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Elecciones Holanda

Debate elecciones Holanda

La crisis con Turquía, el Islam y la identidad holandesa han monopolizado este lunes el debate entre los dos principales candidatos en las elecciones legislativas de Holanda, el liberal Mark Rutte y el ultraderechista Geert Wilders, que ha agitado la inmigración y la disputa diplomática con Ankara mientras el primer ministro negaba que el país esté "islamizado" y ponía en duda la capacidad de su rival para gobernar.

"Quiero que Holanda sea el primer país que ponga límite al populismo malvado", ha señalado Rutte, evocando el referéndum del Brexit y la elección de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Wilders, en cualquier caso, ha enarbolado de inmediato su bandera contra el islam y la inmigración, al reclamar "cerrar las fronteras como única solución a gente" como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, además de exigir que el embajador turco en Holanda sea expulsado "inmediatamente".

El primer y único cara a cara entre ambos políticos, que lideran las encuestas de intención de voto con 24 escaños cada uno -de 150 que tiene el Parlamento- para las elecciones del próximo miércoles, ha dejado acusaciones mutuas de falta de credibilidad y la reiteración de la negativa a negociar una coalición de Gobierno entre ambos después de los comicios.

El partido oficialista Rusia Unida, pilar del régimen del presidente Vladímir Putin, ha obtenido más del 54% de los votos en las elecciones a la Duma, la cámara baja parlamentaria, con el 93% del voto escrutado. Los comicios, además, han estado marcados por el desencanto de muchos electores, que ha llevado a la participación más baja de las últimas citas electorales.

"Ya se puede anunciar con seguridad. El partido ha logrado un muy buen resultado. Ha ganado", ha celebrado Putin en la sede de la formación tras conocerse los primeros sondeos, que ya apuntaban la sólida victoria de su grupo. El mandatario ruso ha destacado que, a pesar de que "la vida no es fácil y hay muchos problemas sin solucionar, la gente vota de todas formas por Rusia Unida. La gente quiere estabilidad".

Los buenos resultados de Rusia Unida parecen demostrar que el descontento de parte de la población por la crisis económica, los efectos de las sanciones occidentales, la fuerte devaluación del rublo y otros problemas no han hecho mella en la popularidad del jefe del Kremlin.

En Rusia 110 millones de ciudadanos deciden hoy en unas elecciones legislativas la nueva composición de la Duma, la Cámara Baja rusa. Y de nuevo parte como favorito el partido del Kremlin, Rusia Unida.