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Juan José Ellakuria, padre de Iñaki, el joven español herido en el atentado de Berlín, ha asegurado que su hijo se encuentra "más o menos bien" tras haber sido operado de varias fracturas.

"Estamos aquí, con él, y para adelante, va saliendo. Son fracturas, 'chapa y pintura'", ha dicho el padre en declaraciones al programa de TVE Los Desayunos. Sobre el posible alta, sin embargo, asegura que "todavía ni hemos hablado con los médicos, hay que esperar".

Los padres del joven vasco no han hablado con él sobre el momento del atentado. "No estamos hablando mucho del tema, se le vino el camión encima. La gente de todos los puestos navideños y los que estaban ahí se volcaron y les ayudaron. Iñaki, al no ser grave, se tiró más tiempo esperando la asistencia".

  • La detención de un refugiado como sospechoso de ser el conductor del camión pone en cuestión la imagen de los inmigrantes
  • El centro de Tempelhof, donde se alojaba, ha sido registrado por la policía
  • Ibrahim, un refugiado sirio, pide que no se "generalize" con los refugiados
  • Más de un millón de personas han llegado a Alemania en los dos últimos años

Moscú está convencido de que el asesinato de ayer pretende torpedear las relaciones entre Rusia y Turquía. Pero las autoridades rusas han dejado claro que apuestan por incrementar la colaboración con Ankara para buscar una salida al conflicto sirio. Expertos rusos han viajado a Turquía para colaborar en la investigación del atentado, según ha anunciado el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. El ministro ha subrayado que "lo importante es saber quién está detrás de este crimen".

El objetivo de los atacantes, según Lavrov, era "socavar el proceso de normalización de las relaciones entre Rusia y Turquía con el objetivo de frustrar la lucha eficaz contra el terrorismo en Siria". Lavrov ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo turco, Mevlüt Cavusoglu, en la que ambos han mostrado su voluntad de combatir el terrorismo.

Las relaciones bilaterales entre Rusia y Turquía han vivido en estos últimos años uno de sus períodos más turbulentos, especialmente tras el derribo a finales de 2015 de un bombardero ruso en la frontera turco-siria, aunque en los últimos meses ha habido un nuevo acercamiento. Este martes está convocada en Moscú una reunión de los jefes de la diplomacia de Rusia, Irán y Turquía para discutir la guerra en Siria. Los dos primeros países apoyan a Bachar al Asad mientras Turquía apoya a los rebeldes.

No hay autoría oficial del atentado de ayer, pero en la mente de todos los analistas cobra peso la tesis del terrorismo islamista. Hace una semana, un niño de doce años radicalizado por alguien del Daesh resultó ser el responsable de dos atentados frustrados con bomba. En febrero una joven de 16 años apuñaló a un policía en Hanover, también alentada por el Daesh. En julio un atentado en la ciudad de Ansbach dejó quince heridos. Y otro en un tren de cercanías, cinco. En ambos casos perpetrados por jóvenes inspirados por el Daesh. Ninguno había ido a Siria o ningún feudo yihadista. Lo llaman resistencia sin liderazgo.

El estudiante de Económicas, de 21 años, ha despertado a última hora de la mañana de la intervención quirúrgica a la que se le sometió en el centro Vivantes Wenckelbach de la capital alemana por sus fracturas en la tibia y el peroné de la pierna izquierda, en el empeine de la pierna derecha y por varias fisuras en la cadera.

Los investigadores dudan de que el único detenido hasta ahora, un solicitante de asilo de origen paquistaní, sea el autor, según ha señalado el fiscal federal alemán, Peter Frank, quien tampoco descarta que el atentado pueda ser obra de un grupo de personas. De hecho, la Policía ha pedido que se extreme la alerta ante la posibilidad de que el verdadero autor esté aún libre y armado.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha confirmado que el atropello mortal en un mercadillo navideño en Berlín fue un atentado terrorista.

"Este hecho será esclarecido en todos sus detalles (...) aún no tenemos todos los datos pero tenemos que asumir que se trata de un atentado terrorista", ha declarado la canciller en una comparecencia sin preguntas este martes.

Merkel ha lamentado también que el principal sospecho del atropello sea "una persona que había pedido protección de asilo en Alemania", confirmando así lo que han publicado varios medios de comunicación.

"Es especialmente repelente que se haya abusado de la confianza de las personas que se han ocupado de los refugiados. Hay refugiados de buena fe que intentan integrarse en Alemania", ha añadido la canciller.

Merkel ha mostrado su confianza en que la investigación esclarecerá lo sucedido y ha pedido a sus conciudadanos que continúen celebrando la Navidad pese a la tristeza.

"El miedo no nos va a paralizar (...) encontraremos la fuerza para vivir como queremos vivir en Alemania, libres y unidos unos con otros", ha añadido. 

El atropello ha costado la vida a una docena de personas y ha causado heridas a otras 48, entre ellas un español.

En Ucrania, la situación es de gran incertidumbre. Un día después del acuerdo alcanzado con el presidente, hay un vacío de poder, las instituciones del Estado están en manos de los opositores y el presidente Yanukóvich está en una ciudad del este del país, cerca de Rusia. Rusia acusa a la oposición de no cumplir el acuerdo alcanzado y respaldado por tres ministros de la Unión Europea.