Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

En los últimos 25 años, los recursos hídricos en España han caído un 20%, según el informe que ha presentado Ecologistas en Acción en la cumbre del clima de París. La sequía es uno de los grandes problemas presentes y futuros de nuestro país. 

Santiago Marín Barajas, responsable de Agua de la ONG y coautor de S.O.S.: España se está quedando sin agua, nos da los detalles de su estudio. 

También hablamos con Nuria Hernández-Mora, socia de la Fundación Nueva Cultura del Agua, investigadora de la Universidad de Sevilla y experta en Gestión y Gobernanza de Recursos Hídricos, Análisis y Políticas Públicas (16/12/15).

Con una gran ovación se celebraba en París el primer acuerdo mundial de la historia contra el cambio climático. Casi 200 países se han comprometido a evitar que la temperatura del planeta suba más de dos grados a final de siglo e intentarán, incluso, que no supere el grado y medio. Todos aceptan reducir sus emisiones aunque el tratado no incluye medidas para obligarles legalmente a cumplir las metas que se han puesto. Los compromisos se revisarán cada cinco años y un fondo de 100.000 millones de euros ayudará a los más pobres a adaptarse a los nuevos retos.

“El proyecto de acuerdo que proponemos es diferenciado, justo, duradero, dinámico, equilibrado y jurídicamente vinculante”. Así resumía Laurent Fabius, ministro de Exteriores de Francia y presidente de la cumbre, el acuerdo contra el cambio climático alcanzado después de una larga noche de negociaciones, sobre todo entre los países más desarrollados, China e India. Horas después el texto era ratificado por el plenario de la cumbre. Nacía el primer pacto mundial por el clima.

Las organizaciones ecologistas, que han estado hasta el último momento pidiendo en las calles un texto ambicioso, creen que se han quedado muchas aspiraciones en el camino, pero que París es un punto de inflexión. Los ecologistas lamentan que no se hable de descarbonizar la economía o que se hayan eliminado metas intermedias, pero aplauden que los objetivos se revisen y que los gobiernos admitan que la temperatura del planeta no debería subir más de un grado y medio. Sus voces y las de muchos sectores se han oído durante estas dos semanas en París.

Dos grados. Es el aumento de la temperatura media que fija el acuerdo de París para nuestro planeta antes de que acabe el siglo. Aunque aspira a que no suba más de un grado y medio. Para conseguirlo, se necesita un pacto vinculante. Este lo es, con matices: los países que lo firmen se comprometen a combatir el calentamiento global. Ahora bien, cada uno establecerá su techo de reducción de las emisiones y los plazos, que se revisarán cada 5 años.

  • Obama: "Esto es enorme, casi todos los países acaban de suscribir el acuerdo"
  • Kerry: "Una victoria para el planeta y para las futuras generaciones"
  • Cameron: "Un gran paso para asegurar el futuro del planeta"
  • Hollande propone a quien quiera adelantar los compromisos
  • Arias Cañete: "hoy es tiempo para celebrar, mañana hay que actuar"
  • Lagarde pide "convertir las palabras en acciones"
  • Para China es un acuerdo "justo, ambicioso y equitativo"

La cumbre del clima de París (COP21) ha aprobado este sábado el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático, en el que cerca de 200 países, tanto desarrollados como en desarrollo, se comprometen de manera histórica a transitar de manera conjunta hacia una economía baja en carbono.

Los fenómenos climáticos extremos afectan, según la ONU, a más de 26 millones de personas que cada año se ven obligadas a abandonar sus casas. Por eso, en la cumbre de París, distintas organizaciones piden que se cree una figura legal la del "refugiado del clima". Los cambios de temperatura, las olas de calor, las inundaciones o las sequías van a hacer que los niños tengan más riesgo de desnutrición, de paludismo, de dengue. Más de 500 millones de niños viven en lugares donde las inundaciones son cada vez más habituales y otros 160 millones se exponen a sequías extremas.

Recta final de la cumbre del clima de París. Una cita a las que tanto los participantes como los ciudadanos están dando una importancia crucial, lo que no significa que en la mesa de negociaciones las cosas estén resultando sencillas. Hablamos con Florent Marcellesi, portavoz de Equo en el Parlamento Europeo.