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El presidente estadounidense, Barack Obama, ha nominado al exsenador republicano y veterano de la guerra de Vietnam Chuck Hagel como su nuevo secretario de Defensa en sustitución de Leon Panetta. También ha nombrado a su consejero adjunto para Seguridad Nacional, John Brennan, como nuevo director de la CIA, la principal agencia de espionaje.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, nombrará previsiblemente este lunes al exsenador republicano Chuck Hagel como nuevo secretario de Defensa, según fuentes anónimas citadas por la agencia Reuters y medios de comunicación estadounidenses.

Hagel, exsenador por Nebraska y veterano de la guerra de Vietnam, es criticado por miembros de su propio partido, ya que se opuso a la guerra de Irak, ha votado en contra de las sanciones contra Irán y es visto como un tibio partidario de Israel. Hagel también se ha mostrado en ocasiones partidario de limitar el gasto militar.

Además, el supuesto candidato ha sido atacado por los grupos de defensa de los derechos de los homosexuales por unas declaraciones de 1998 en las que cuestionaba que un embajador "abierta y agresivamente gay" pudiera representar los intereses de su país. El mes pasado, Hagel pidió perdón por estas declaraciones que calificó de "insensibles".

Los recortes de impuestos establecidos por el Presidente Bush en 2001 y 2003 se harán permanentes para el 98% de los ciudadanos, los que ganan menos de 400.000 dólares al año para un individuo o 450.000 para una familia. Aunque ese techo es casi el doble de lo que quería el presidente Obama, la Ley es una indiscutible victoria de la Casa Blanca sobre el sector más conservador de los republicanos, el vinculado al Tea Party. Los impuestos de los más ricos pasan del 35% a un 39,6%, como estaban en tiempos del presidente Clinton.

Estados Unidos evitó hoy, en el último minuto, las temidas consecuencias del llamado "precipicio fiscal", con un acuerdo bipartidista que aumentará los ingresos del estado pero que aplaza las decisiones más difíciles sobre la reducción del gasto público y la deuda.

Por primera vez en veinte años, el Congreso estadounidense autorizó hoy finalmente con el apoyo de ambos partidos una subida de impuestos para los más ricos.

Destacados miembros republicanos en la Cámara de Representantes de EEUU reaccionaron hoy con duras críticas al preacuerdo alcanzado anoche entre la Casa Blanca y el Senado con el que se pretenden evitar los efectos del llamado "precipicio fiscal".

El número dos republicano en la Cámara, Eric Cantor, próximo al ultraconservador Tea Party, anunció que "no apoyará" el proyecto de ley, aunque no especificó si eso significa que votará en contra.

El presidente, John Boehner, todavía no ha convocado formalmente la votación sobre la propuesta de ley aprobada por los senadores.

Según Boehner, hay una "preocupación generalizada" entre los miembros de la Cámara por las lagunas en los recortes del gasto público dentro del proyecto de ley.

En una comparecencia ante los medios, la líder de la minoría demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi, insistió en que los estadounidenses se merecen que el "histórico compromiso bipartidista" de anoche sea sometido cuanto antes a votación en el órgano de la soberanía popular.

El pulso entre demócratas y republicanos se está librando hasta el final.... Apenas a unas horas de la medianoche, Obama anuncia que no hay acuerdo, pero casi. Al menos, para que las familias de clase media respiren tranquilas y sepan que no van a pagar más impuestos.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dicho que los republicanos y los demócratas ¿parece que han alcanzado un acuerdo¿ para evitar el denominado abismo fiscal, una serie de medidas que se pondrían en marcha automáticamente este 1 de enero.

Los principales líderes del Senado de EE.UU. avanzan a trompicones hacia un acuerdo que evite una subida de impuestos este martes, en una jornada marcada por concesiones de unos y otros y la intervención directa de la Casa Blanca. Al acercarse la hora cero para una subida de impuestos y masivos recortes del gasto público, escenario conocido como precipicio fiscal, ambos partidos expresaron optimismo sobre un pacto bipartidista, si bien las negociaciones a puerta cerrada sufrieron altibajos y corren peligro de descarrilar.

Los principales líderes del Senado de EE.UU. avanzan a trompicones hacia un acuerdo que evite una subida de impuestos este martes, en una jornada marcada por concesiones de unos y otros y la intervención directa de la Casa Blanca. Al acercarse la hora cero para una subida de impuestos y masivos recortes del gasto público, escenario conocido como precipicio fiscal, ambos partidos expresaron optimismo sobre un pacto bipartidista, si bien las negociaciones a puerta cerrada sufrieron altibajos y corren peligro de descarrilar.

Los líderes del Senado de Estados Unidos reanudaron hoy las negociaciones a puerta cerrada para un pacto que evite el "abismo fiscal" el martes próximo, pero la perspectiva de un acuerdo corre peligro ante las exigencias republicanas de recortes al gasto público, dijo a Efe una fuente legislativa. "Estábamos acercando posiciones, pero nos hemos topado con un gran punto muerto. Hubo avances para incrementar el tope de los ingresos salariales sujetos a los recortes tributarios y concesiones demócratas sobre los recortes de impuestos al patrimonio", explicó la fuente, que pidió el anonimato debido a la sensibilidad de las negociaciones.

Reunión extraordinaria de las cámaras en Estados Unidos este domingo para buscar una salida a lo que se ha dado en llamar abismo fiscal y a las graves consecuencias económicas que tendría. A poco más de un día para que se acabe el plazo, la posibilidad de un acuerdo sigue sin verse clara.