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Eduardo Moyano ha reunido en su nuevo libro más de 200 películas que tratan sobre el fenómeno migratorio en Europa, América Latina y Estados Unidos. El periodista ha elegido para la obra el título del filme La piel quemada de Josep Maria Forn porque para él es de lo mejor que se ha hecho nunca en cine sobre emigración. Moyano ha destacado que rompió con la tónica de la época y mostró el contraste que se vivió en España en los años 60 entre los turistas que llegaban y los emigrantes que buscaban un medio de vida en un lugar nuevo (01/06/16).

Al menos 700 personas han muerto en los últimos días en el Mediterráneo en diversos naufragios, según estimaciones de las organizaciones no gubernamentales basadas en testimonios de los supervivientes. Médicos sin Fronteras eleva la cifra a los 900.

En los últimos días se han confirmado tres naufragios. El último ocurrió el pasado jueves. Las estimaciones iniciales hablaban de 400 muertos cuando la barcaza volcó. Sin embargo, el domingo ACNUR calculó que a bordo iban 670 pasajeros, entre ellos mujeres y niños, y que por tanto la cifra real de ahogados podría estar cerca de los 500.

Algunos de los supervivientes que han llegado a puerto italiano en las últimas horas han asegurado a las organizaciones que les han asistido que al menos otra embarcación, de la que se tenía noticia, también se ha hundido.

La ruta del Mediterráneo central, que une la costa norteafricana con Italia a través del Canal de Sicilia, es la más letal para los refugiados y migrantes que huyen de conflictos armados o del hambre. Sin embargo, cientos de personas siguen intentándolo, aprovechando el buen tiempo y forzados por el cierre de la ruta de entrada a través de Grecia.

El comisario de Migración, Dimitris Avramopoulos, ha explicado que el reglamento de Dublín va a ser reformado para adoptar un sistema automático de cuotas de reparto entre los Veintiocho cuando algún estado miembro afronte un flujo migratorio inesperado, como ocurre con la actual crisis de refugiados que afecta sobre todo a Grecia e Italia.

La propuesta mantiene el principio del país de entrada, según el cual el responsable de tramitar la demanda de asilo es el país por el que el refugiado ha accedido a territorio comunitario. Pero, en el caso de que un país vea rebasada su capacidad de acogida en un 150%, se activará el citado mecanismo automático de reparto entre los socios comunitarios.

La capacidad de acogida será calculada en función de la población y del PIB (con un peso del 50% cada uno).

"El viejo reglamento de Dublín ha muerto de muerte natural porque no podía funcionar", ha explicado Avramopoulos.