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¿Qué impacto tendrá en la guerra de Ucrania el regreso de Trump a la Casa Blanca? ¿Mantendrá el apoyo económico y militar a Zelenski o cerrará el grifo para forzarle a una buscar una salida rápida al conflicto? Lo analizamos con Alana Moceri, profesora de Relaciones Internacionales de la IE University, y con el corresponsal comunitario de RNE, David Vidueiro, que acaba de entrevistar en Kiev a Josep Borrell durante su último viaje a Ucrania como jefe de la diplomacia europea.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, está ya configurando su equipo de gobierno y manteniendo conversaciones que pueden estar siendo ya cruciales para el arranque de su mandato. "Un zar" de las fronteras. Asi ha definido en un mensaje Trump a uno de sus primeros nombramientos: Tom Homan, un antiguo director de Inmigracion ahora encargado del control fronterizo. Entre sus tareas, ha dicho Trump, la deportacion de inmigrantes.

Donald Trump ha pedido a lo senadores republicanos que apoyen los nombramientos que realice, sin el paso previo de su aprobacion por el Senado, algo que sería obligatorio. La constitución permite, sin embargo, que el presidente realice los nombramnientos, cuando la Cámara de Representantes no tenga sesiones. Un permiso raramente utilizado, pero al que ahora apela Trump

El todavia presidenteJoe Biden se reunirá el miércoles con Trump. Supondrá el inicio oficial del traspaso de poder. El futuro presidente ha descartado ya en su nuevo equipo a dos antiguos colaboradores. Mike Pompeo, antiguo Secretario de Estado y luego crítico con Trump. También ha descartado a Nikki Haley, ex embajadora en la ONU y rival en la candidatura republicana a la presidencia.

"Si hay un país de aluvión por excelencia, ese país son los Estados Unidos. Lo levantaron, tal cual lo conocemos, europeos, sudamericanos, africanos y asiáticos. Pero el sueño americano resulta tan hipnótico, adormece tanto, que los que desembarcan allí, olvidan rápidamente su origen". Conocemos la 'cara B' de la semana con Juan Carlos Soriano.

Acabar con la guerra en 24 horas: es la promesa estrella de Donald Trump sobre Ucrania. Su administración podría retirar la ayuda militar y económica a Volodímir Zelenski y apoyar la ocupación rusa de parte del país.

Su posible aproximación a Vladímir Putin preocupa a Europa. Trump plantea recortar la contribución de Estados Unidos a la OTAN. Los aliados tendrán que invertir más en defensa si quieren protegerse y proteger a Ucrania. Un desafío más para la economía europea, amenazada por el proteccionismo y los aranceles de Trump.

Aranceles de hasta el 60% para las importaciones de China. Su prioridad: disputar la hegemonía mundial al gigante asiático, sin importar si eso lleva a otra guerra comercial.

En Oriente Próximo, Benjamín Netanyahu se siente aún más fuerte con Trump. Israel cuenta con su apoyo incondicional para acabar con Hamás, Hizbulá y demás aliados regionales de Irán. El riesgo de escalada y la desesperación del pueblo palestino aumentan.

En Iberoamérica, su patio trasero, preocupan las deportaciones masivas de migrantes, mientras en la derecha, líderes como Javier Milei o Nayib Bukele esperan beneficiarse con Trump. En la izquierda, Nicolás Maduro o Lula da Silva piden respeto y relaciones contructivas.

La visión de Trump apunta a un mundo partido en bloques, menos verde y con menos peso de los organismos internacionales. Un mundo donde el interés particular de cada Estado y la ley del más fuerte, se imponen.

REUTERS/Callaghan O'Hare

Se respiraba en sus mítines. El voto hispano ha sido el factor revelación de la victoria de Donald Trump. Se ha disparado hasta 14 puntos entre los hombres hispanos, incluso ha superado a Kamala Harris. Mil y una veces acusado de racismo, Trump gana terreno a los demócratas entre esta comunidad minoritaria, sin que la promesa de cerrar la frontera o acometer deportaciones masivas les ahuyente.

Trump será el presidente republicano más votado por los hispanos de los últimos tiempos, por delante de Bush hijo o Reagan. Durante la campaña, muchos se preguntaban por qué invertía tiempo haciendo campaña en barberías como esta en el Bronx, un condado profundamente demócrata. A este barbero, la receta económica y los valores conservadores del expresidente le convencieron y a su padre, demócrata, también.

El día que tome posesión, terminará "la invasión migratoria". Donald Trump lo ha repetido en mítines y en vídeos de campaña. Estados Unidos como un país "ocupado" por quienes, según él, son "criminales y terroristas". Su gran promesa, llevar a cabo la mayor deportación de la historia. Es uno de los mensajes en clave interna que más ha calado.

El otro, la economía, la inflación. Trump ha prometido que, con él, "los precios bajarán muy rápidamente". Ha puesto en el centro lo que más preocupa a sus compatriotas: el bolsillo. Ha prometido bajar impuestos. En general, arreglarlo todo, era uno de sus lemas de campaña junto al hacer grande a Estados Unidos de nuevo.

Más promesas: proteger la industria, revertir la inversión en energías renovables... Contra el aborto, pero con matices y sin entrar mucho en el tema. Ha prometido libertad, proteger el derecho a las armas, unir al país en torno a Dios frente al progresismo que, asegura, pone en peligro sus valores.

El multimillonario ha conseguido convencer a las clases populares. No es un político corrupto como los otros, dice, sino alguien que lucha por la gente y que hasta "recibió una bala por ti", subrayaba una campaña con tintes épicos que le va a devolver a la Casa Blanca.

Foto: REUTERS/Jonathan Drake