El Líbano forma Gobierno con un año de retraso y en medio de una grave crisis

• El primer ministro, Najib Mikati, encabeza un gabinete con 24 ministros en el que hay una sola mujer
• La situación crítica del país se vio agravada con la explosión el pasado año en el puerto de Beirut

El primer ministro libanés, Najib Mikati, llega a su reunión con el presidente del país, Michel Aoun.

El Líbano ha anunciado este viernes la formación de un nuevo Gobierno encabezado por el primer ministro, Najib Mikati, tras más de un año de demoras por falta de consenso político y en medio de la presión por parte de la comunidad internacional ante la profunda crisis económica en el país.

Mikati, musulmán sunita, y el presidente Michael Aoun, un cristiano maronita, firmaron el decreto para establecer el nuevo Gobierno en presencia del chiíta Nabih Berri, presidente del Parlamento, según ha informado la Presidencia libanesa en su cuenta de Twitter. El nuevo gabinete celebrará su primera reunión el próximo lunes.

"El Gobierno se centrará en los intereses del Líbano y cooperaremos con quien sea, excepto Israel, por el interés de la patria", ha anunciado Mikati desde el Palacio Presidencial tras la firma. En un discurso televisado, el político, que ya ostentó este puesto en dos ocasiones en 2005 y 2011, reconoció que el país está pasando por una situación "excepcional" y prometió trabajar para "detener el colapso" y devolver la "prosperidad" al Líbano. Asimismo, aseguró que las elecciones parlamentarias previstas para mayo de 2022 tendrán lugar en el plazo establecido.

Tercer primer ministro en un año

Mikati es el tercer primer ministro designado desde la dimisión del anterior Ejecutivo en agosto de 2020 , tras la explosión que destruyó el puerto de Beirut, y ha logrado un mes y medio después de su nombramiento acordar con Aoun y la miríada de fuerzas políticas libanesas un Gabinete de 24 miembros poco conocidos, con una sola mujer.

El acuerdo se produce tras los contactos impulsados por Francia, que ha liderado los esfuerzos para que los líderes libaneses formen Gobierno y den inicio a las reformas necesarias para remontar una complicada situación, que se vio empeorada notablemente tras la explosión que destruyó el pasado año el puerto de Beirut.

La crisis que vive el Líbano, que ha llevado a la pobreza a tres cuartas partes de su población, es la mayor amenaza que vive el país desde la guerra civil que se desarrolló entre 1975-1990.

La situación llegó a un punto crítico el pasado mes de agosto, cuando la escasez de combustible trajo consigo la paralización de gran parte del país, lo que provocó numerosos incidentes de seguridad.