La escritora estadounidense Toni Morrison, la primera mujer negra que ganó un premio Nobel de Literatura, falleció este lunes a los 88 años en un hospital de Nueva York.
Wall Street se recupera después de la intervención de China para estabilizar el yuan
- Las Bolsas europeas, sin embargo, vuelven a cerrar en números rojos por el temor a la guerra de divisas
- El asesor económico de Trump asegura que están dispuestos a retomar las negociaciones con Pekín
El economista Rafael pampillón, profesor en el IE Business School, ha señalado que la guerra comercial entre Estados Unidos y China es un foco de incertidumbre que perjudica a la economía global, lo que puede afectar a España, aunque también ha resaltado que abre "oportunidades de negocio" que las empresas españolas pueden aprovechar.
La luz de las velas ilumina El Paso estos días, después de la matanza del pasado sábado. Esta es la consigna que ha nacido para plantar cara al racismo: El Paso strong, El paso fuerte. La comunidad hispana expresa su inquietud ante la visita de Trump prevista para este miércoles.
China ha dado un paso más en la guerra comercial que libra con Estados Unidos al permitir que su moneda se devalúe hasta niveles inéditos en los últimos once años. El movimiento -respuesta al anuncio la semana pasada del presidente de EE.UU., Donald Trump, de imponer nuevos aranceles a productos chinos- ha provocado caídas generalizadas en las Bolsas mundiales, que temen que cada vez esté más lejos un acuerdo que ponga fin al enfrentamiento entre las dos principales economías.
Rebajar el valor de una moneda hace que una economía sea más competitiva hacia el exterior y favorece las exportaciones, pero puede traer problemas al país, sobre todo en dos aspectos: el encarecimiento de las importaciones -especialmente importante es en el caso de la factura del petróleo- y en el de la fuga de capitales que se puede dar, lo que afectaría a la estabilidad financiera.
Además, el banco central chino "no permitirá que el yuan se debilite demasiado" porque tendría "efectos graves y desestabilizadores en la economía" en un contexto de desaceleración, advierte Stephen Innes, analista de Vanguard Markets, según recoge AFP. De hecho, Pekín ha estado buscando consolidar su moneda en los últimos años después de la inestabilidad financiera sufrida en 2015.
La guerra comercial entre ambos países se inició en febrero de 2018 y, desde entonces, ha tocado varios puntos. El más importante, la imposición de aranceles fijada por EE.UU. en diferentes fases, respondida por China de forma inmediata. Pero también ha afectado a otros sectores, como la tecnología -con Huawei como gran damnificada- y la suspensión de compra de productos agrícolas estadounidenses.
Toda esta situación ha provocado que los organismos internacionales, como el FMI, adviertan del impacto de la guerra comercial en la economía mundial, algo que parece lejos de resolverse. Los últimos acontecimientos han hecho temblar a los mercados financieros de todo el mundo, donde se han observado caídas en las Bolsas, más acusadas en las europeas incluso que en las estadounidenses.
Y eso es porque, en estos momentos, es la economía europea la que tiene menos fuerza, con el sector manufacturero en recesión y con el crecimiento económico -en clara desaceleración- sostenido por el consumo. Al mismo tiempo, y como siempre ocurre en momentos de inestabilidad, se están fortaleciendo los denominados activos refugio, en este caso sobre todo el yen japonés y el oro.
Los expertos consideran que, mientras se mantenga la incertidumbre sobre los próximos pasos en la escalada comercial, la situación no cambiará. Además, advierten de que las tensiones pueden afectar también a otros terrenos como son las tierras raras, fundamentales para el desarrollo de la industria tecnológica y de las que China produce más del 70% a nivel global.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha designado este lunes a China como país "manipulador de divisas" y ha amenazado con tomar represalias para acabar con sus "injustas" ventajas competitivas en el marco del Fondo Monetario Internacional (FMI), en una nueva escalada en la guerra comercial, después de que, este lunes, el Banco Popular de China (BPC, central) dejara caer con fuerza su divisa, el yuan.
Esta institución se ha opuesto "firmemente" a la decisión estadounidense y ha asegurado que Pekín no ha usado y no usará el yuan para hacer frente a las fricciones comerciales. "Designar a China como un manipulador de divisas perjudica seriamente las reglas internacionales", ha asegurado el banco central chino en un comunicado en el que muestra su compromiso en mantener un tipo de cambio "razonable y estable".
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha anunciado que "actuará con el Fondo Monetario Internacional para eliminar la ventaja competitiva creada por las últimas acciones de China" al haber devaluado el yuan, de manera que para comprar un dólar ahora hacen falta siete yuanes, en lo que supone la ruptura de una barrera psicológica para los inversores y algo que no ocurría desde 2008.
A juicio del Tesoro, "el propósito de la devaluación de la moneda de China es obtener una ventaja competitiva injusta en el comercio internacional" y el "patrón" de acciones de Pekín para devaluar su moneda supone una violación de los compromisos alcanzados en el marco de las reuniones de líderes del G20.
Además, vuelve a instar al Gobierno del presidente chino, Xi Jinping, a "mejorar la transparencia del tipo de cambio y las operaciones y objetivos de gestión de reservas".
La decisión del Tesoro, una de las mayores formas de sanción que ese departamento puede imponer a un país, se produce solo horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusara a Pekín de "manipulación de divisas" e instara a la Reserva Federal (Fed) a tomar medidas al respecto.
La guerra comercial entre ambos países se inició en febrero de 2018 y, desde entonces, ha tocado varios puntos. El más importante, la imposición de aranceles fijada por EE.UU. en diferentes fases, respondida por China de forma inmediata. Pero también ha afectado a otros sectores, como la tecnología -con Huawei como gran damnificada- y la suspensión de compra de productos agrícolas estadounidenses.
Toda esta situación ha provocado que los organismos internacionales, como el FMI, adviertan del impacto de la guerra comercial en la economía mundial, algo que parece lejos de resolverse. Los últimos acontecimientos han hecho temblar a los mercados financieros de todo el mundo, donde se han observado caídas en las Bolsas, más acusadas en las europeas incluso que en las estadounidenses.
Un juez federal de Nueva York ha condenado este lunes a 20 años de prisión a César Sayoc, un hombre "profundamente obsesionado" con el presidente de EE.UU., Donald Trump, que el pasado mes de octubre mandó 16 paquetes bomba de fabricación casera, que no llegaron a estallar, a reconocidos demócratas críticos con el magnatario estadounidense.
Entre los destinatorios estaban el expresidente de EE.UU. Barack Obama, el exvicepresidente Joe Biden, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, el magnate George Soros o el actor Robert de Niro o la cadena de noticias CNN.
Miguel Otero, investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor del Instituto de Empresa ha explicado en 14 horas que las guerras de divisas"normalmente acaban en guerras comerciales, que nos llevan a una escala de conflicto perjudicial para todos".
Otero ha explicado que las guerras de divisas se producen cuando las grandes potencias intentan modificar el tipo de cambio de su moneda. "Se prefiere tener un valor de la moneda más bajo o más alto dependiendo del ajuste macroecononómico".
Existen, según Otero, distintas maneras de modificar el tipo de cambio. "Bajar el tipo de interés es una de ellas, el objetivo es aumentar la cantidad de dinero en circulación para que se devalúe su valor".
Miguel Otero considera que España, al estar dentro de la Unión Europea, no puede tomar una medida en solitario para frentar esta escala de tensión. "La respuesta debe ser europea. Un opción es apostar por una política monetaria más expansiva, también intentar conseguir una coodinación multilateral entre China y Estados Unidos, y si esta fracasa, la última de las opciones podría ser introducir aranceles mediomabientales a China para frenar la entrada de producto devaluado".
Estados Unidos acusa formalmente a China de manipular el yuan y dejarlo caer para paliar el daño que le están haciendo los aranceles impuestos por Trump y para dar oxígeno a sus exportaciones. Hacía 25 años que la Casa Blanca no daba ese paso que no tiene consecuencias legales, pero sí peso simbólico. Se trata de hacer oficial el enfado, una especie de amenaza de futuras sanciones que ayer llenó de preocupación a los inversores. Informa Aitor Sánchez
- Los expertos no creen que China siga dejando que su moneda se debilite demasiado por sus consecuencias negativas
- Los analistas advierten de que las tierras raras y la deuda pública de EE.UU. pueden ser los siguientes campos de batalla
- El Departamento del Tesoro de Estados Unidos amenaza con tomar represalias y anuncia que actuará con el FMI
- China rechaza la denominación y asegura que ni ha usado ni usará su moneda como arma en la guerra comercial
China suspende la compra de productos agrícolas de EE.UU. en respuesta a los nuevos aranceles
- La subida de aranceles por EE.UU. y la devaluación del yuan acentúan la tensión en la guerra comercial entre ambos países
- Además, la aerolínea estatal china Air China ha anunciado que dejará de operar una ruta Pekín-Hawái-Pekín
- El presidente de EE.UU. lo justifica en "la continua usurpación del poder por parte del ilegítimo régimen de Nicolás Maduro"
- "Todos los bienes e intereses en bienes del Gobierno de Venezuela que se encuentran en EE.UU quedan bloqueados"
- César Sayoc, de 57 años, remitió el pasado mes de octubre hasta 16 paquetes explosivos de fabricación casera
- El juez que le ha condenado señala que el condenado estaba "profundamente obsesionado" con Donald Trump
Las autoridades han descartado el móvil racista en el tiroteo registrado este fin de semana en Dayton, en Ohio, donde murieron nueve personas y otras 27 resultaron heridas. La Policía identificó a Connor Betts, un joven blanco de 24 años, como autor de la masacre.
El Paso intenta sobreponerse a la matanza que este fin de semana provocó un joven de 21 años llamado Patrick Crusius que disparó contra los clientes de un supermercado Walmart, en la ciudad de El Paso, en Texas, matando a 22 personas, en lo que las autoridades ya consideran un crimen de odio racial dirigido contra la comunidad hispana.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho un llamamiento para condenar el "racismo y el supremacismo blanco" en un discurso a la nación tras el ataque de El Paso, en Texas.
- Se cumple medio siglo del asesinato de Sharon Tate y otros miembros de la élite de Hollywood a manos de una secta
- El autor intelectual, Charles Manson, murió en 2017 pero su figura sigue despertando horror y fascinación
Hoy estamos pendientes de todas las novedades con respecto a esos dos atentados terroristas dirigidos por personas abiertamente racistas en Estados Unidos y escucharemos las palabras de Donald Trump. También nos ocupa la decisión del Gobierno de la India de suspender la autonomía de la región de Cachemira que también reclama como suya Pakistán. Además, nos vamos a fijar en una nueva jornada de protestas en Hong Kong y hablaremos de la reincorporación de los miembros de la antigua guerrilla de las FARC. Nos despediremos con un reportaje sobre el futuro de la industria del plástico y sus efectos en el medio ambiente mundial.
La Fiscalía estadounidense investiga la masacre de El Paso como un acto de terrorismo y sopesa presentar cargos por delito de odio. Karlos Castillo, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona, ha asegurado en el Canal 24 Horas de TVE que "sin duda existe una relación de causa-efecto entre el discurso de odio y los crímenes de odio o la violencia racista. Es ampliamente conocido".
"Las palabras importan mucho y lo hacen más cuando vienen de los líderes políticos, de líderes sociales, puesto que tienen repercusión total en medios de comunicación y en redes sociales", ha añadido en alusión a Donald Trump. "Sin duda hay una relación directa", ha recalcado.
"En el caso concreto de El Paso la parte del crimen de odio parece clara porque las evidencias indican que el asesino ya había hecho unas publicaciones previas racistas contra hispanos, y actúa causando daño, causando muerte y heridas a personas".