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Un día después de la cumbre histórica de las dos coreas. Los medios estatales del régimen de Pyongyang anuncian que las ambas partes se comprometen a alcanzar la completa desnuclearización de la península coreana. Y han informado de la declaración conjunta del líder norcoreano Kim Jong Un y del surcoreano Moon Jae-in.

En un momento histórico entre dos naciones enfrentadas desde hace 65 años también hay instantes para la improvisación.Tras cruzar Kim Jong Un la línea divisoria entre las dos Coreas y pisar suelo surcoreano, estrecharse las manos hacia uno y otro lado, los dos líderes han vuelto a terreno oficial norcoreano y han cruzado juntos hacia dominios del Sur. En el libro de visitas Kim Jong Un ha dejado escrito este mensaje: "una nueva historia comienza ahora, el punto de inicio de una historia y una era de paz". La reunión se ha desarrollado en una mesa de 2018 milímetros de diámetro, en conmemoración al año que esperan que dé comienzo a esa 'nueva era'. De fondo, un cuadro del monte Kumgang, el monte Diamante, un símbolo de conciliación pero también recordatorio de los encontronazos pasados. No han olvidado aún que el fin de la guerra de Corea en 1953 se rubricó con un armisticio, no con un tratado de paz. De ahí que, a diferencia de los norcoreanos, los altos mandos del Ejército surcoreanos no hayan proferido saludos militares a Kim Jong Un. El abandono del programa nuclear de Corea del Norte y la paz son las máximas aspiraciones de una cumbre que parece dejar los derechos humanos en un segundo plano. Casi todo el planeta ha podido seguir en directo este histórico momento a través de la televisión, pero los norcoreanos no.

El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha anunciado que el país suspenderá sus pruebas nucleares y de misiles, así como el cierre del centro de ensayos nucleares que posee en el noreste de su territorio, ha informado este sábado la agencia norcoreana KCNA.

"Desde el 21 de abril, Corea del Norte detendrá las pruebas nucleares y lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales", anunció el líder durante el pleno del Comité Central del Partido de los Trabajadores celebrado en Pyongyang este viernes, de cara las próximas cumbres con Seúl y Washington.

El director de la CIA, Mike Pompeo, viajó en secreto a principios de abril a Corea del Norte y allí se reunió con Kim Jong-un, con quien el presidente Donald Trump tiene previsto encontrarse en las próximas semanas, según varios medios de comunicación, que citan como fuentes a funcionarios del gobierno de EE.UU.

Se trata de la visita de más alto nivel entre los dos países hasta la fecha.

El objetivo del viaje era acercar posturas sobre las condiciones del encuentro entre Kim y Trump y saber si Kim tiene verdadera voluntad de negocia sobre el programa de armas nucleares de Pyongyang, de acuerdo con las fuentes citadas por el diario The Washington Post, la cadena CNN, Reuters y la BBC.

Pompeo dirige aún la CIA pero Trump le ha nominado para sustituir a Rex Tillerson al frente del Departamento de Estado.

Además de la cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte, ambas Coreas preparan la suya, que tendrá lugar el próximo 27 de abril entre Kim Jong un y el presidente surcoreano Moon Kae-in. Según fuentes oficiales surcoreanas, la cumbre podría dar el paso histórico de acabar con el estado de guerra entre ambos países y alcanzar un acuerdo de paz.