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Corea del Norte ha suspendido este jueves el lanzamiento de su controvertido cohete, que muchos países consideran una provocación. Lo justifica en las malas condiciones meteorológicas. El régimen ha permitido a los periodistas entrar en el país.

Corea del Norte ha suspendido este jueves el lanzamiento de su controvertido cohete, que la comunidad internacional considera una provocación. Lo justifica en las malas condiciones meteorológicas. El régimen ha permitido a los periodistas, entre ellos un equipo de TVE, entrar en este hermético país.

Japón ha activado este jueves sus sistemas de defensa ante el inminente lanzamiento por parte de Corea del Norte de un satélite, mediante un cohete de largo alcance, que podría llevarse a cabo entre este jueves y el próximo lunes 16 de abril.

Sin embargo, aunque fuentes norcoreanas han manifestado la improbabilidad de que el polémico lanzamiento se lleve a cabo este jueves por las malas condiciones meteorológicas, los países vecinos se mantienen en alerta.

"Nos gustaría hacer un llamamiento a la contención de Pyongyang hasta el último momento, pero estamos plenamente preparados para hacer frente a cualquier contingencia", ha asegurado el primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, en declaraciones a la agencia de noticias Kyodo.

La activación de los sistemas de defensa japoneses se produce después de que el ministro de Defensa de Japón, Naoki Tanaka, ordenara --a finales de marzo-- a las Fuerzas de Auto Defensa del país destruir el satélite norcoreano si alguno de sus fragmentos amenazan con caer sobre el archipiélago.

Japón tiene desplegados misiles tierra-aire Patriot Advanced Capability-3 en las islas de Miyako e Ishigaki --en la provincia de Okinawa--, por donde está previsto que sobrevuele el proyectil, en dos bases militares de la isla principal de Okinawa y también en tres de la zona de Tokio.

En aguas del archipiélago okinawense las Fuerzas Marítimas de Autodefensa de Japón han desplegado también tres buques destructores con equipos aegis de interceptación de misiles, y el Gobierno ha establecido una central de emergencia para coordinar cualquier eventualidad.

Una vez se produzca el lanzamiento, el primer ministro japonés tiene planeado convocar el Consejo de Seguridad de Japón, el principal panel de seguridad del país, para discutir la posibilidad de aplicar nuevas sanciones a Corea del Norte.

Corea del Norte vuelve a la carga y reaviva la tensión en la zona. Ya tiene preparado para su lanzamiento este polémico cohete que pondrá en órbita un satélite con fines pacíficos. Eso es lo que asegura el Gobierno aunque los países vecinos temen que se trate de una prueba nuclear encubierta.

Corea del Norte ultima los preparativos para el inminente lanzamiento de su satélite Kwangmyongsong-3, a pesar de que países como Corea del Sur y EEUU le han instado a desistir del plan, que consideran una prueba de misiles encubierta.

Las tres etapas del cohete portador Eunha-3 ("Vía Láctea 3" en coreano) ya se encuentran ensambladas y ubicadas en la plataforma de lanzamiento de Sohae, en la provincia noroccidental de Pyongan del Norte, según ha informado la agencia estatal norcoreana, KCNA. Tras completarse la carga de combustible, último paso necesario antes del lanzamiento, el proyectil estará listo para despegar en algún momento entre el jueves 12 y el lunes 16, según la televisión norcoreana, KCTV.

El lanzamiento del cohete, de 91 toneladas de peso y 30 metros de longitud, coincide con las celebraciones en Corea del Norte por el centenario, el próximo domingo, del nacimiento de Kim Il-sung, fundador de un régimen comunista anclado en la realidad bipolar de la Guerra Fría y caracterizado por el extremo culto a sus líderes.

Los líderes de 53 países y cuatro organizaciones internacionales han iniciado con una cena de trabajo la II Cumbre de Seguridad Nuclear que se celebra hasta el martes en Seúl, y que buscará acciones para prevenir el terrorismo nuclear.

Medio centenar de mandatarios, entre ellos los de EEUU, Barack Obama; China, Hu Jintao; y Rusia, Dmitri Medvédev, se han sentado alrededor de la misma mesa para una cena en la que evaluaron los progresos logrados desde la primera cumbre, celebrada en Washington en 2010.

Antes del inicio de la cumbre, el presidente de EEUU, Barack Obama, y su homólogo chino, Hu Jintao, se han encontrado para tratar, entre otros asuntos, sobre el programa nuclear norcoreano.

Obama busca persuadir a Hu, cuyo país es el principal aliado de Corea del Norte, para que presione a Pyongyang y este régimen renuncie a su amenaza de lanzamiento de un satélite de observación sobre un misil de largo alcance el mes próximo, en conmemoración del centenario del fundador del país, Kim Il Sung.

En declaraciones a la prensa al comienzo de la reunión, Obama ha indicado que "ambos tenemos interés en asegurarnos de que las normas internacionales que rodean la no proliferación" se respetan.

Lograr un mundo sin armas nucleares. Es el objetivo de esta Cumbre de Seguridad Nuclear. Los más de 60 líderes mundiales que acuden a Seúl esperan que, de aquí, salgan medidas concretas. Compromisos para reducir al mínimo el uso de material nuclear como uranio y plutonio enriquecido y que ese material no caiga en manos de grupos terroristas.