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Las calles están desiertas, con cuerpos sin recoger y edificios destruidos por los combates. Las autoridades hacen ondear la bandera, pero siguen sin controlar la ciudad. El ejército afgano cuenta con el apoyo de la aviación de la OTAN. El Pentágono dará a conocer esta semana los resultados de la investigación abierta con motivo del bombardeo de un hospital de MSF. 

Centenares de civiles han huído a pueblos próximos desde Kunduz, ciudad del norte de Afganistán donde, durante toda la semana, se han registrado combates entre fuerzas del ejército y los talibanes. Una lucha en la que las autoridades afganas han contado con el apoyo aéreo de EE.UU. Uno de los bombardeos causó 19 muertos y graves daños en un hospital de Médicos Sin Fronteras. 

ROSA GONZÁLEZ/ RNE.- El presidente de Médicos Sin Fronteras - España, José Antonio Bastos, asegura en RNE que ni el Gobierno afgano ni el estadounidense se han puesto en contacto con la organización tras el bombardeo que ha dejado 19 muertos, 12 de ellos miembros de su personal sanitario. Bastos califica de "traumática" las pérdidas de sus compañeros y la destrucción del hospital de Kunduz.

La primera bomba cayó hacia las 2 y 10 de la madrugada. De inmediato, un responsable de MSF alertó a las autoridades de Kabul y Washington de lo que ocurría. MSF califica el ataque de abominable, y dice que viola las leyes internacionales. Pide una investigación independiente porque las dos partes, asegura, conocían desde el 29 de septiembre las coordenadas GPS  del lugar.

Su nombre es Chris Harper-Mercer. Es el joven de 26 años que en la tarde del jueves entró en el campus del centro de estudios superiores Umpqua, en Roseburg (Oregón) y asesinó a tiros a nueve personas. Antes de dispararles, pidió a las víctimas que declarasen cuál era su religión, según los testimonios de los testigos. La investigación, de momento, no ha podido establecer los motivos de la masacre.El presidente Obama ha mostrado su frustración por cómo reaccionan los norteamericanos ante este tipo de masacres.

Diez personas, incluido el agresor, han muerto y siete han resultado heridas en un tiroteo en una universidad local del estado de Oregón, en Estados Unidos.

El tirador, un joven de 26 años, entró en el campus de la Umpqua Community College y disparó a discreción. Posteriormente fue abatido por la Policía.

Los agentes han recuperado dos pistolas y un "arma larga" en el lugar de los hechos.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha reaccionado con inusual indignación ante este nuevo tiroteo. 

"Es una elección política que hacemos, al permitir que esto pase cada pocos meses en América", ha declarado Obama.

Desde la matanza en un colegio de Newtown, en diciembre de 2012, en la que murieron 26 personas, ha habido 142 tiroteos en centros educativos en EE.UU, 45 en lo que va de año, informa la corresponsal de TVE Almudena Ariza. Cada hora se registran en EE.UU. tres muertos con armas de juego