El artificiero del atentado de Bali, condenado a 20 años de cárcel en Indonesia

• Umar Patek es el último de los miembros de la célula terrorista juzgado
• En el ataque terrorista, ocurrido en 2002, murieron 202 personas
• El juicio ha tenido una duración de cuatro meses

El artificiero del grupo terrorista Yemaa Islamiya, Umar Patek, ha sido condenado este jueves por un tribunal indonesio a 20 años de cárcel por su implicación en el atentado cometido en 2002 la isla de Bali, y en el que murieron 202 personas.

Patek es el último los miembros de la célula terrorista detenida gracias a una operación antiterrorista internacional puesta en marcha tras el atentado en el corazón turístico de Bali, el mayor de los perpetrados por este grupo considerado el eslabón de Al Qaeda en el sudeste de Asia.

El tribunal del distrito oeste de Yakarta ha declarado a Patek, de 45 años, culpable de terrorismo, según la lectura del veredicto.

El atentado cometido con dos potentes bombas la noche de octubre de 2002, tuvo como objetivos el bar Paddys y la discoteca Sari Club de la localidad de Kuta, y a causa de las explosiones murieron 202 personas de un total de 21 países, entre ellas 88 de Australia y 32 de Indonesia.

Cerca de 300 policías, incluidos varios armados con carabinas de precisión, fueron desplegados alrededor del edificio del tribunal del distrito oeste de Yakarta, donde se ha desarrollado la vista que ha durando más de once horas.

A lo largo de la vista en la que los jueces han dado lectura a unas 270 páginas que contenían su argumentación y declaraciones de personas que testificaron durante el juicio, el acusado ha permanecido callado y tranquilo, e incluso se ha quedado dormido a ratos.

Durante una de las vistas de juicio que empezó el pasado febrero, Patek admitió haber mezclado los productos químicos para las bombas empleadas en Bali, aunque negó su participación en la ejecución del atentado.

4 meses de juicio

También a lo largo de los cuatro meses que ha durado el juicio, Patek pidió al tribunal el "perdón" por la matanza que disparó la alarma terrorista en los países del sudeste de Asia.

La fiscalía acusó a Patek, de 45 años, de asesinato premeditado y de posesión ilegal de explosivos y armas, por lo que ha pedido para este la cadena perpetua al valorar que había dado durante el juicio una muestra de arrepentimiento.

Patek fue también acusado por la fiscalía indonesia de participar en la preparación de los ataques con bomba cometidos la víspera de la Navidad de 2000 contra varias iglesias de Yakarta y que causaron 19 muertos.

Tras ocho años en búsqueda y captura, Patek fue detenido en enero del año pasado en la ciudad paquistaní de Abbottabad, la misma en la que efectivos de las fuerzas especiales estadounidenses mataron unos cuatro meses después a Osama Bin Laden, el que fuera líder de Al Qaeda y con quien aparentemente planeaba reunirse.