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Juan Matías Gil, Coordinador General de MSF en Bosnia-Herzegovina, explica los problemas que una estancia tan larga a la intemperie provoca: "Probablemente el tema ocupacional sea uno de los más preocupantes. Estamos hablando de que en Velika Kladuša esta población vive en tiendas en un campo que el municipio ha cedido. Un campo que es muy precario a las afueras del municipio, cuando llueve se inunda y hace las condiciones bastantes lamentables. En canto al municipio de Bihać, gran parte de la gente se queda en un edificio abandonado de cinco pisos sin ventanas ni techo con filtraciones de agua, así que cada vez que llueve la situación se vuelve crítica. De cara al invierno, estos dos lugares no están preparados para soportar las bajas temperaturas que pueden descender de 0 °C".

Zamir es un niño afgano que se cobija junto a su familia en un edificio abandonado en Bihać, Bosnia Herzegovina, cerca de la frontera con Croacia. Quizás el verbo adecuado no sea "cobijar", puesto que en realidad, junto a ellos se hacinan más de 3.000 personas en esta construcción de cinco plantas en ruinas. Zamir y su familia forman parte del flujo de refugiados y migrantes que a través de la ruta de los Balcanes intentan llegar a un país donde lograr condiciones dignas de vida y un futuro. "Quiero ir al colegio, jugar al fútbol y ser médico", dice el niño, que junto a su familia lo ha intentado repetidas veces pero siempre es devuelto a este lugar, donde su vida se ha atascado. Lo dice con una sonrisa, a pesar de "hacer sido deportado 11 veces" desde Croacia, explica, y haber "caminado jornadas de 20 y 13 horas seguidas. Zamir lo dice sonriendo, porque él, a pesar de su corta vida de niño, ha conseguido entender que "no todo es malo". Eso dice: "todos los países", y también "las personas", añade, "tienen algo bueno y algo malo". Esta familia afgana forma parte de los 4.000 migrantes y refugiados que malviven en asentamientos y edificaciones en ruinas a lo largo de la frontera de Bosnia con Croacia. Ellos eligieron la ruta de los Balcanes, que alcanzó gran relevancia en la crisis de 2015, por ser la ruta terrestre elegida por este río de desesperados para alcanzar una vida mejor en Alemania, Bélgica o Francia.

  • Praljak se ha suicidado ante el Tribunal Penal de la Haya para la Antigua Yugoslavia
  • Se le ha condenado por deportaciones, tortura, violación y asesinatos de civiles
  • Fue uno de los militares croatas más destacados en la guerra de Bosnia
  • El puente de Mostar fue un símbolo de la convivencia entre musulmanes y cristianos

El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) ha sentenciado este miércoles al exmilitar serbobosnio Ratko Mladic a cadena perpetua como responsable de genocidio y crímenes de guerra.

El exmilitar serbiobosnio Ratko Mladic "compartía la intención" y "el objetivo criminal" de exterminar a los musulmanes durante la guerra en Bosnia (1992-1995), dice la sentencia

En Portada vuelve a Bosnia 20 años después de la guerra. El Stari Most o Puente Viejo de Mostar es el escenario principal de este reportaje donde diversos personajes nos muestran cómo el fantasma de la guerra sigue presente.