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'Polina', asombroso retrato del paso de la niñez a la madurez de una bailarina

  • Es la última obra del genio del cómic francés, Bastien Vivès
  • Ha recibido el prestigioso premio Prix des libraires 2011 BD

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Viñeta de 'Polina', de Bastién Vivès
Viñeta de 'Polina', de Bastién Vivès

"Hay que ser flexibles si queréis ser bailarinas algún día. Si no sois flexibles con seis años, con 16 lo seréis todavía menos. La flexibilidad y la gracia no se aprenden. Son un don. Siguiente..." (Polina)

Polina (Diábolo Ediciones) es la última obra maestra del genio del cómic francés, Bastien Vivès, que con este trabajo se postula para los principales premios del cómic de nuestro país vecino. De momento ya ha recibido el prestigioso Prix des libraires 2011 BD, que entregan los libreros franceses, uno de los más importantes.

Y es que tras su apabullante entrada en el mundo del cómic, con obras como El gusto del cloro, o En mis ojos (candidatas a mejor obra extranjera publicada en España en los dos últimos Salones del Cómic de Barcelona) Vivès da un salto de gigante, cambiando de estilo de narrar y de dibujar.

En Polina asistimos al paso a la madurez de su protagonista pero también de su autor que, pese a su juventud (y su timidez), demuestra conocer a la perfección el alma humana.

"Buscáis la fama. Pero la fama cuesta..."

Cuando hablamos de Ballet a todos se nos viene a la cabeza la frase que encabezaba los episodios de Fama. Y durante las primeras páginas parece que vamos a asistir a un capítulo de esa famosa serie, con una niña de seis años, Polina, pasando una audición en la academia de danza donde su profesor el Señor Bojinski considera que le falta algo de flexibilidad. Y trabajando duro para conseguir su sueño.

Pero Polina es mucho más que una historia sobre el ballet y su aprendizaje. De pronto la trama da un giro de 180 grados convirtiéndose en una fábula sobre el crecimiento personal, la lealtad, la amistad, el recuerdo, las relaciones con nuestros maestros, la posibilidad de enmendar los errores cometidos, la nostalgia…

Una historia que nos atrapa y nos emociona a cada giro argumental, fluyendo casi imperceptiblemente, como sin esfuerzo, como los pasos de baile bien ejecutados, pero que dentro esconde una historia sólida sobre todos esos temas universales.

Aprendiendo de los errores

Polina tiene dos opciones, aprender la vida en un laboratorio con todo controlado (la clase de danza) o irse al mundo a vivir su vida, enamorarse, y aprender de los errores, y elige esta última, un camino difícil pero necesario, que la llevará a numerosos desengaños pero también a desarrollarse como persona y a conocer el éxito.

Pocas veces hemos visto tan bien reflejado en un cómic el crecimiento de un personaje, desde su niñez hasta su juventud (madurez)

Sin embargo, aunque consigue el éxito sóla, sabe que traicionó a su maestro, que había depositado en ella todas sus esperanzas, que había confiado en ella más que nadie.

Y algo la empuja a volver con el hombre que vió algo en su interior y consiguió que lo sacara. El hombre que la guió en sus primeros pasos como bailarina y como persona y al que, en un momento determinado, da la espalda con la arrogancia y el poder de la juventud.

Apuntes del natural

El dibujo de Bastien también experimenta una evolución. El trazo es más fluido que nunca. Los dibujos parecen estar vivos. Se nota que ha tomado apuntes del natural en clases de ballet. Y gracias a ese dibujo abocetado, a veces insinuado, la historia fluye con una naturalidad que ya quisieran muchos narradores.

En cuanto al color, esta vez elige una bicromía suave en negro y gris, evitando el contraste demasiado simplista del negro y blanco.

El dibujo es gracioso y flexible, las formas no tienen descanso, parecen moverse, los movimientos son más realistas que nunca. Resumiendo, una gozada visual que lo confirma como uno de los artistas más experimentales, a la vez que sólidos, de la actualidad.

Un genio polifacético

Bastien Vivès es el mayor descubrimiento del cómic europeo de los últimos años. Y posiblemente el mejor cronista de la juventud actual. La crítica le adora, como demuestran sus dos nominaciones consecutivas al Salón del Cómic de Barcelona por El gusto del cloro (2010) y En mis ojos (2011) y el público devora sus cómics, incluso los que no han leído un tebeo en su vida.

Y también ha sabido atraer al público femenino con historias que hablan de sentimientos sin caer en el sentimentalismo.

Todo lo que toca lo convierte en oro, ya sea la historia de dos amigos que viven una Amistad estrecha, la obsesión de un joven por una nadadora en El gusto del cloro, los distintos puntos de vista del amor En mis ojos, o las peripecias de un escuadrón de élite de legionarios enviados Por el Imperio a descubrir nuevos mundos. Toda su obra está editada en España por Diábolo Ediciones.

Y nos apostamos a que Polina arrasará en los premios que se celebren en los próximos meses.