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Tres días después de la celebración de las elecciones en Estados Unidos continúan los análisis y llegan más datos. Hoy Votecast ha publicado una encuesta de más de 120.000 votantes que arroja a la luz cómo han votado los estadounidenses por grupo de población y en quién han confiado para los próximos cuatro años. Estaremos en Alemania, para saber en qué dirección irá ahora el gobierno de Olaf Scholz. También en Hungría donde estamos pendientes de la cumbre de los jefes de estado y de gobierno de la Union Europea. El Ayuntamiento de Amsterdam ha declarado la ciudad en riesgo de seguridad durante el fin de semana por los ataques a un grupo de seguidores del Maccabi de Tel Aviv y tendremos dos entrevistas sobre elecciones: una en Botsuana y otra en Japón.

La conclusión es clara: Donald Trump ha ganado las elecciones porque ha crecido entre todos los sectores de la población, incluidos los que apoyaban tradicionalmente a los demócratas. Kamala Harris esperaba conseguir el favor de las mujeres y lo ha logrado, pero no tanto como lo hacía Biden, y además Trump ha aumentado el apoyo femenino. Y, como es costumbre, ha ganado claramente entre los hombres con diez puntos de ventaja.

El republicano ha subido, sobre todo, entre los jóvenes: ha recortado 19 puntos la ventaja que tenían los demócratas entre los votantes novatos, y crece enormemente entre los menores de 30 años. Los demócratas también confiaban en arrastrar a votantes latinos y negros, pero han perdido apoyos frente a un Trump que gana terreno, de nuevo, entre los hombres de esas minorías.

Susie Wiles, el cerebro tras la campaña de Donald Trump, será su jefa de gabinete en la Casa Blanca. Es el primer nombre confirmado de su futura Administración, en la que suenan también el magnate Elon Musk o el antivacunas Robert Kennedy Jr., que podría ser secretario de Sanidad.

Para su plan antiinmigración, Stephen Miller será una voz importante. Considerado un extremista antiinmigración, Miller fue el principal artífice del veto contra los musulmanes en la pasada presidencia de Trump y ahora pretendería blindar las fronteras.

Al frente de la diplomacia del país, Trump podría situar al legislador hispano Marco Rubio, o a quien fuera su asesor de seguridad en el primer mandato, Robert O'Brien. Para Defensa se baraja entre otros nombres el de Mike Pompeo, exdirector de la CIA. Al frente del Tesoro, varias son las apuestas: el multimillonario John Paulson y el actual asesor económico del presidente electo, Scott Bessent.

Foto: EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Héctor Cebolla, demógrafo del CSIC, ha estado en Las mañanas de RNE con Josep Cuní para darle explicación a la cantidad de voto inmigrante que obtuvo Donald Trump y que fue uno de los motivos clave para su victoria en las urnas en estas elecciones. El demógrafo ha expresado la tónica conservadora que suele tener este segmento de la población: "La preferencia de los inmigrantes por políticas más rígidas una vez están establecidos es una constante [...] Tienen convergencias con un perfil de electores relativamente conservadores". Es por esta razón por la que los inmigrantes latinoamericanos "son ciertamente conservadores", argumenta Cebolla: "En ese sentido conectan mucho más rápido con los republicanos que con los demócratas".

Si bien, el demógrafo del CSIC ha añadido que no sólo son inmigrantes latinoamericanos los que cruzan desde México. "Desde 2008 hasta 2018 ha habido una sobrerrepresentación de asiáticos que entraban a través de esa frontera, eran inmigrantes cualificados", y añade que el mito de la inmigración poco cualificada mexicana que cruza desde la frontera sur está volviendo, ahora que la presión migratoria asiática ha empezado a caer.

El recién electo presidente de los EE.UU., el republicano Donald Trump, ha elegido este jueves que Susie Wiles, la directora en la sombra de su campaña, será su jefa de gabinete en la Casa Blanca para su segundo mandato, que comenzará el 20 de enero de 2025.

Wiles será la primera mujer jefa de gabinete, uno de los cargos más importantes de la Administración estadounidense, que se encarga de coordinar a los miembros del gabinete presidencial.

Se trata del primer nombramiento que ha anunciado Trump desde que venció a la candidata demócrata, Kamala Harris, en las elecciones del pasado martes.

Foto de Jim WATSON / AFP

El voto latino sigue sin caer completamente del lado republicano, pero Donald Trump ha conseguido calar entre ese electorado, alcanzando el 45% frente al 53% cosechado por Kamala Harris. El magnate ha incrementado 13 puntos su popularidad entre este sector de la población y ha superado el récord del republicano George W. Bush. El discurso xenófobo ha pesado menos que las demandas de muchos de esos trabajadores no blancos, especialmente entre los hombres.

Los latinos, un grupo muy diverso y disperso por todo el país, le han votado sobre todo por sus propuestas económicas de lucha contra la inflación, creación de empleo y convenciéndoles de que la política migratoria de Biden también les afecta negativamente.

En su discurso de la victoria, Donald Trump citó a dos hombres que no estaban en el escenario junto a él pero que pueden tener un papel importante en su Administración. Ha nacido "una estrella", dijo del magnate Elon Musk. El presidente electo podría encargar al dueño del antiguo Twitter un plan de choque para echar a funcionarios y recortar drásticamente el gasto público.

Trump también se acordó de Robert Kennedy Jr., hijo del asesinado Bobby y del también tiroteado John. Conocido antivacunas, el presidente electo podría ponerle al frente de la Sanidad de Estados Unidos.

Foto: REUTERS / Carlos Barria

Más que como un derrotado, Joe Biden ha aparecido dos días después de las elecciones como un patriota. "No puedes amar a tu vecino solo cuando estás de acuerdo con él", ha dicho en su primer discurso a la nación tras la victoria de Donald Trump.

Pero durante su intervención de cinco minutos no ha dejado hueco para la autocrítica. ¿Por qué ha perdido Kamala Harris las elecciones?, ¿qué han hecho mal los demócratas? De puertas para dentro, los expertos creen que el partido se enfrenta a una catarsis colectiva.

Con horas de retraso sobre lo previsto, Kamala Harris compareció ante sus seguidores y círculo más cercano en la Universidad de Howard, en Washington, donde estudió. El escenario se había preparado horas antes para un discurso muy diferente, el de la victoria.

"No son los resultados que queríamos ni esperábamos", decía Harris, que los asume porque "es lo que se debe hacer en democracia", en alusión a Trump.

"Pero si bien acepto la derrota, no renuncio a la lucha que impulsó la campaña", siguió diciendo la candidata, que habló de continuar luchando por la libertad, la dignidad, la justicia, el control de armas y el derecho al aborto.

Harris, que llamó a Donald Trump para felicitarle, le ha ofrecido su ayuda para una transición pacífica.

En algo más de 10 minutos dio las gracias al presidente saliente Biden, voluntarios y allegados, pero ni una autocrítica. Los Obama, que la ayudaron en campaña, achacan la derrota a "vientos en contra de gobernantes demócratas de todo el mundo tras la pandemia y la subida de precios". Muy crítico Bernie Sanders, senador independiente y símbolo del progresismo que apoyó a Kamala. "No debería ser una gran sorpresa que un partido demócrata que ha abandonado a la gente de la clase trabajadora descubra que los trabajadores le han abandonado".

FOTO: EFE/EPA/ Jim Lo Scalzo

Pocos dudan este jueves que aquella promesa que le hizo Trump en campaña no se vaya a cumplir ahora. "Ha nacido una estrella", dijo el presidente electo de Elon Musk. Lo que ha dicho durante su discurso de victoria, donde ya se podrían ver algunas pistas de quiénes podrían ser los nombres de la nueva administración.

Susie Willes, la gran estratega de campaña, que parece perfilarse como jefa de Gabiente. También figuras intrigantes, como Robert Kennedy Junior, un gran defensor y difusor del movimiento antivacunas y de teorías conspirativas.

Foto: REUTERS / Brian Snyder