Enlaces accesibilidad

Reino Unido supo días antes de invadir Irak que Sadam no podía usar armas de destrucción masiva

  • Altos cargos del gobierno británico lo reconocen ante la comisión independiente
  • También sabían que no existía vínculo entre el régimen iraquí y Al Qaeda
  • Estas fueron las principales razones esgrimidas para la invasión

Por

El Gobierno del Reino Unido supo diez días antes de la invasión de Irak -el 20 de marzo de 2003- que el régimen de Sadam Husein no tenía la capacidad de utilizar armas químicas y que carecía de vínculos con Al Qaeda.

Así lo ha manifestado William Ehrman, ex alto cargo del ministerio británico de Asuntos Exteriores para asuntos de Defensa e Inteligencia entre 2002 y 2004, en la segunda jornada de trabajo de la comisión independiente que investiga la guerra de Irak.

Ehrman ha revelado que el 10 de marzo de 2003 "recibimos un informe que decía que las armas químicas podían haber sido desmanteladas y que Sadam no había ordenado aún su montaje"

"También se sugería que Irak podía carecer de cabezas balísticas capaces de dispersar los agentes químicos con eficacia", ha declarado Ehrman, quien defendió no obstante la invasión con el argumento de Sadam Husein llevaba años incumpliendo las resoluciones de la ONU.

Sin vínculos con Al Qaeda

La comisión investigadora también ha escuchado que el Gobierno que dirigía el laborista Tony Blair, incondicional aliado del entonces presidente estadounidense, George W. Bush, conocía igualmente antes de que comenzara la guerra que no existían vínculos entre el régimen de Sadam Husein y la red terrorista Al Qaeda.

La supuesta existencia de un arsenal de destrucción masiva que nunca apareció y las relaciones entre Bagdad y el grupo terrorista inspirado por Osama Bin Laden, que nunca se demostraron, fueron los motivos principales para justificar la guerra de Irak.

En los meses previos a la operación militar, los servicios de inteligencia británicos investigaron la supuesta conexión Sadam-Bin Laden y concluyeron que no eran "aliados naturales"

Tim Dowse, alto cargo del ministerio de Asuntos Exteriores especializado en no proliferación armamentística entre 2001 y 2003, ha declarado que se tenía constancia de la relación entre Bagdad y grupos como Hezbolá y Hamás, pero que un examen detallado de una eventual relación con Al Qaeda la descartó por completo.

Lo único que se pudo constatar al respecto en la investigación británica es que dirigentes de Al Qaeda visitaron Irak a finales de la década de los 90, pero se convino en que "no había nada que se pareciera a una relación entre los iraquíes y Al Qaeda".

"Después del 11-S, nos dimos cuenta de que los iraquíes habían dado un paso atrás y no querían ser asociados a Al Qaeda. No eran aliados naturales", ha manifestado Dowse.

Por su parte, Ehrman reconoció que habló del asunto con sus colegas de Washington, que insistían en la existencia de este nexo, pero al igual que Dowse ha señalado que "nuestro punto de vista era que no había evidencia que sugiriera una colaboración seria de ningún tipo".

"(Sadam Hussein) era negro y tenía que probar que era blanco. No lo hizo", ha resumido Ehrman la situación que llevó a la guerra.