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El vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, ha respondido al PP sobre los ERE fraudulentos de Andalucía que él no está acusado, ni imputado ni condenado por este caso, mientras que varios dirigentes de los 'populares' sí que lo están en otros, como puede ser el caso Gürtel. En la sesión de control del Congreso, Chaves ha hablado de nuevo sobre el caso Mercasevilla a instancia del PP sobre los ERE. En esta ocasión ha reprochado a los populares que pidan su dimisión cuando ellos no hacen lo mismo con sus dirigentes imputados o condenados, a los que, por el contrario, "tienen mucho respeto" e incluso colocan como cabezas de listas electorales, en alusión al presidente valenciano, Francisco Camps. El diputado del PP ha increpado a Chaves por la "trama de corrupción de los ERE" y por "fraude generalizado en el reparto de fondos públicos" en la Junta cuando el vicepresidente tercero la presidía, así como por las irregularidades detectadas en más de la mitad de los ERE analizados y en los fondos de empleo de la UE.

El vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, ha sido preguntado por en la sesión de control por las presuntas ilegalidades de los ERES en la empresa pública Mercasevilla. El diputado del PP, que ha emplazado a Chaves a asumir sus responsabilidades, le ha acusado de "mentir" y de no tomar las medidas "suficientes" para evitar estas supuestas ilegalidades. Chaves no ha querido entrar en este asunto "por respeto" a la Cámara -ha señalado- y se ha centrado en defender que el Ejecutivo mantiene su compromiso de llevar a cabo la reforma de la ley de financiación local, pero ha recordado que ahora no es el momento, a dos meses de las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

El Partido Popular ha vuelto a preguntar en la sesión de control al Gobierno del Congreso de los Diputados sobre el caso Faisán. Ignacio Gil Lázaro ha pedido al vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que determine quién tiene la responsabilidad política por el chivatazo a ETA y el también ministro del Interior le ha dicho al diputado popular que "usted sin mí no es nada, lo que me recuerda a la canción de Amaral". Gil Lázaro es el diputado del PP encargado de preguntar prácticamente cada semana a Rubalcaba sobre el caso Faisán. Rubalcaba, que ha recordado que esta es la tercera vez que le hace la misma pregunta, se ha remitido a las respuestas anteriores. "Estos días que he estado enfermo he recibido mensaje de ánimo de todos los grupos. La suya decía 'que se recupere pronto para ver si viene a responderme en el Congreso", ha relatado.

Por eso, el ministro del Interior ha espetado de forma irónica: qué haría usted sin mí los miércoles, señor Gil Lázaro, qué haría usted por las miércoles por las noches si no va a las tertulias de extrema derecha de algunas televisiones. Usted sin mí no es nada, lo que me recuerda a la canción 'Sin tí no soy nada' de Amaral", ha dicho entre las risas y aplausos del Grupo Socialista. Antes, el diputado del PP había asegurado que "los éxitos contra ETA no le eximen de su responsabilidad en el caso Faisán. Sobre usted y sobre Zapatero recaen la culpa del chivatazo a ETA. Yo sé por qué. Éxpliquelo a la cámara".

El portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Duran Lleida, cree que la intervención en Libia, autorizada por Naciones Unidas y refrendada por la Cámara baja con tan solo tres votos en contra, llega tarde. Duran ha explicado en La Tarde en 24 Horas que Gadafi tiene ya "mucho terreno ganado" y que aunque de entrada la resolución de la ONU no incluye la intervención por tierra esta podría ser inevitable en un futuro. "De entrada sería un error intervenir por tierra, pero a veces los errores son inevitables". Aunque el objetivo no es derrotar a Gadafi, cabe hacerse la pregunta, según el portavoz de CiU en el Congreso de si es "posible pensar en una Libia libre con Gadafi" y ha recordado que Libia ya es un país dividido de facto (22/03/2011)

El presidente del Congreso, José Bono, ha permitido este martes el uso del catalán, el gallego y el euskera en el debate de una moción en la que los partidos nacionalistas defendían poder usar las lenguas cooficiales en sus intervenciones y escritos en la Cámara Baja.

La moción se va a rechazar con los votos del PP y PSOE, razón por la que los promotores de la iniciativa (CiU, PNV, ERC y BNG) que también firma IU han criticado a los dos principales partidos por negarse a normalizar la pluralidad lingüística en el Congreso.

Bono ha permitido el uso de las tres lenguas y ha asegurado que lo hacía para demostrar que en el Congreso impera la libertad y porque no quiere ver mañana titulares "demagogos" en los que se diga que en la Cámara Baja se impide dicha libertad.

En cualquier caso ha advertido de que, aunque le complace escuchar a los diputados en otras lenguas, la ley debe cumplirse y tiene que velar por ella.

España participa en esa operación internacional en Libia, y esa intervención ha recibido hoy el respaldo del Congreso de los Diputados. Así se lo ha pedido el presidente del Gobierno al resto de los grupos. Zapatero ha explicado sus argumentos y cómo es la participación española.

El presidente del Gobierno ha defendido por muchas razones la intervención en Libia. Una de ellas es el mensaje que se darían a otros países. "Si la comunidad internacional no frena a Gadafi, que está masacrando a su pueblo, estaríamos mandado una señal negativa al resto de los ciudadanos de países en los que se está pidiendo la democracia", ha afirmado.

Oposición conciliadora. Así se puede definir el discurso del presidente del PP, Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputados, en el que ha apoyado la decisión de Rodríguez Zapatero de secundar la intervención de la comunidad internacional en Libia aunque ha puesto en duda los fines y métodos con los que está siendo puesta en práctica la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

"La exclusión de intervencion terrestre crea serias dificultades a la hora de cumplir con el mandato del Consejo de Seguridad", ha apuntado el líder de la oposición, para quien el hecho de que la Comunidad Interancional no persiga como tal la "sustitución" de Gadafi puede derivar en un "conflicto largo y enquistado" que termine en "una guerra civil que se prolongue en el tiempo sin que la intervención internacionla pueda evitar el desastre humanitarios".

"Estamos interviniendo en Libia para defender a sus ciudadanos de los ataques de su propio Gobierno". Con estas palabras ha justificado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la participación de España en el conflicto libio, uha actuación que, considera, "se ajusta a la legalidad internacional vigente".

"Mientras que exista el riesgo de que el Gobierno de Libia ataque a su pueblo, la comunidad internacional podrá intervenir por la fuerza", ha afirmado el presidente del Gobierno, que también ha asegurado que "la misión, hasta ahora, ha surtido efecto, al menos parcialmente".

"La resolución no pretende la expulsión de Gadafi del Gobierno", ha subrayado Zapatero, sino que lo que quiere es advertirle de que la comunidad internacional puede intervenir por la fuerza en cualquier momento parar los "asesinatos de su pueblo".

"Hasta ahora esta misión ha surtido efecto, al menos parcialmente. Parece que se han detenido los ataques indiscriminados y, eventualmente, se ha producido algún repliegue. Pero el mensaje sigue siendo el mismo: mientras exista el riesgo de que Gadafi vuelva a atacar a su pueblo aplicaremos la fuerza necesaria para impedirlo", ha reiterado.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pedirá este martes luz verde al Congreso de los Diputados para que España contribuya a la zona de exclusión aérea sobre Libia durante un mes prorrogable y durante tres meses, también prorrogables, a la imposición de un embargo de armas al régimen de Muamar Gadafi.

Así lo ha adelantado el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, en declaraciones a los periodistas en Palma de Mallorca, horas antes de la comparecencia del presidente, que tendrá lugar a las 12 de la mañana.

Este mismo lunes, el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, ya había adelantado que la intención de Zapatero era la de pedir permiso para actuar en Libia durante unas semanas.