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Una vez concluído el desembarco del Open Arms y a la espera de una decisión sobre el reparto de migrantes, las críticas a la gestión de la crisis llegan por todos los flancos, por un lado PP y Cs piden una comparecencia urgente del presidente del gobierno en funciones. Por otro lado, a estas horas, frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, sindicatos, partidos de izquierda y organizaciones sociales se concentran en señal de solidaridad con los barcos que rescatan a migrantes en el Mediterráneo. Allí está Noemí Martínez.

La medida saldrá publicada este viernes y entrará en vigor 60 días más tarde. De esta forma se pone fin al llamado Acuerdo de Flores que, desde 1997 establece medidas de protección para niños migrantes no acompañados, desde prestaciones sociales a un período de detención máximo de 20 días.

Los inmigrantes del Open Arms ya están en tierra firme, pero los de Ocean Viking no. A bordo de este barco de Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterraneé permanecen más de 350 personas desde hace dos semanas.

Marc Carbonell, miembro del equipo de rescate de ese barco, ha explicado en Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso que "la tensión crece, también la inseguridad y la confusión" en el barco en el que hay a bordo personas que ha sufrido torturas, violencia sexual y psicológica.

Carbonell admite que no es una opción entrar en un puerto sin permiso y que deben ser las autoridades las que den una solución.

"Estamos en contacto con las autoridades de la zona", ha explicado.

Miramos de nuevo al Mediterráneo, pero no a sus aguas sino a la isla italiana de Lampedusa, donde esta madrugada atracaba finalmente el buque Open Arms, desembarcando a 83 migrantes. Así lo decretaba la justicia italiana poniendo fin a una crisis de 19 días que ha propiciado la disputa diplomática entre España e Italia por la negativa de Roma a permitir que el barco atracase en sus puertos. El buque ha quedado incautado.

Después de 19 días atrapado en el Mediterráneo, el Open Arms ha desembarcado en el puerto de Lampedusa a los 83 migrantes que quedaban a bordo gracias a una orden judicial que ha puesto fin a una crisis humanitaria y política, que ha dejado en evidencia la falta de una política migratoria común europea.

Lo último del Open Arms es que nueve personas que estaban a bordo se han lanzado al agua y según la ONG la situación está completamente descontrolada. Italia ha ofrecido un barco para llevar al centenar de inmigrantes a España y el Gobierno español se ha comprometido a ofrecer una nueva propuesta.

19 días lleva ya el barco Open Arms sin poder desembarcar al centenar de migrantes que todavía siguen a bordo. A 800 metros de la costa de Lampedusa, Italia mantiene su negativa a recibirlos y España le ofrece dos puertos en Baleares pero la ONG Proactiva Open Arms asegura no poder emprender de nuevo viaje por mar y propone que sean trasladados en avión desde Sicilia hasta Madrid.

Mientras, todo un movimiento social sigue pidiendo en redes un puerto seguro ya. En el Parque del Retiro, en Madrid, Amnistía Internacional está realizando un acto simbólico para reivindicarlo. Allí está Noemí Martínez con Maribel Tellado, responsable de campañas de Amnistía Internacional y con Rosela, activista y socia de Amnistía Internacional.

Las de los migrantes del Open Arms son historias de huida desesperada y ese es también el caso de Mohamad, que arribó a Europa tras abandonar la franja de Gaza. Con el hermano de Mohamad ha hablado nuestra corresponsal en Jerusalén, Cristina Sánchez.

Miramos de nuevo al Mediterráneo, en cuyas aguas continúa, y ya son 19 las jornadas. el buque Open Arms con casi un centenar de migrantes a bordo. La ONG insiste en atracar en la isla de Lampedusa, el puerto más cercano a su posición y el que considera más seguro; Italia mantiene bloqueada su frontera, y España sigue ofreciendo sus puertos a los que los responsables del operativo entienden no pueden llegar garantizando la seguridad de los migrantes, cada vez más desesperados.