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La Comisión Europea ha presentado hoy su propuesta para hacer frente al cambio climático. Un plan ambicioso que plantea, por ejemplo, que en 2035 no se matricule ningún coche que emita CO2. En 2030 se pretende que las renovables sean el 40% de las fuentes de energía. Así se avanzará a ese objetivo de reducir las emisiones un 50% con respecto a la de los años 90. Hemos analizado el plan con José Manuel Moreno, catedrático de Ecología y miembro del panel de expertos en cambio climático de la ONU. Es categórico. Dice que los europeos son objetivos necesarios y que hay que aplicarse cuanto antes: “El ritmo de destrucción del planeta ya estamos viendo las consecuencias que tiene. Hay que ponerse a ello”. El cambio de mentalidad considera que ya está en marcha y que ya no hay vuelta atrás: “No cambiar el esquema hará que vivamos peor. Hemos estado utilizando la naturaleza sin tener en cuenta las consecuencias. No podemos seguir así”, ha concluido.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha asegurado que desconocía la campaña el ministro de Consumo, Alberto Garzón, para reducir el consumo de carne. Garzón ha asegurado que su compañero en Agricultura sí estaba al tanto.

"No es en absoluto cierto, no tenía conocimiento de que se iba a lanzar esta campaña y lamento que se me utilice. Nno quiero entrar en polémica sobre este tema", ha dicho Planas en la SER.

Planas se refería al mensaje con vídeo de Garzón en el que recomendaba reducir el consumo de carne porque "perjudica a la salud y al planeta". El mensaje ha sido muy criticado por asociaciones de industrias cárnicas.

Planas pertenece al PSOE y Garzón a Unidas Podemos, ambos socios de coalición en el Gobierno.

Foto: EFE/Antonio Paz

Èrica Martínez, investigadora del instituto ISGlobal, un centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, ha explicado en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso que el cambio climático aumentará la mortalidad atribuible a las temperaturas en Europa si no se aplican medidas severas de mitigación. Según la investigación publicada en The Lancet Planetary Health, que ha analizado los datos de mortalidad y de temperatura registrados entre 1998 y 2012 en 16 países europeos, si no se frena el calentamiento global el aumento de muertes por calor superará al descenso de la mortalidad por frío, sobre todo en el arco Mediterráneo.

El calor ha matado a más de 500 personas en Norteamérica. En Canadá se han alcanzado en algunos puntos del país temperaturas de casi 50 grados. Los expertos avisan, estos episodios no son aislados, están relacionados con el uso descontrolado de los combustibles fósiles, y van a repetirse. Los científicos coinciden en que cuanto más se caliente el planeta, más se repetirán las olas de calor. "Hace un par de décadas era un fenómeno inusual", señala José Luis García, responsable del programa de Cambio Climático de Greenpeace. Piden rapidez y tomar "decisiones adecuadas" para frenar el cambio climático. Informa María Lladró.

Los expertos alertan de que si no actuamos para frenar el calentamiento global los fenómenos extremos van a ser cada vez más frecuentes, con graves consecuencias para el medio ambiente y la salud de las personas.

Situaciones como la de Canadá podrían llegar a ocurrir en España, y en zonas impensables. Las máximas registradas en nuestro país son de 47 grados en julio de 2017 en Córdoba. Dicen los expertos que los récords de temperaturas altas son más frecuentes que los de temperaturas bajas. El clima se está volviendo más extremo. En la ola de calor de 2003 fallecieron solo por golpes de calor 140 personas en España.

Canadá ha marcado este martes su temperatura más alta de la historia al alcanzar los 49,5 grados centígrados a causa de la extrema ola de calor que sufre Norteamérica, mientras la Policía ha informado de más de cien muertos. La zona más castigada es la frontera entre Canadá y Estados Unidos. La Columbia Británica, Alberta, Oregón y Washington. Hace tanto calor que en Portland se han habilitado centros de enfriamiento.

Foto: JIM WATSON / AFP

Veranos cada vez más cálidos y temporadas de incendios más largas son ingredientes cada vez más habituales en el Ártico. Y aun así durante el largo invierno en la región más fría del mundo...debajo de la nieve nos encontramos una desagradable sorpresa: los incendios zombies. En 'La Hora de la 1', y con ayuda de la realidad aumentada, hemos analizado el círculo "vicioso" del cambio climático y cómo se originan y qué son este tipo de fuegos.

El meteorólogo Martín Barreiro y la periodista Marina Ribel han explicado que reciben ese nombre porque se trata de incendios que, aunque parecen apagados permanecen en una fase latente. En la temporada de verano son cada vez más frecuentes los incendios. Acabado el verano llega la nieve y el frío riguroso de la zona y los incendios aparentemente desaparecen. Pero en realidad, si inspeccionásemos bajo tierra, nos encontraríamos capas activas. Los incendios se propagan por las capas internas, incluso por el permafrost, extendiéndose a grandes distancias. Se encuentran capas con gran capacidad para quemarse como la turba. Y en ocasiones encuentran una vía para salir de nuevo a la superficie, produciéndose un incendio espontáneo aparentemente de la “nada”. Además pueden extenderse o agravar incendios ya activos en la superficie, por no hablar de que la propia combustión emite CO2 en cantidades muy importantes. Algo, que por último, agrava el calentamiento global y es causa -a su vez- inicial del aumento de los incendios árticos.

Con José Luis García Varas, responsable del Programa Marino de WWF España, para comentar un informe que han publicado, recientemente, y que alerta sobre el impacto del calentamiento global en el Mediterráneo.

El ecocidio podría convertirse en nuevo crimen contra la humanidad. Un grupo de expertos y ONGs piden que la Corte Penal Internacional lo incluya como delito, para prevenir desastres medioambientales. El desastre del Prestige o de Aznalcóllar son claros ejemplos de esta destrucción masiva de uno o varios ecosistemas. Es un daño ilícito o arbitrario grave y duradero provocado contra el medio ambiente. Ahora un grupo de expertos y la campaña Spot Ecocidio pretenden que la Corte Penal Internacional lo considere un crimen internacional. El objetivo es prevenir este tipo de desastres, pero también que el daño deliberado que humanos, industrias o gobiernos causan a la naturaleza no quede impune.