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Los fondos europeos podrían aliviar el impacto de esta crisis en el mercado laboral. La semana pasada dejaba un incremento histórico del paro. Pero existe un grupo de desempleados especialmente vulnerable. Aquellos que ni siquiera pueden acceder a la prestación porque, cuando fueron despedidos por el impacto del coronavirus, acababan de cambiar voluntariamente de trabajo.

En Castilla-La Mancha hay serias dificultades para contratar a personal sociosanitario en las residencias de mayores donde se siguen detectando más casos de coronavirus. El Gobierno regional está haciendo de intermediario y ha recibido 1.800 currículums, el 26 % para limpieza.

El profesor de la Universidad de Oviedo e investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Florentino Felgueroso, ha analizado algunas previsiones económicas que traerá el coronavirus COVID-19.  Felgueroso asegura que "El mercado del empleo está sufriendo un shock tremendo y a ello hay que sumarle el nivel de precariedad laboral que tenemos", que insiste en que es el principal problema en España.

El investigador del Fedea asegura que estos meses, hasta principios de junio, son los de mayores contrataciones en España, por lo que se agrava aún más la situación de esas personas que dependen de los ingresos que aportan este tipo de empleos que ahora no podrán desempeñar.

Felgueroso sostiene que hay muchos sectores bloqueados, entre ellos el turismo, una de las principales fuentes de ingresos de nuestro país, y asegura que, a pesar de que se vaya recuperando la normalidad, "la llegada de turistas se va a ver mermada", al mismo tiempo que afirma que debido a la pandemia del coronavirus COVID-19 los hábitos de consumo van a cambiar.

Pero no solo el sector turístico se va a ver afectado por esta crisis sanitaria, sino que otros sectores se verán perjudicados, por lo que es necesario, asiente, elaborar planes específicos de choque para cada sector. 

El colchón de medidas sociales lanzado por el Gobierno, el denominado "escudo social" no amortigua para todo el mundo. Es el caso de Yasmina. A mediados de marzo su empresa presentó un ERTE pero a ella le comunicaron que no podían incluirla puesto que aludieron que no había pasado su periodo de prueba, por lo que se quedó sin contrato.

Ahora, sin estar vinculada a la empresa, no puede someterse a un ERTE: "No tengo ni derecho a paro ni a subsidio. Tengo cuatro hijos y estoy sola", ha asegurado.

La crisis del COVID-19 ha supuesto un duro golpe para el empleo. El paro sube en marzo 302.000 personas, la mayor cifra de la historia, lo que hace que este mes haya más de tres millones y medio de parados, un 9% más que el mes anterior. Dos de cada tres personas paradas trabajaba en el sector servicios, que en condiciones normales habría repuntado por la semana santa. Se han perdido también 60.000 empleos en la construcción y más de 20.000 en la Insdustria.

Se esperaba un alto dato de destrucción de empleo y así ha sido: 6,6 millones de estadounidenses han solicitado la ayuda al desempleo durante esta semana. Los datos facilitados por la administración pública norteamericana vuelan por los aires el máximo anterior, registrado la semana pasada, donde la mitad de ciudadanos pidieron el subsidio por desempleo.

La economía estadounidense se encuentra casi detenida y los expertos señalan que si la pandemia del coronavirus se sigue extendiendo se entrará en una recesión.