Los 28 países de la OTAN han aprobado este viernes su Plan de Acción Inmediata. Este refuerzo de los sistemas de defensa de la Alianza, motivado por el conflicto en Ucrania, es el mayor cambio estratégico de la Alianza desde la Guerra Fría.
Las fuerzas gubernamentales y los rebeldes prorrusos han lanzado una ofensiva para asegurarse el control de la ciudad de Mariúpol antes de que se declarara la tregua en el este de Ucrania.
Los líderes de la OTAN concluyen hoy su cumbre bianual en Gales con la aprobación de una fuerza de acción inmediata capaz de responder a cualquier amenaza exterior en cuestión de días.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 países miembros de la Alianza Atlántica cierran hoy dos días de reuniones en la localidad galesa de la OTAN dominadas por la "agresión" rusa contra Ucrania y los avances del yihadismo en Irak.
Los mandatarios han comenzado la jornada con un desfile aéreo sobre el hotel en el que se encuentran, en Newport.
El secretario general de la OTAN dice que Moscú "desestabiliza" el este del país. En su sumbre en Newport (Gales), la Alianza respalda al presidente ucraniano, Petró Poroshenko.
La OTAN quiere reforzar su capacidad para una reacción rápida en el este de Europa. Apoya a Ucrania con logística, pero sin mandar armas. Kiev ha pedido armamento y entrar en la alianza militar que lidera Estados Unidos mientras que Moscú rechaza frontalmente ese posible ingreso.
Los presidentes de Ucrania y Rusia han hablado por teléfono y han negociado las condiciones de una tregua en el este del país. Mientras, EE.UU. ha anunciado que enviará 200 soldados a suelo ucraniano para unas maniobras de la Alianza Atlántica en octubre.
De la amenaza yihadista se va a hablar en la Cumbre de la OTAN que se celebra en Gales. Una cumbre en la que se tratará también la guerra en Ucrania. Lo último, es el posible alto el fuego entre el gobierno de Kiev y los separatistas. El Presidente de Estados Unidos se ha mostrado cauteloso ante este posible acuerdo que, según Putin, podría cerrarse este viernes.
Los rebeldes siguen poniendo en jaque a las fuerzas gubernamentales en el este de Ucrania. Kiev recela de su última propuesta de darles una amplia autonomía dentro de un estado federal.
Los rebeldes prorrusos, apoyados por fuerzas rusas según el Gobierno de Kiev, han vuelto a capturar el aeropuerto de Lugansk en el este de Ucrania mientras en Mink han presentado una propuesta de federalización del país que, aparentemente, abre un resquicio para la paz.
Sin avances, por ahora, en la reunión entre los representantes de Rusia y de Ucrania para intentar acordar un alto el fuego inmediato e incondicional en el este del país. Esta mañana han continuado los combates entre los separatistas prorrusos y el ejército de Kiev.
La Unión Europea da a Moscú una semana de plazo para cambiar su política en Ucrania, de lo contrario amenazan con nuevas sanciones. La Casa Blanca aplaude que Bruselas considere endurecer las medidas contra Rusia. Putin ha dicho que el final de la crisis depende de Kiev y urge a Ucrania a negociar el modelo de Estado en el sureste del país. La canciller alemana, Angela Merkel, descarta enviar armas para solucionar el conflicto y cree que las sanciones tienen que ser económicas.
