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La cooperante española Juana Ruiz ha sido puesta en libertad condicional después de diez meses encarcelada en Israel. Fue detenida por colaborar con una ONG palestina que las autoridades israelíes consideran ilegal. A su llegada al control militar, donde le esperaba un vicecónsul de la embajada española, ha hablado de lo dura que ha sido su estancia en prisión: "El primer mes casi estuve a punto de rendirme". Ya se encuentra en casa, donde tendrá que cumplir los tres meses de condena que le quedan. Ha agradecido al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, las gestiones hechas por el Gobierno. Piensa ir a España cuando pueda, pero afirma que su casa está en la Cisjordania ocupada, donde lleva viviendo tres décadas.

Informa María Gámez, corresponsal en Oriente Próximo

Escándalo de espionaje en Israel. Un medio acusa a la policía de haber jaqueado los móviles de funcionarios, activistas, periodistas y personas cercanas al exprimer ministro Benjamín Netanyahu. La policía ha abierto unas investigaciones internas y está respondiendo a preguntas ante el parlamento, desde que el medio hebreo 'Calcalist' destapó el espionaje contra ciudadanos israelíes.

Entrevistamos a Francis Ghiles, investigador del CIDOB de la región del Mediterráneo, sobre la decisión del presidente de Túnez de disolver el órgano que nombra a los jueces, el denominado Consejo Superior de la Magistratura.

Hoy arrancamos con el encuentro que han mantenido en Moscú el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo francés, Emmanuel Macron, en torno a la crisis de Ucrania. Hablamos con Francis Ghiles, investigador del CIDOB sobre la región del Mediterráneo, acerca de la decisión del presidente de Túnez de disolver el órgano que nombra a los jueces. Conocemos de la mano de Médicos sin Fronteras la delicada situación que atraviesan los habitantes del campo de refugiados de Drodro, en República Democrática del Congo; y hablamos también de los niños sirios fallecidos por frío en campos de refugiados de Idlib, en Siria, con Blanca Carazo, de UNICEF España.

La capital de Canadá, Ottawa, ha declarado el estado de emergencia ante las protestas que el movimiento antivacunas y grupos radicales, conocido como el 'Convoy por la Libertad', mantienen desde hace más de una semana en el centro de la ciudad.

El alcalde de la capital canadiense, Jim Watson, ha señalado en un comunicado que la situación provocada por las protestas ha causado "la emergencia más grave" que la ciudad ha experimentado en su historia. La declaración de emergencia permitirá a la Policía de Ottawa, que ya ha endurecido su tono contra los manifestantes, obtener material y equipos más rápidamente, ha señalado Watson.

El pasado sábado 29 de enero, un convoy de varios centenares de camiones de alto tonelaje y miles de personas se concentraron frente al Parlamento canadiense en Ottawa convocados por el movimiento antivacunas y grupos extremistas de derecha. Un grupo de más de 200 camiones y centenares de personas han mantenido la protesta, bloqueando algunas de las calles que rodean el Parlamento y causando problemas a los habitantes de la ciudad.

El 'Convoy de la Libertad' comenzó como un movimiento contra la exigencia de vacunación para los conductores transfronterizos. Sin embargo, se ha convertido en un punto de encuentro contra las medidas del primer ministro, Justin Trudeau para luchar contra la pandemia. Los organizadores de las manifestaciones han declarado que no abandonarán su protesta hasta que el Gobierno canadiense levante todas las restricciones impuestas para contener la pandemia. Movimientos similares, de menor envergadura, están teniendo lugar en varias grandes ciudades canadienses, como Toronto, Quebec y Winnipeg.

Miles de jóvenes portugueses sufren varios problemas interconectados y que dificultan muchos de sus objetivos profesionales y vitales, desde su emancipación y su independencia económica, pasando por el desarrollo de la carrera profesional o la formación de una familia. Todas esas metas se ven retrasadas fundamentalmente por dos factores: el paro y la precariedad laboral. El salario mínimo en Portugal es desde este mes de enero de 705 euros, casi 300 menos que en España.

Varios cientos de civiles ucranianos armados con fusiles de madera aprenden las nociones básicas de la guerra en las ruinas de una antigua fábrica de tractores en Kiev. Ante la amenaza de la invasión rusa, el batallón ultranacionalista Azov, integrado en el ejército ucraniano, ha lanzado la convocatoria “No caigas en el pánico, prepárate”.

El llamamiento ha movilizado a miles de residentes en la capital ucraniana para participar en ejercicios de instrucción militar y defensa civil. Más de 500 hombres y mujeres, la mayoría veinteañeros, con el compromiso de defender la patria.

Los voluntarios que llegan a la fábrica se organizan en tres columnas: una para los más experimentados, algunos veteranos del este ucraniano; otra para novatos que quieren aprender elementos tácticos básicos y adiestrarse en el uso de armas; y un tercero, interesado en la defensa civil.

La concentración de más de 100.000 tropas rusas en la frontera ucraniana es una amenaza de "gran envergadura" a la que no se puede dar una respuesta simétrica, afirman los líderes del batallón, ya que "Rusia es una potencia nuclear y su poderío militar y demográfico superavarias veces" el de Ucrania. Ante ello, los voluntarios se multiplican y se ejercitan en largas jornadas invernales para responder a una posible invasión.

Mientras la diplomacia mueve sus hilos para evitar la guerra, en Ucrania crece el temor a una invasión rusa, sobre todo en ciudades como Járkov, que está a solo 30 kilómetros de la frontera con Rusia. Esta ciudad podría ser uno de los principales objetivos en caso de ataque ruso.

El 75% de su millón y medio de habitantes hablan ruso y tienen fuertes vínculos con Rusia. Parte de ellos quieren seguir perteneciendo a Ucrania sin romper esos lazos, pero otros son prorrusos.

FOTO: EFE/Fernando Salcines

La Unión Europea negocia con Estados Unidos y otros productores de gas el suministro de este combustible, un abastecimiento estratégico en el marco de la crisis de Ucrania con Rusia, principal proveedor de muchos países europeos.

"Estamos construyendo una colaboración para la seguridad energética con los EE.UU. , que es primeramente sobre más suministros de gas licuado. Estamos hablando con otros proveedores de gas, por ejemplo Noruega, sobre incrementar los suministros a Europa", ha explicado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Von der Leyen ha asegurado que la empresa estatal rusa Gazprom no ha mostrado interés en aumentar el volumen que suministra pese a los altos precios que se están pagando, y por eso no descarta que Moscú pueda usar el gas como herramienta de presión.

Foto:REUTERS/Nerijus Adomaitis