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La OMS relaciona los insectidas con lindano y el DDT con el cáncer

  • Creen que el lindano provoca el linfoma no Hodgkin según estudios consultados
  • El DDT puede reprimir el sistema inmune y afectar las hormonas sexuales
  • Son herbicidas prohibidos en casi todo el mundo, aún presentes en el medio ambiente

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Técnicos construyendo una celda de seguridad para almacenar tierra contaminada con lindano en las obras del aeropuerto de Bilbao en 1997.
Técnicos construyendo una celda de seguridad para almacenar tierra contaminada con lindano en las obras del aeropuerto de Bilbao en 1997.

La Agencia Internacional de Investigación de Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) dependiente de la OMS, tras evaluar la carcinogenicidad del lindano, un insecticida prohibido, y el herbicida DDT, ha determinado que pueden provocar cáncer.

Es la principal conclusión a la que ha llegado un grupo de trabajo de 26 expertos de 13 países en un estudio en el que han revisado la última literatura científica disponible y se ha publicado en la revista The Lancet Oncology, según ha informado la OMS en una nota.

Relación con varios tipos de cáncer

En el caso del lindano (o 1,2,3,4,5,6-hexaclorociclohexano), los expertos han considerado que hay suficientes pruebas en humanos que demuestran que provoca el linfoma no Hodgkin, un cáncer del tejido linfático.

Por su parte, han clasificado el DDT (o Dicloro Difenil Tricloroetano) como "probablemente carcinogénico en humanos", basándose en experimentos con animales en los que el herbicida ha causado cáncer, mientras que consideran que hay "pruebas limitadas" de la posibilidad de que cause cáncer en humanos.

En este sentido, estudios epidemiológicos revelan una relación entre la exposición al DDT y el linfoma de Hodgkin, el cáncer de testículos y el cáncer de hígado.

También existe, según recoge la OMS, "importante evidencia experimental" de que el DDT puede reprimir el sistema inmune y afectar las hormonas sexuales. Sin embargao, no han encontrado ninguna asociación entre el cáncer de mama y los niveles de DDT analizados en muestras de sangre o grasa.

Otro herbicida que también ha sido clasificado como causa probable de cáncer ha sido el 2,4-D, basado en una "prueba inadecuada" en humanos y en "pruebas limitadas" en animales.

Han hallado que este herbicida provoca estrés oxidativo, un mecanismo que puede ocurrir en humanos, y también pruebas moderadas de que causa inmunodepresión, basándose en estudios in vivo e in vitro.

Estudios epidemiológicos no han hallado que exista un riesgo importante o consistente de que el 2.4-D produzca linfoma de Hodgkin u otros tipos de cáncer con la exposición.

Antiguos usos y prohibición de los herbicidas

El lindano, ahora prohibido en la mayoría de países del planeta, se ha usado de forma extensiva para controlar los insectos en agricultura y en humanos, para tratar los piojos y la sarna.

Los agricultores y personas en contacto directo con herbicidas han sufrido altas exposiciones a este elemento. Existen estudios que han mostrado un incremento del riesgo del 60% del linfoma de Hodgkin entre las personas expuestas al lindano.

El DDT se ha usado para controlar las enfermedades transmitidas por insectos durante la Segunda Guerra Mundial, para erradicar la malaria y en agricultura.

Aunque la mayoría de usos de DDT se prohibieron en 1970, el herbicida persiste y se puede encontrar en el medio ambiente y en tejidos animales y humanos en todo el mundo.

Aún se produce la exposición al DDT, sobre todo a través de la dieta. El uso que aún permanece del DDT es en vectores de control de enfermedades, principalmente en malaria. Su uso está regulado por la Convención de Estocolmo.

Desde su introducción en 1945, el 2,4-D se ha usado para controlar las semillas en agricultura y en emplazamientos urbanos y residenciales. La exposición ha podido ocurrir durante su fabricación y aplicación, y la población en general se ha podido exponer a través de la comida, el agua o el polvo.