermann, ha asegurado que hay indicios de que sufría "una perturbación psíquica nada leve".

Según el relato policial, tras el tiroteo el joven se suicidó con su pistola, una nueve milímetros con la numeración borrada, y en su mochila tenía aún cargadores con unas 300 balas.

El joven, sin antecedentes penales, actuó solo y se investiga si pirateó una cuenta de Facebook de una tercera persona para invitar a tomar algo a conocidos en el McDonalds donde comenzó su ataque.

En rueda de prensa el jefe de la Policía de Múnich, Hubertus Andrä, ha explicado que en el registro de la habitación del chico, que vivía con su familia y presuntamente había sufrido transtornos depresivos, no se ha hallado ningún indicio que lo relacione con la organización terrorista Estado Islámico (EI).

La Policía no confirmó la existencia de vínculos entre el asesino y alguna de las nueve víctimas mortales, vecinas de Múnich de distintas nacionales; ocho de ellas tenían entre 14 y 20 años y la más mayor, 45.

Se había documentado de casos como el de Breivik y la matanza de Oslo

Tampoco hay nada que apunte a motivaciones políticas o religiosas pero sí recortes de periódico sobre grandes operaciones policiales y libros sobre actos de violencia y matanzas.

El ministro de Interior, Thomas de Maizière, confirmó que encontraron documentos sobre Anders Behring Breivik, el noruego que el pasado viernes hizo cinco años asesinó a 77 personas, y sobre Tim Kretschmer, el joven de 17 años que en 2009 mató a quince personas en su antiguo colegio en de Winnenden (suroeste de Alemania) y luego se suicidó.

De hecho, posteriormente el ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, ha confirmado en declaraciones a la emisora regional BR que había llegado a visitar la localidad de Winnenden, la zona donde ocurrió la tragedia.

Estos documentos no desvelan los motivos del tirador de Múnich, según los investigadores, pero atestiguan su fijación con este tipo de matanzas. Maizière también apunta a que existen "indicios de que sufrió acoso escolar".

La policía asume que se trata de un caso "clásico" de "Amok", una palabra corriente en alemán y que se encuentra también recogida en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: "Entre los malayos, ataque de locura homicida".

Merkel, con las víctimas

En una comparecencia institucional tras presidir en Berlín el gabinete de seguridad, con los principales ministros del gobierno y la cúpula de las fuerzas de seguridad, la canciller, Angela Merkel, se ha mostrado comprensiva con la sensación de vulnerabilidad que generan ataques de este tipo, cometidos en lugares "en los que cualquiera de nosotros podía haber estado".

La canciller ha asegurado que se investigarán a fondo los motivos que llevaron al joven a matar, pero también el proceso de radicalización islamista del refugiado que el lunes atacó con un hacha a los pasajeros de un tren de Baviera, agresión que había sacudido al país cinco días antes.

Merkel ha tenido palabras de consuelo para las familias que hoy se sienten "vacías y sin sentido" y ha agradecido el apoyo recibido de todo el mundo: "Es bueno saber que contamos con su solidaridad en la lucha contra la violencia y el terrorismo".