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La comunidad venezolana en España ha salido a la calle este domingo en distintas capitales en respaldo por la "paz y la libertad" en el país caribeño y en apoyo a la opositora del régimen y Nobel de la paz 2025 María Corina Machado. Las protestas, que también se han repetido en otras capitales europeas y del mundo, han estado organizadas por el partido de Machado, Vente Venezuela. Las protestas han tenido lugar antes de que la líder opositora reciba el galardón el próximo miércoles en Oslo en una ceremonia a la que prevé asistir.

Nuevo desembarco de marines estadounidenses en una playa de Puerto Rico. Vehículos anfibios, suministros, equipamiento... forma parte de las operaciones que desde hace meses lleva a cabo Estados Unidos en el Caribe. En esas aguas mantiene un gigantesco despliegue de buques de guerra y un goteo de ataques a pequeñas embarcaciones, que dejan más de 80 muertos. Donald Trump justifica la ofensiva, sin pruebas, con el combate al narcotráfico, al que vincula con el régimen chavista.

La presión sobre Caracas crece por días. Nicolás Maduro propone organizar operaciones conjuntas de seguridad con países vecinos. Afirma que en Venezuela han sido vencidas todas las bandas criminales, entre ellas el Tren de Aragua, declarado por Estados Unidos como organización terrorista.

Dentro de cuatro días entregarán en Noruega el nobel de la paz a la opositora venezolana María Corina Machado. Hoy vive en la clandestinidad en Venezuela, pero según el Instituto Nobel, estará en Oslo en persona. Su partido ha convocado marchas en una veintena de países.

El puente fronterizo de Cúcuta, entre Colombia y Venezuela, es una alternativa para entrar o salir de Venezuela. Por el espacio aéreo venezolano apenas hay aviones. Las compañías internacionales han dejado de operar por las advertencias de Estados Unidos, pero la española Plus Ultra y la venezolana Laser pondrán en marcha este miércoles una ruta entre Madrid y Caracas, con escala en Cartagena de Indias.

Foto: REUTERS / Ricardo Arduengo

El galeón San José se hundió en 1708 cerca de Cartagena de Indias. Y, hace unos meses, después de encontrarlo, Colombia empezó las inmersiones de buzos y sofisticados equipos, que ya han recuperado las primeras piezas.

España lo reclama por tratarse de un buque de esta nacionalidad. También pide su parte la empresa estadounidense que ayudó a localizarlo. Y comunidades indígenas aseguran que parte del cargamento les pertenece porque procedía de sus pueblos. Colombia sostiene, por su lado, que, al estar en su mar territorial, es patrimonio cultural del país.

El barco de guerra español naufragó frente a las costas colombianas cargado de oro, plata y esmeraldas. Un enorme tesoro que quedó, casi intacto, en el fondo del mar, en un punto que el país sudamericano mantiene en secreto para evitar saqueos.

Por ahora, se han extraído un gran cañón de bronce, tres monedas coloniales y una taza de porcelana china.

Nuevo ataque de Estados Unidos a una supuesta narcolancha. Esta vez en el Pacífico. Han muerto cuatro personas. Es la primera vez que este tipo de operaciones contra las embarcaciones venezolanas ha llegado al Congreso americano. Entre todos los hombres uniformados que aparecen en la secuencia de este vídeo destaca, con guerrera negra, calvo y con gafas, el almirante Bradley, que sabe mejor que nadie lo que pasó aquel día en que el Pentágono empleó su guerra contra las narcolanchas. Él dirigía la operación. Bradley ha declarado a puerta cerrada ante senadores y congresistas que sí, que hubo un segundo ataque para rematar - casi una hora después - a los dos tripulantes que quedaban vivos, flotando indefensos en el Caribe y agarrados a un trozo de lancha. Según la CNN, el almirante ha declarado que fue orden suya y no del secretario de Defensa. Hegseth ya se había exculpado a sí mismo el miércoles.

Algunos demócratas han alegado que se trata de un crimen de guerra por cargar contra personas en necesidad de auxilio. Otros hablan de ejecución extrajudicial. La Casa Blanca defiende que se cumplieron las normas que rigen cualquier conflicto armado. "Es prerrogativa del Congreso declarar la guerra", ha recordado el líder de la minoría demócrata y más ahora que Trump anuncia que la ofensiva continuará por tierra. 87 personas han perdido la vida en los ataques estadounidenses contra estas supuestas narcolanchas.

FOTO: @southcom

La escalada de la tensión entre Estados Unidos y Venezuela, se ha iniciado tras los ataques a supuestas narcolanchas, el último hace unas horas, con 4 muertos. Trump acusa a Maduro de ser responsable directo del narcotráfico y, desde la Casa Blanca, no confirman -pero tampoco niegan- que el objetivo final es derrocar al presidente venezolano.

Para profundizar en este tema, en Las Mañanas de RNE, Ernesto Pascual, Doctor en Relaciones internacionales y profesor en Ciencia política, asegura que, para tratarse de un "crimen de guerra", debería existir una guerra per se, pero lo que sí estamos viendo "es una violación a los derechos humanos, al derecho internacional y al derecho del mar (…) Son ejecuciones extrajudiciales y por tanto, Estados Unidos está usando la fuerza para sus intenciones políticas".

Para Pascual, "la foto de la invasión, no convence" y "si Estados Unidos decidiese incrementar el ataque, lo haría mediante una guerra híbrida, con incursiones más limitadas, drones y sabotaje", reduciendo la probabilidad de una invasión abierta dado que "tiene un coste político y jurídico altísimo".

Fran Sevilla, enviado especial en la región, da contexto a la actual crisis que, en cuanto a movimientos militares, comenzó en agosto con un despliegue militar naval de EE.UU en el Caribe, tras la orden del Presidente americano de combatir el narcotráfico más allá de sus fronteras sumando la amenaza de comenzar los ataques por tierra "muy pronto".

La lista de los ataques de Trump a supuestas narcolanchas sobre aguas internacionales continúa creciendo. El Mando Sur del Ejército de Estados Unidos (Southcom) ha anunciado la muerte de cuatro hombres a bordo de una embarcación que ha bombardeado este mismo jueves en aguas del Pacífico.

El ataque se habría producido en el marco de una operación supuestamente dirigida contra el narcotráfico que desde el pasado septiembre se ha cobrado en este océano y en el mar Caribe la vida de más de 80 personas.

Este mismo jueves, el almirante estadounidense Frank Bradley ha comparecido en una reunión a puerta cerrada con el comité de fuerzas armadas del Senado que investigan la legalidad de las acciones militares de la campaña antinarcóticos del presidente, Donald Trump.

Con relación a la polémica que salpica a Hegseth, Bradley ha negado este jueves haber dado la orden de matar a los supervivientes del primer ataque estadounidense contra una supuesta narcolancha el pasado 2 de septiembre en el Caribe y que mantiene en el ojo del huracán al secretario de Defensa, Pete Hegseth.

Hablamos de la situación en Venezuela, donde la presión de Estados Unidos y las sanciones recientes ponen a prueba la capacidad de respuesta de Nicolás Maduro. También nos fijamos en el recuento electoral de Honduras y charlamos sobre Perú, porque varios atentados a políticos han ensuciado el inicio de la campaña electoral en el país. Además, escuchamos un reportaje de nuestra compañera Tamara García en el que conocemos una tradición de los pueblos indígenas, a través de una exposición de la Embajada de Colombia en España.

La tensión entre Venezuela y Estados Unidos sigue creciendo sin visos de resolverse.

Donald Trump amenaza con atacar el país por tierra porque así dice que es más fácil. La novedad es que apunta también a su país vecino, a Colombia.

El presidente estadounidense dice que ese país tiene plantas de cocaína, droga que envía a EEUU y que quienes hacen eso pueden ser objeto de ataques.

Y el mandatario colombiano, Gustavo Petro, ha respondido que esa advertencia es una amenaza a la soberanía, incluso una declaración de guerra contra Colombia

Foto: MANDEL NGAN