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El laberinto de la guerra de Siria se complica todavía más tras el bombardeo, por aviones del régimen, de Hasaka, una ciudad situada al noreste del país, en la zona controlada por las fuerzas kurdas, aliadas de EEUU.

La crueldad de la guerra en Siria se llama hoy Omran Daqneesh. Tiene cinco años y este jueves salvó la vida de milagro en un bombardeo del Ejército de Bachar al Asad sobre un barrio rebelde de la asedida ciudad de Alepo. Su imagen, sentado solo al fondo de una ambulancia, ensangrentado y polvoriento de la cabeza a los pies, pone de manifiesto la realidad de las miles de personas que siguen atrapadas en uno de los conflictos armados más sangrientos de este siglo.

  • Omran Daqneesh, de 5 años, ha sobrevivido a un bombardeo del Ejército
  • Su imagen, desorientado y sentado en una ambulancia, se convierte en un icono
  • La cruenta lucha entre el régimen y los rebeldes asfixia a la población civil
  • La ONU pide una tregua de 48 horas para atender a dos millones de personas

En un comunicado la coalición dice que el objetivo ahora es liberar la villa de Al-Bab, al norte de Alepo, una vez que ya han logrado hacerse con el control de la estratégica ciudad de Manbij, próxima a la frontera turca. Era el paso que utilizaban los yihadistas para llevar suministros a Raqqa, capital del autoproclamado Califato. Los residentes de Manbij siguen celebrando en las calles la huida de sus opresores

Se disputan desde el año 2012 rebeldes y régimen. Los grupos armados opositores han logrado en los últimos días avances significativos, aunque el gobierno de Bachar al Assad lo niega. Escenas de euforia en Alepo. Los rebeldes han conseguido romper el cerco de las tropas de Al Asad, y abrir una nueva vía de suministros, tras pasar un mes asediados.

La ciudad siria de Alepo está siendo el escenario de una de las mayores batallas, hasta la fecha, entre los rebeldes y el Ejército sirio. Los primeros lanzaron el domingo una amplia ofensiva para intentar romper el cerco de las Fuerzas Armadas entorno a sus feudos en esta ciudad del noroeste del país, capital de la provincia del mismo nombre. Los rebeldes intentan conectar los sectores que aún controlan en el este de la ciudad, donde viven unos 250.000 civiles, con sus posesiones en el oeste de Siria. El Ejército, con la ayuda de la aviación rusa, cortó la semana pasada la principal vía de comunicación de estas bolsas de combatientes rebeldes, y ahora intenta desbaratar la ofensiva. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, con sede en Londres) ha asegurado que la ofensiva rebelde es la mayor hasta el momento, con combates en los principales frentes de la ciudad. Una fuente rebelde citada por Reuters asegura que los opositores han desplegado unos 10.000 combatientes y 95 tanques, además de cientos de vehículos con lanza-cohetes, para lo que ha llamado la "gran batalla épica de Alepo".

En Alepo hay un cuarto de millón de sirios atrapados y totalmente aislados en los barrios controlados por los rebeldes sirios. La apertura de corredores humanitarios, que niega la oposición, podría ser solo una estrategia.