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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirigió a la nación con un mensaje de 9 minutos desde el despacho oval retransmitido por todas las grandes cadenas en horario de máxima audiencia. Una alocución para alertar de que hay una crisis creciente en la frontera con México. Un día después, la prensa se pregunta si de verdad existe una crisis y desmonta parte de su argumentario. Trump defiende que llegan cada vez más inmigrantes sin papeles, pero las detenciones en la frontera han bajado, hay cuatro veces menos que en el año 2000. Dice que miles de estadounidenses son y serán brutalmente asesinados. Sin embargo, las estadísticas muestran que los inmigrantes cometen menos crímenes que los nacidos en Estados Unidos.

Donald Trump, que, como se avanzaba, no ha declarado el estado de emergencia ante la presión migratoria en la frontera sur, ha dejado pocas o más bien ninguna novedad en los 10 minutos que ha durado su alocución. Insiste en diagnosticar que su país atraviesa una crisis de seguridad creciente y que la inmigración descontrolada daña a todos los estadounidenses. Por eso vuelve a solicitar esa partida presupuestaria multimillonaria que el Congreso se niega a desbloquear y que mantiene el cierre parcial del gobierno.

Son imágenes del rescate de los cuerpos de los tres monteñeros catalanes y su guía peruano que murieron el domingo sepultados por una avalancha en los Andes peruanos. Descendían de la cima del pico Nevado Mateo, a 5.000 metros de altura. Otro compañero logró salir con vida y fue a buscar ayuda. Los tres montañeros españoles eran de Cerdanyola y Sant Cugat del Vallès, dos municipios cercanos a Barcelona. Allí han guardado hoy sendos minutos de silencio.

La ONG Survival dice que el presidente de Brasil, Jail Bolsonaro, ha comenzado una guerra contra los indígenas después de que una de sus primeras medidas haya sido la transferencia de las reservas donde habitan al ministerio de cultura. Hablamos con una de sus portavoces, Sara Schenker.

El gabinete del nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha anunciado que despedirán a todos los funcionarios y empleados públicos con ideas afines al Partido de los Trabajadores.  En su primera reunión, los 22 ministros de Bolsonaro han acordado además eliminar la secretaría de diversidad, delimitar los territorios indígenas o vender los edificios públicos y privatizar la gestión de las infraestructuras.