Familias de secuestrados por las FARC plantan a Uribe al mencionar el canje humanitario

• Uribe ha hecho mención al canje de rehenes de las FARC por prisioneros presos
• El presidente de Colombia siempre se ha negado a aceptar el canje humanitario
• Las FARC tiene en su poder a 22 policías colombianos que consideran "canjeables"

Un numeroso grupo de familiares de secuestrados colombianos ha abandonado este viernes la gran sala del Teatro Metropolitano de Medellín, cuando el presidente Álvaro Uribe ha hecho mención ante los Príncipes de Asturias al canje de rehenes de las FARC por prisioneros presos, que siempre se ha negado a aceptar.

De forma ambigua, Uribe ha rechazado el intercambio humanitario, el principal reclamo de las FARC, durante la inauguración del V Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo, que ha comenzado con la presencia de una treintena de víctimas de varios países y las familias de los secuestrados colombianos.

Polícias y militares "canjeables"

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tienen en su poder a 22 policías y militares colombianos que consideran "canjeables" y que pretenden intercambiar por medio millar de sus hombres presos, algunos de ellos incluso extraditados a EE.UU.

"Eso nos ha obligado a tomar precauciones que generaron mucha controversia, lo acepto, en el proceso de liberación de aquellos que siguen secuestrados y que nunca debieron ser secuestrados", ha dicho Uribe en alusión a la solicitud de las FARC, lo que ha motivado la salida de los familiares de la sala, muchos de ellos a favor del canje. Asimismo, reconoció que los rehenes son "un tema de mucha controversia".

Durante la inauguración del V Congreso Internacional de Víctimas del Terrorirmo, Uribe se ha referido también al acuerdo con EE.UU. para que los órganos de Justicia colombianos tengan acceso a los extraditados que se encuentran en las cárceles de ese país.

Aumento de víctimas

En su discurso,ha destacado que mientras en Irlanda del Norte hubo 3.100 muertes violentas entre 1920 y 1998, cuando el Ira depuso las armas, sólo el año pasado en Medellín -de donde es oriundo Uribe- y su área metropolitana 6.000 personas perdieron la vida.

Uribe ha asegurado que al menos 50% de las familias colombianas han sido víctimas directas del terror y ha resaltado que una de las prioridades de su Gobierno es aumentar las cifras destinadas a la reparación de esas personas y que los 14 billones de dólares que se destinarán a ello se puedan cumplir a pesar de las restricciones.

El mandatario ha apuntado que las fuerzas institucionales han recuperado el monopolio de luchar contra los criminales y que aunque la política de seguridad ha avanzado mucho, al pasar de 6.000 asesinatos por año a poco más de 700 y de 4.000 secuestros a 400, no es suficiente.

Ha recordado que todavía continúan los asesinatos contra maestros y sindicalistas y que aunque en los dos últimos años no se había registrado la muerte violenta de ningún periodista, hace 15 días fue ejecutado uno al sur del país.

Entre los asistentes a este congreso de Medellín se encuentran también ex secuestrados que reclaman el acuerdo humanitario como única salida de lograr la paz con las FARC, como el ex gobernador del departamento del Meta (oriente) Alan Jara, liberado en febrero.