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Masas ingentes de personas se echaron a las calles de todo Egipto para tratar de resolver en ellas la aguda crisis política que sufre el país, dividido entre seguidores del presidente Mohamed Mursi y sus detractores. Los pocos transeúntes y vehículos que circulaban en El Cairo se dirigían a alguna de las tres grandes concentraciones en la capital a favor y en contra de Mursi, que congregaron a un número de gente sin apenas parangón desde la revolución que desbancó del poder a Hosni Mubarak, en febrero de 2011. El Frente opositor de Salvación Nacional (FSN), pidió que sigan las manifestaciones hasta que renuncie Mursi.

Decenas de miles de personas han tomado pacíficamente el centro de El Cairo para pedir la dimisión del presidente egipcio, al que acusan de seguir los dictados de los islamistas y de no atajar los problemas económicos y de seguridad del país. La ciudad está tomada por los manifestantes anti y pro-Morsi y por la policía que vigila las marchas desde tierra y desde el aire.

En su toma de posesión hace un año, Mohamed Morsi dijo que sería el presidente de todos los egipcios y construiría un nuevo Egipto de libertad democracia y estabilidad pero sus pasos parecen alejarle cada día más de su promesa.

La plaza de Tahrir se ha llenado ya de gente, a la espera de las manifestaciones de la oposición de esta tarde. Se cumple hoy un año con Morsi como presidente, y la oposición pide su dimisión y la convocatoria de nuevas elecciones. Le acusan de seguir las directrices de los islamistas y de los Hermanos Musulmanes. En el descontento popular también ha influido el deterioro de la situación económica.

  • Millones de egipcios piden la salida de Morsi y la convocatoria de elecciones
  • Los partidarios del presidente defienden la legitimidad de las urnas
  • Morsi cumple un año de gobierno con una sociedad profundamente dividida

Egipto aguarda en un ambiente cargado de tensión las manifestaciones previstas para mañana, en el primer aniversario de la toma de posesión de Mursi. El país está profundamente dividido entre partidarios y detractores del presidente islamista. La oposición asegura haber recogido 22 millones de firmas para que se vaya.

En Brasil, se han vuelto a repetir los enfrentamientos durante la semifinal de la Copa Confederaciones. En las inmediaciones del estadio donde jugaban Italia y España, un grupo de violentos intentó romper la barrera policial para acceder al campo. En otros puntos del país han continuado las manifestaciones pacíficas.

Las inmediaciones de un estadio de fútbol en Brasil se convirtieron hoy una vez más en área de conflicto entre la Policía y los manifestantes, que aprovechan la atención por la Copa Confederaciones para airear sus reclamaciones. Después de los graves disturbios ocurridos el miércoles en Belo Horizonte, donde se disputó el partido semifinal entre Brasil y Uruguay, hoy los enfrentamientos más graves ocurrieron cerca del estadio Arena Castelao, en Fortaleza y donde jugaban España e Italia.

Nueva jornada de manifestaciones en Brasil. Hay protestas convocadas en 20 ciudades . La policía brasileña reprimió hoy con gases lacrimógenos y balas de goma a un grupo de manifestantes que insistía en aproximarse al estadio Arena Castelao de la ciudad de Fortaleza, en el que España e Italia se medirán este jueves por semifinales de la Copa Confederaciones