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Varios países bañados por el Caribe como Cuba, Puerto Rico y México sufren estos días la mayor nube de polvo del Sáhara que han visto en décadas, hasta el punto de que la calidad del aire está en niveles peligrosos para la salud. Una gruesa capa de fino polvo sahariano ha cruzado el Atlántico y recorrido miles de kilómetros hasta alcanzar las aguas caribeñas, tiñendo de un gris plúmbeo el cielo.

El avance de esa nube de polvo se ha seguido desde el espacio por el satélite Suomi NPP y una animación que ha hecho pública la NASA. La nube de polvo se formó a partir de fuertes corrientes atmosférica ascendentes unidas a los vientos predominantes que la empujaron hacia el oeste, haciéndola cruzar el Atlántico hasta el Caribe y, de ahí, hacia el sur de Estados Unidos, donde llegará en las próximas horas.

Estados Unidos comienza la reapertura tras alcanzar más de 2 millones de casos de coronavirus en el país. Aunque el gobernador de Texas sigue recomendando quedarse en casa después de que su estado esté batiendo día tras día su récord de nuevos casos, aunque de momento no se ha planteado volver a cerrar. Mientras, en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut han anunciado cuarentenas a los viajeros procedentes de zonas con rebrotes. Estados Unidos ha registrado su peor día de nuevos contagios desde finales de abril, un aumento perturbador describe el epidemiólogo de referencia, varios expertos no lo atribuyen a una segunda oleada, sino a que el país aún no ha salido de la primera.

Un terremoto de magnitud 5,8 ha sacudido en la tarde de este miércoles el estado de California, en Estados Unidos (EE.UU.). El seísmo tiene su epicentro a 17 kilómetros al sur suroeste de la localidad de Lone Pine y se produce un día después del temblor de magnitud 7,5 registrado en México en el que han perdido la vida al menos 6 personas y ha causado múltiples daños materiales.

Los servicios municipales de Palma han tenido que limpiar la estatua de Junípero Serra, horas después que apareciera manchada con pintura roja como símbolo de un supuesto legado de sangre y con una pintada que ponía “racista”.

Las estatuas del santo mallorquín ubicadas en California se han convertido en uno de los objetivos del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan). Esta oleada de protestas contra el racismo, después del asesinato a manos de la policía de George Floyd en Mineápolis, ha abierto también el debate sobre la presencia de estatuas que recuerda a personajes históricos en las calles que no pasarían el juicio moral en la actualidad.

En Palma, la escultura de Junípero Serra está ubicada en el casco antiguo ante la iglesia gótica de Sant Francesc y fue encargada en el tardofranquismo, en los años 60, para celebrar el 250 aniversario del nacimiento del fraile mallorquín. Buscaba ser un reclamo para el turismo americano. La imagen representa al franciscano con una cruz en la mano y un niño indígena a su lado desnudo.

Policías federales han evitado con cargas que manifestantes derribaran la estatua situada frente a la Casa Blanca de Andrew Jackson, presidente de Estados Unidos entre 1829 y 1837, en el marco de las protestas raciales que sacuden el país. Los manifestantes habían colocado ya cuerdas y cadenas en la estatua ecuestre cuando los policías dispersaron la protesta haciendo uso de gases lacrimógenos. La estatua de Jackson se erige en el parque Lafayette, epicentro de las protestas raciales en Washington por su ubicación, justo enfrente de la residencia que ocupa Donald Trump.

Las protestas contra el racismo sistémico tras la muerte de George Floyd siguen salpicando los Estados Unidos. La la petición de retirada o el intento de derribo de estatuas afecta a distintas ciudades y estados, que piden una revisión histórica de personajes con un pasado racista.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no consiguió llenar su mitin en Tulsa a pesar de que había estado presumiendo previamente de que contaba con cerca de un millón de conformaciones de asistencia al acto de campaña. El escenario, con capacidad para 19.000 personas, tuvo que ser desmontado. Se piensa que muchos de los usuarios que pidieron sus entradas lo hicieron por una artimaña organizada en la plataforma de redes sociales TikTok.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha retomado este sábado sus mítines de cara a las elecciones de noviembre salpicado de polémica al asegurar que pidió que se frenaran los test para reducir los casos de coronavirus que ya superan los dos millones de afectados y las 119.000 muertes en el país. Durante su intervención, el presidente estadounidense también ha arremetido contra el aspirante demócrata Joe Biden al que ha acusado de ser una "marioneta" de la "izquierda radical". "Los demócratas quieren llenar los tribunales de extremistas", ha añadido Trump.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha retomado este sábado su campaña electoral de cara a la cita de noviembre con un mitin en Tulsa, Oklahoma. Trump, que no llenó el pabellón donde se celebró el acto, criticó los excesos de las recientes protestas antirracistas y defendió su gestión del coronavirus. En su defensa, admitió que pidió que se frenaran los test para reducir los casos de coronavirus que ya superan los dos millones de afectados y las 119.000 muertes en el país.