El temporal que azota Escocia, uno de los peores de la década, con vientos de hasta 264 kilómetros por hora, ha obligado al cierre de cientos de colegios y a declarar la alerta roja.
Las tormentas han dejado a 30.000 hogares sin electricidad debido a la caída de árboles sobre los tendidos eléctricos. Un portavoz de la oficina de meteorología ha explicado que la decisión de elevar el nivel de alerta a rojo, el más alto de todos, "no se toma a la ligera", por lo que ha recomendado a los ciudadanos que lo tengan en cuenta y tomen "las acciones apropiadas".
Por su parte, la policía escocesa ha pedido no desplazarse en coche por el centro de la región. Además, el tráfico se ha visto muy afectado por el cierre de puentes y carreteras mientras que universidades, edificios públicos, parques en toda la región han cerrado sus puertas a partir del mediodía del jueves. En el caso de los aeropuertos, los de Edimburgo y Glasgow han cancelado más de una decena de vuelos.
Otras partes del Reino Unido, como el norte y centro de Inglaterra e Irlanda del Norte, se han visto también afectadas por fuertes vientos y lluvia.
