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El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que inyectará toda la liquidez en dólares que necesite la banca de la zona euro, en vista de las tensiones en el mercado de dinero y las dificultades de las entidades para obtener financiación, en una operación coordinada con otros cuatro bancos centrales: el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón y el Banco Nacional Suizo y la Reserva Federal estadounidense (Fed), que es quien proporcionará las divisas. Según los analistas consultados por TVE, esa acción conjunta saca de un serio apuro a los bancos europeos. En especial, a los franceses quienes, al parecer, se estaban quedando sin 'billete verde' y tienen que devolver préstamos a la vuelta de la esquina en la divisa estadounidense. Este jueves, el BNP Paribas ha subido un más de un 13%. La banca ha impulsado a los mercados, que han acogido con euforia la medida. El grueso fundamental de la operación la llevan el Banco Central Europeo y la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos), pero se han puesto de acuerdo con los otros tres grandes organismos emisores del mundo para que la medida sea más efectiva. Además, en las nuevas operaciones de liquidez también participarán los bancos centrales de Suiza e Inglaterra que, según anuncian en sendos comunicados emitidos, también ofrecerán dólares a las entidades que lo deseen. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha bendecido la operación. "Hay un camino hacia la recuperación pero requiere un compromiso político firme, no sólo de un país en particular sino de muchos paises, también es necesaria una acción determinante de los bancos centrales. Ya hemos visto un ejemplo", ha afirmado.

Se entiende por eurobonos los títulos de deuda respaldados por todos los países miembros de la zona euro. De crearse, desaparecerían las emisiones de deuda de cada estado miembro. Es decir, que ni España ni Francia ni Finlandia harían ya subastas de letras a tres meses o de bonos a cinco años. Para que salgan adelante tendría que haber más integración en la Unión Europea. Las economías de los 17 países miembros de la moneda única deberían tener una política fiscal común dictada por un Ministerio de Finanzas supranacional. Además, se tendría que crear una agencia de deuda europea que gestionara la emisión de bonos. Las primas de riesgo desaparecerían tal y como las entendemos ahora. En estos momentos, la prima de riesgo es el diferencial del bono a 10 años de cualquier país con el de Alemania. Según Juan Ignacio Crespo, analista económico, se compararía el bono europeo a 10 años con el bono de Estados Unidos.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha pedido más gobernanza económica en la UE y ha destacado que "el euro es nuestra bandera" en una rueda de prensa, tras entrevistarse con Van Rompuy. Berlusconi aboga por defender el euro "con una sola voz" y ha señalado la necesidad de adaptar la edad de jubilación a la esperanza de vida. El cavalieri ha solicitado que la UE fije el límite para poder acceder a una pensión, evitaría así el coste electoral que la medida ha supuesto a otros jefes de gobierno, como José Luis Rodríguez Zapatero.

La ecuación griega se complica y los líderes europeos tratan de despejar la mayor incógnita: si Atenas conseguirá pagar lo que debe. Van Rompuy augura tiempos difíciles, Trichet confía en que Grecia cumpla con sus compromisos de ajuste fiscal para seguir recibiendo ayuda, y Merkel y Durao Barroso guardan silencio después reunirse, aunque piden a todos los miembros de la Eurozona que aprueben la reforma del fondo de rescate.

Bruselas descarta la suspensión de pagos de Atenas. Pero los datos no despejan las dudas: un informe de la Comisión Europea asegura que el déficit griego se mantendrá por encima del 9% este año y el que viene. El primer ministro, Yorgos Papandreu, asegura que el país no caerá, que no habrá quiebra, y confirma que llegarán hasta el final con los ajustes necesarios.

Mientras, su secretario de Estado de Finanzas alerta de que las arcas públicas de Atenas se quedarán vacías en octubre y que sin ayuda, no podrán pagar pensiones ni sueldos de funcionarios. Los supervisores del rescate, los que deben aprobar el ansiado sexto tramo de ayuda para espantar el fantasma de la quiebra, vuelven el miercoles a Atenas.

Todo esto, un día después de que el Gobierno griego aprobase medidas extraordinarias: los alumnos de colegios, institutos y universidades tendrán que pagar los libros. Además, habrá un impuesto para todos los que tengan una propiedad inmobiliaria -unos 400 euros por una vivienda de 100 metros-.

El reloj no se detiene. A finales de octubre, los presupuestos griegos para el próximo año. El equipo de Papandreu ya ha empezado a buscar apoyos en el parlamento para sacarlos adelante.

La presión de los mercados no cesa. Tras el batacazo que sufrieron el lunes, las bolsas europeas han cerrado la sesión del martes con pérdidas. La apertura en negativo de Wall Street, superior al 2%, y ha acabado de arrastrar a los parqués europeos. El mercado estadounidense vive su peor inicio de septiembre desde 1974. Así, el Ibex-35 ha cerrado con una caída del 1,61%, perdiendo de esta forma la cota de los 8.000 puntos (7.936,40), su nivel más bajo desde el 31 de marzo de 2009, cuando acabó en 7.815 puntos. Las pérdidas acumuladas este año en Madrid crecen hasta el 19,5%. El resto de plazas también han acabado en rojo: Fráncfort se ha dejado un 1%; París ha perdido el 1,13%; y Lisboa, que retrocedía un 2,47%. La que ha salvado los muebles ha sido Londres, que ha cerrado con una subida del 1,06%, pese a que la UE ha ratificado el estancamiento de la economía europea.También en negativo Milán, que ha cedido un 1,98% a pesar de que el Gobierno de Berlusconi ha anunciado una nueva versión del segundo plan de ajuste, contra el que ha habido una huelga general, que incluye la subida del IVA y la inclusión de una 'regla de oro' en la Constitución para limitar el gasto, tal y como está haciendo España.

La economía de la Unión Europea (UE) y la zona euro creció en el segundo trimestre de este año un 0,2% en relación al trimestre anterior, según datos de la agencia europea de estadística, Eurostat, lo que confirma las primeras estimaciones realizadas en agosto que ya apuntaron a una ralentización de la actividad económica afectada, sobre todo, al frenazo de Alemania (0,1%) y el estancamiento de Francia. En tasa interanual, comparado con el segundo trimestre de 2010, el crecimento en la zona euro fue del 1,6% y del 1,7% en la UE-27. Ambas zonas crecieron 2,4% en el primer trimestre en tasa interanual.

Las bolsas europeas abren la semana como cerraron la anterior: con fuertes pérdidas. Los números rojos han teñido los parqués de todo el Viejo Continente, con el sector bancario liderando los descensos, por la posibilidad, apuntada por el FMI, de que la economía mundial entre de nuevo en recesión. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha desechado la posibilidad de que la UE entre en crisis poco después, pero eso no ha calmado a los mercados europeos de renta variable. Tampoco han tenido tregua las primas de riesgo de los países periféricos de la zona euro, que se han disparado. La española se ha establecido en el entorno de los 340 puntos básicos a pesar de que el BCE compró la última semana más bonos en el mercado secundario (13.305 millones). Así, el principal indicador de la Bolsa española, el Ibex-35, ha cerrado con una caída del 4,69% y se ha quedado en los 8.066,5 puntos, en línea con los descensos del resto de mercados europeos, que también han terminado la sesión con grandes pérdidas. Fráncfort se ha desplomado un 5,28%; París ha perdido el 4,73%; Londres, que ha recuperado al final algo, el 3,58%; Milán, el 4,83%; Lisboa, el 2,82%; y Atenas, un 3,74%.

Este miércoles el Senado votará la reforma de la Constitución que el Congreso aprobó el pasado viernes, y que limita el déficit del Estado, tal y como exige Bruselas. Un límite que, desde que se fundó el euro, no ha podido cumplir casi ningún país.

El déficit público de Alemania registró en el primer semestre de 2011 una fuerte caída hasta situarse en el 0,6% del Producto Interior Bruto (PIB), ha anunciado este jueves la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Berlín ha recordado que, en el primer semestre de 2010 el déficit público de Alemania alcanzaba el 3,1% de su PIB y que, en el segundo semestre, se ha disparado incluso hasta el 5,4%. La oficina de estadística germana ha subrayado que se trata del porcentaje de déficit más bajo desde la primera mitad de 2008, antes de producirse la crisis financiera y económica mundial. Los técnicos estadísticos alemanes han señalado que en la primera mitad del presente año el Estado alemán tuvo unos ingresos de 562.300 millones de euros, unos 31.900 millones de euros más que en el mismo semestre de 2010, lo que supone un incremento del 6%. Asimismo ha subryado que, frente al apreciable incremento de los ingresos públicos, el gasto aumentó en el mismo plazo en un 3%. Este dato hace que Alemania retorne holgadamente a los criterios de Maastricht -que establece un déficit máximo del 3%- y confirma el relanzamiento de su economía que, no obstante, sufrió una fuerte desaceleración en el segundo trimestre del año, punto que también ha confirmado Destatis: el PIB solo aumentó un 0,1% en el segundo trimestre de 2011 frente al primero, cuando se esperaba un crecimiento del 0,5%.