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Los turistas británicos han empezado a abandonar este viernes el aeropuerto de Sharm el Sheij, aunque la reducción de los vuelos de salida previstos ha causado aglomeraciones de quienes quieren abandonar lo antes posible Egipto, después de que las dudas sobre su seguridad llevaran a Reino Unido y a Rusia a suspender sus vuelos y evacuar a sus ciudadanos.

Reino Unido insiste en defender su hipótesis sobre el avión ruso que se estrelló el sábado en la península del Sinaí. Los servicios secretos británicos creen que una bomba colocada en la bodega del aparato provocó el siniestro. Este viernes estaban programados los primeros vuelos para evacuar a los 20.000 turistas británicos que están en Egipto, pero Easy Jet ha suspendido todas sus salidas de Sharm al Shaij por contratiempos con las autoridades egipcias. El Ministerio de Asuntos Exteriores español ha desaconsejado viajar a Egipto salvo por razones de necesidad.

Reino Unido y Estados Unidos sospechan que un "artefacto explosivo" fue el causante del siniestro del avión ruso que se estrelló sobre Egipto este fin de semana y, si bien recalcan que no se trata de conclusiones definitivas, han empezado a tomar medidas: el Gobierno británico ha anunciado que se han retrasado los vuelos hacia el país procedentes de la ciudad egipcia de Sharm el Sheij

Las investigaciones para determinar las causas del siniestro continúan en marcha también en Rusia, en paralelo a los trabajos de identificación de las víctimas, después de que los cadáveres de los 217 pasajeros y siete tripulantes que viajaban en el aparato con destino a San Petesburgo hayan sido trasladados a la ciudad rusa.