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Sarkozy y Cameron cierran con un baño de multitudes su visita histórica a la nueva Libia

  • Centenares de personas les aclamana en Bengasi con una V de victoria
  • Sarkozy pide una Libia unida y Cameron elogia su valentía
  • Ambos dicen que aún queda capturar a Gadafi y que no haya venganza

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Sarkoy y Cameron visitan Libia

Con centenares de banderas británicas y francesas ondeando en el  cielo de Bengasi y entre pancartas con una V de victoria el presidente  francés, Nicolás Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron,  han culminado con un baño de masas su visita histórica a la nueva  Libia, la primera realiza por líderes occidentales.

"Habéis querido la paz, habéis querido la  libertad, queréis el progreso económico y Francia, Reino Unido y Europa  estarán del lado del pueblo libio", ha culminado su alocución Sarkozy en  la plaza Tahrir de la que fuera capital de la Libia rebelde, que los ha  recibido con los brazos abiertos.

"Es extraordinario encontrarse en una Libia libre", ha añadido Cameron,  que ha asegurado que el pueblo británico "se felicita por vuestra  valentía" y ha subrayado que tanto Gran Bretaña como Francia "estarán al  lado de Libia".

Sarkozy y Cameron son los primeros líderes  occidentales en visitar Libia tras la caída de Gadafi, algo lógico  debido a que fueron los principales impulsores de la operación militar  de apoyo al CNT gracias a la resolución 1973 de la ONU, aprobada también con su impulso en el Consejo de Seguridad.

"Jóvenes de Bengasi, jóvenes de Libia, jóvenes árabes: Francia puede  declararos su amistad y su apoyo", ha añadido el presidente galo  desatando la euforia de los asistentes.

Bengasi es el principal  centro de poder de los rebeldes y ha mantenido enfrentamientos  históricos con Trípoli, la capital del país. Por eso, Sarkozy ha pedido "una Libia unida, no una Libia dividida".

Capturar a Gadafi

En  este sentido, ambos dirigentes han comenzado su visita en Trípoli, la  capital administrativa de Libia, donde han lanzado sus principales  mensajes políticos, que son dos: que aún hay que capturar a Gadafi y que hay que evitar que haya "ajustes de cuentas" con los restos del régimen.

Sarkozy ha insistido en que Gadafi "tiene que ser detenido"  y ha querido advertir de que todos los que "han cometido crímenes"  tendrán que someterse a la justicia internacional. Eso sí, ha asegurado  que no se trata de "un ajuste de cuentas", sino  únicamente de la aplicación de las "reglas de derecho" internacional en  relación con los crímenes cometidos en el país norteafricano.

Pese a ello, ha lanzado un contundente mensaje: "Gadafi es un peligro, un trabajo que hay que terminar".

Por su parte, Cameron, ha respaldado la postura de Sarkozy y ha  reconocido que todavía se está "lejos de haber terminado el trabajo" en  el combate con las fuerzas gadafistas que aún resisten.   "Aún quedan  lugares bajo el control de Gadafi y no sabemos dónde se encuentra el  coronel", ha admitido el primer ministro británico en la rueda de  prensa.

El futuro

El premier británico se ha centrado especialmente en el "cómo" ayudar  en ese futuro ya sin Gadafi y ha reiterado con insistencia en que la  ayuda internacional, será como hasta ahora, "a su lado" y acompañándolos  "paso a paso" ya que, ha asegurado, es "su revolución".

"Estamos dispuestos a ayudar, pero queremos saber qué es lo que quieren que hagamos",  ha preguntado Cameron. "Este es el momento en que la primavera árabe  podría convertirse en el verano de árabe y creemos que puede ser un  ejemplo para otros países y que en ellos avance la democracia también".

La visita de los dos los líderes ha sido muy comentada, dando pie a  toda clase de especulaciones entre las que se había insinuado que alguno  de los dos países pretendía, sin hacerse público, sacar alguna clase de  beneficio de este viaje.  Por ello, Sarkozy ha salido al paso y ha  desmentido estas afirmaciones: "Quiero decir a la opinión pública árabe  que no tenemos ningún acuerdo sobre las riquezas de Libia".

Por su parte, los líderes del CNT han agradecido la ayuda "financiera  y militar" prestada por los miembros de la coalición internacional y,  en especial, por Francia y Reino Unido.

"La victoria nunca habría sido posible sin la ayuda de los aliados", ha declarado Yibril, quien ha agregado que ésta no ha respondido a "un interés político" sino a "razones humanitarias".

Los miembros del CNT han agradecido a Francia su compromiso con la reconstrucción de centros escolares  y en la vigilancia de las fronteras del sur del país y al Reino Unido  los 600 millones de libras (672.000 millones de euros) en bienes libios  confiscados que ha anunciado que desbloquearán para ayudar en las  labores de desminado.

Los rebeldes

Durante la rueda de prensa, en la que Sarkozy también ha asegurado que "mientras la paz esté amenazada"  Francia permanecerá junto al pueblo libio, el jefe del Estado francés  ha subrayado que espera "que Siria pueda también ser un país libre algún  día".

Sarkozy ha destacado que es importante "que todos los dictadores del  mundo entiendan que no habrá un solo lugar en el mundo del siglo XXI en  el que puedan gozar de impunidad". "La impunidad se ha terminado", ha  sentenciado.

El dispositivo de seguridad construido alrededor de la visita de  ambos mandatarios incluyó el viaje un día antes de unos 160 policías  franceses,  vestidos de civil, para asegurar la zona.

El jefe del Estado francés ha viajado acompañado por su ministro de  Exteriores, Alain Juppé, y por el filósofo Bernard-Henri Lévy, muy  comprometido con la causa del CNT. Cameron, por su parte, ha llegado a  Trípoli acompañado por su titular de Exteriores, William Hague.