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Cierra el acuerdo sobre el plan de rescate financiero en EE.UU. antes de que abran los mercados

  • El plan de rescate financiero pretende inyectar 700.000 millones de dólares
  • Los legisladores quieren adelantarse a la apertura de las bolsas
  • El plan es una de las mayores intervenciones en los mercados en la historia de EE.UU.
  • Su objetivo es desbloquear el flujo del crédito comprando la deuda de los bancos
  • Los candidatos a la presidencia de EE.UU. han dado su apoyo al acuerdo

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Los líderes del Congreso de EE.UU. y la Casa Blanca han cerrado un acuerdo sobre el plan de rescate financiero  por valor de 700.000 millones de dólares con el que el Gobierno pretende evitar el caos en los mercados y una recesión.

El pacto recibió el apoyo de los candidatos presidenciales, Barack Obama y John McCain, y del presidente George W. Bush, que tildó el proyecto de ley de "muy bueno", lo que le da gran ímpetu político de cara a su aprobación.

Incapaces de alcanzar un pacto durante la semana, los líderes del Congreso se habían fijado como meta ponerse de acuerdo antes de que abrieran las bolsas en Asia, conscientes de que el retraso del programa de ayuda podría llevar a una caída libre de los mercados.

"Creo que lo hemos logrado", dijo el secretario del Tesoro, Henry Paulson, quien estaba acompañado por la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría de ese partido en el Senado, Harry Reid.

"Creo que lo hemos logrado"

Emergieron este domingo de madrugada, exhaustos pero con una sonrisa, tras un día de reuniones prácticamente sin pausa. "Creo que lo hemos logrado", ha dicho el secretario del Tesoro, Henry Paulson, quien estaba acompañado por la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría de ese partido en el Senado, Harry Reid.

Durante la noche y el día el personal tradujo el principio de acuerdo a un texto legislativo concreto, la llamada "Ley de Estabilización Económica de Emergencia de 2008", de 106 páginas.

Está previsto que la Cámara Baja vote la ley mañana y que el Senado haga lo propio el miércoles, pues el martes no habrá sesiones por la fiesta del año nuevo judío.

Una de la mayores intervenciones en la historia

El programa aspira a ser una de las mayores intervenciones en los mercados en la historia de Estados Unidos. Su objetivo es desbloquear el flujo del crédito con la adquisición por parte del Gobierno de la deuda de mala calidad que intoxica los balances de los bancos.

Los más reacios a su aprobación han sido los republicanos de la Cámara Baja, a quienes una intervención de tal calibre les suena a socialismo, una palabra maldita en el discurso político estadounidense.

Eric Cantor, uno de los principales negociadores de ese grupo, ha manifestado en la cadena de televisión CNN que van a analizar la letra pequeña del proyecto para decidir si lo apoyan.

No obstante, ha ceptado la idea de que el Gobierno adquiera los títulos que lastran al sistema financiero, lo que es una buena señal de cara a la aprobación del paquete en el Congreso.

"No estamos en desacuerdo con la posición de que el secretario Paulson tiene que comprar los instrumentos tóxicos", ha aseverado Cantor.

Apoyo de los candidatos

Los candidatos a la presidencia de EE.UU. han dado su apoyo al acuerdo. El senador Barack Obama ya había respaldado las posiciones de los líderes demócratas en el Congreso y ha reafirmado este domingo que está inclinado a respaldar el pacto.

Más ambiguo había sido hasta ahora su rival republicano, John McCain, quien ha finalmente señalado que en principio apoya el acuerdo.

"Esto es algo que todos nosotros tendremos que engullir y con lo que tendremos que seguir adelante", ha comentado McCain a la emisora ABC.

Para los legisladores de ambos partidos, la mayoría de los cuales se presenta a la reelección en noviembre, se trata de una decisión difícil, pues han recibido miles de llamadas y mensajes de los votantes de sus distritos en contra de salvar el pellejo a los banqueros de Wall Street. No obstante, ha pesado el argumento de la administración de que, si no se hace nada, habría caos en las bolsas y el país podría caer en una recesión profunda.

Repercusiones planetarias

Las repercusiones a nivel internacional de un agravamiento de la crisis también serían profundas, como ha demostrado este fin de semana la noticia de que el Gobierno británico pretende nacionalizar el banco hipotecario Bradford & Bingley (B&B). Mientras, las autoridades de Bélgica y Holanda intentan dirimir el futuro del grupo Fortis, que podría ser vendido o nacionalizado.

Paulson ha abierto la puerta a que el Gobierno de Estados Unidos compre deuda de mala calidad en dólares también de bancos extranjeros. La oficina de Pelosi ha revelado que planes de pensiones, gobiernos locales y pequeños bancos podrán acogerse al programa, además de los grandes bancos en Wall Street.

El programa también da al secretario del Tesoro la opción de requerir que los bancos compren seguros para cubrir su cartera de títulos vinculados a las hipotecas. Ésa era una demanda de los republicanos de la Cámara Baja, que deberán decidir si esa cláusula satisface sus inquietudes. Mientras, las bolsas estarán mirando.