Así fueron los preparativos para el 11-S. Diecinueve secuestradores. Cinco comandos, aunque uno nunca llegó a actuar. El plan original tenía 11 objetivos, pero el propio Osama Bin Laden lo consideró poco factible y se redujo a cinco.
La idea era de este hombre: el kuwaití Jalid Sheij Mohammed, encarcelado en Guantánamo desde 2006. Fue él quién se lo presentó al líder de Al Qaeda en 1996. Y con su visto bueno se lo encargó a la llamada Célula durmiente de Hamburgo. Jóvenes yihadistas, la mayoría saudíes, que estudiaban en la ciudad Alemana y a los que dirigía el egipcio Mohammed Atta. Eludiendo el radar de los servicios secretos, viajaron a Estados Unidos, y se prepararon. Durante meses realizaron reconocimientos de aviones y aeropuertos. Y se formaron en escuelas de aviación de Florida, con especial dedicación en virajes y despegues, pero ningún interés en los aterrizajes.
"No me sorprendió que Atta estuviera tramando algo terrible, porque no tenía pinta de ser alguien que disfrutara de la vida ", recordó tiempo después el dueño de una de esas academias de vuelo.
Atta viajó a Madrid entre enero y julio, donde se cerraron los últimos flecos. En agosto llegó la autorización final de los líderes de Al Qaeda y a cada comando se le adjudicó un vuelo, un objetivo. Y "la fecha de la Boda", como llamaban al día del ataque
El 10 de septiembre, Mohammed Atta y Abdelazziz Al Omari, miembros del primer comando, alquilaron un coche y condujeron desde Boston hasta Portland. Pasaron la noche los alrededores del aeropuerto. Y a primera hora del 11-S, volaron de nuevo hasta Boston. Allí embarcaron en el vuelo final: el 11 de American Airlines con destino Los Ángeles, que minutos después se estrellaba contra la Torre Norte del World Trade Center. Detrás vendrían los demás. Los que se estrellaron contra la Torre Sur, contra el Pentágono y el que lo hizo en campo abierto por la rebelión de los pasajeros. No alcanzó su objetivo, que en realidad era el Capitolio.
Hace años que Brad Garrett enmarcó su placa de agente especial del FBI. Llegaron a apodarlo 'Doctor Muerte' por todos los homicidios que resolvió. Interrogó a Ramzi Yousef, cerebro del primer ataque contra el World Trade Center, en 1993.
Después de veinte años, la pregunta para muchos ya no es ¿qué hacías cuando cayeron las Torres Gemelas de Nueva York?, sino ¿qué sabes del 11-S? Es la pregunta que le hemos hecho a unos varios jóvenes que nacieron el mismo año de los atentados y que sólo han podido saber de ellos por lo que les han contado o lo que han estudiado.
Foto: Un hombre observa un informativo en una televisión en el parqué de la Bolsa de Nueva York (REUTERS/Brendan McDermid)
Uno de los cambios inmediatos después de los atentados fue el aumento de la seguridad, Y desde entonces ha cambiado nuestra forma de viajar. Se han multiplicaron los controles en los aeroupertos y se han convertido en algo casi rutinario para todos.
FOTO: Varios agentes vigilan en las inmediaciones del lugar donde se ubicaba el World Trade Center, en Nueva York. REUTERS/Jeenah Moon.
El siglo comenzó con atentados yihadistas masivos en Madrid, Londres o París, 20 años después la guerra contra el terror para expulsar a los terroristas de sus santuarios ha tenido como efecto indeseado la extensión del yihadismo a otros países. Ha cambiado el tipo de ataques, ahora cometidos con frecuencia por "lobos solitarios" y proliferan nuevos grupos terroristas en el Sahel, la zona más preocupante por su cercanía a Europa. En la imagen, la ciudad siria de Deir Al Zur, bastión terrorista destruido. FOTO: EFE/Rania Zanoun
En su primer viaje oficial a Pakistán, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se ha comprometido a buscar "vías seguras" para evacuar a los colaboradores afganos que no han podido salir del país, tras la subida al poder de los talibanes. Es la primera visita oficial de un canciller español a Islamabad en 70 años de relaciones diplomáticas.
El desescombro y la limpieza de las ruinas del World Trade Center tardaron ocho meses. Miles de personas participaron en esos trabajos. Muchas, en torno a 3.000, eran inmigrantes sin papeles que, 20 años después, tienen muchos problemas de salud y ningún acceso a la Sanidad. La mayoría no quiso acogerse a las ayudas del Gobierno federal por miedo a ser deportados. Ahora lanzan una llamada de auxilio al Gobierno de Biden. Informa desde Nueva York, Juan Tato.
EE.UU. se prepara para conmemorar el 20 aniversario de los atentados más graves de su historia. Los actos oficiales previstos se vivirán este año en un clima especial. Los supervivientes de aquellos atentados recuerdan con claridad, veinte años después, la tragedia y el impacto emocional que supuso para ellos, con unas consecuencias psicológicas que aún perduran.
Uno de los aviones secuestrado por los terroristas se estrelló contra el Pentágono. Murieron casi doscientas personas, ciento veinticinco de ellas se encontraban en la sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos, entre ellos el entonces subsecretario de defensa, Roger Pardo. Y de la situación en Afganistán se habla hoy en Islamabad. Allí está el ministro español de exteriores José Manuel Albares, que pedirá la colaboración de Pakistán para ayudar a los afganos amenazados por el gobierno talibán.
Analizamos cómo cambió el mundo después de aquel 11S. En Las Mañanas de RNELas Mañanas de RNE hablamos con Javier Solana, exsecretario general de la OTAN y ex alto representante de política exterior de la UE, cargo que ostentaba cuando ocurrió todo.
Se encontraba ese día en Crimea para llevar a cabo una reunión con su presidente. Durante su encuentro, le llegó una llamada explicando lo que pasaba. Tomaron la decisión de volver a Bruselas y allí, en el hangar del aeropuerto, hicieron la primera declaración de la jornada.Las comunicaciones fueron complicadas, y no fue hasta su llegada a Bruselas cuando pudo hablar con el país americano. En Europa, señala que "enseguida hubo un sentimiento de que había que hacer algo que fuera realmente de afecto hacia EEUU". Los norteamericanos se encontraron con la simpatía del mundo, recuerda.
A día de hoy, reconoce Solana que las decisiones que se tomaron no fueron las más adecuadas. "Yo creo que donde seguramente se equivocó EE.UU. fue en crear la idea de la guerra contra el terror. Son 20 años que hemos vivido obsesionados", declara, "algunas cosas se han hecho bien y otras mal". Tras este suceso, "Bush desapareció" y a los mandos quedaron representantes "no de lo más moderado". Afirma que la primera reacción, bombardear Afganistán por la creencia de que había campos de entrenamiento, "es un poco sorprendente". El presidente Joe Biden ha mostrado su interés por descalificar todo lo que está secreto desde ese día, algo que dice, puede desvelar "sospresas importantes" sobre aquellas horas. La UE no dudó, afirma, "se pudo del lado del presidente Bush y de los dirigentes americanos", al igual que lo hizo la alianza atlántica. Las fuerzas europeas han estado "desde el primer día hasta el último".
La salida de EEUU de Afganistán "no ha sido un éxito. Incluso podría decirse que ha sido un cierto fracaso", afirma Solana. "Lo que parecía que se había hecho por parte de sus mejores generales, [...] se disuelve como un azucarillo". "Es muy difícil que ayude a la reconstrucción, sobre todo cuando tú has sido el destructor", aclara sobre el papel del país americano en la zona. Además, Solana cree que la llamada de Xi Jinping al presidente Biden es "interesante" porque refleja que China es un país clave para ayudar en esta situación, y señala que "la solución de Afganistán no pasa por el mundo occidental, tiene que ser resuelto por los países que están alrededor".
Nuestro país ha tenido un papel activo en la evaciación de los colaboradores afganos tras la caída de Kabul y se ha convertido en punto de acogida. Una maniobra que ha gustado a la mayoría de la población, un 48% que considera que el Gobierno ha estado a la altura, frente al 38% que opina lo contrario. Es la conclusión de un estudio de Metroscopia, que realizó más de un millar de entrevistas entre el 2 y el 2 de septiembre. Su director general, Andrés Medina, lo ha explicado en Las Mañanas de RNELas Mañanas de RNE.
"El Gobierno no ha salido debilitado con su actuación", ha concluído, aunque sí lo ha hecho ligeramente la opinión sobre la oposición. 8 de cada 10 españoles no han visto adecuado su proceder, también dentro de sus propios votantes. En términos de opinión pública, ha añadido Medina, el Ejecutivo "se siente más cómodo en aguas internacionales".
En referencia a la acogida de los refugiados, en general, la población "apenas muestra rechazo [...], solo el 18% cree que el número actual de acogidas estén siendo excesivas". Medida ha destacado que son los votantes con enfoques radicalmente diferentes, difieren en su opinión sobre este tema: "Más de la mitad de los votantes de Unidas Podemos consideran que España está acogiendo demasiado pocos, [...] por otra parte más de la mitad de los votantes de Vox considera que son demasiados".
Los españoles enfrentan el próximo curso con una mezcla entre alivio y peocupación. 3 de cada 4 españoles consideran que lo peor ha pasado, una aparente sensación de alivio que convive con la resignación, ha señalado, aunque la mayoría no ven cerca el final de la pandemia "y que habrá que esperar al menos un año más". A pesar de ello, el 80% cree que el tiempo que se abre ahora es positivo, aunque solo 1 de cada 3 lo afronta con ilusión.