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El escritor Salman Rushdie presenta en RTVE su nuevo libro, Cuchillo, donde recoge, en forma de memorias, lo que sucedió durante el apuñalamiento del que fue víctima el 12 de agosto de 2022 en Chautauqua, en el estado de Nueva York, cuando iba a dar un discurso. Tras la publicación de Los versos satánicos en 1988 fue condenado a morir por el ayatolá Jomeini por blasfemia, viviendo durante décadas en la clandestinidad. En esta nueva obra no solo reflexiona acerca de lo que, según sus propias palabras, "vino del pasado", también sobre la importancia de luchar por la libertad de expresión para que el resto de las personas puedan disfrutar de ella.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado en el canal 24 horas que los tres cuerpos de los españoles víctimas de un ataque en Afganistán ya se encuentran en la capital, Kabul. Los turistas, de nacionalidad catalana, se encontraban de turismo en un mercado de la ciudad de Bamiyán. El ministro también ha explicado que hay un cuarto herido, del grupo de 6 personas, que ha sido operado en la capital y se encuentra en estado "grave", pero consciente. Ante esta situación, varios diplomáticos españoles viajan ya al país con el objetivo de gestionar la repatriación de los cuerpos. Albares también ha recalcado que el Gobierno no aconseja, ni aconsejaba, "bajo ningún concepto" viajar a Afganistán, desde que se tuvo que evacuar el país con el regreso de los talibanes.

El intento de asesinato del primer ministro eslovaco, Robert Fico, que ha sido intervenido de urgencia esta noche, ha sacudido a Europa. Mira Milosevich-Juaristi, investigadora principal para Rusia, Eurasia y los Balcanes del Real Instituto Elcano, ha expresado en Las mañanas de RNE que no vincularía este atentado directamente con la guerra de Ucrania. "Creo que es un ambiente donde el miedo a la incertidumbre y a las guerras, que están en las fronteras de Europa, es contagioso y que una reacción a ello puede ser imprevisible o muy violenta, como se ha visto en este caso", ha señalado.

Es el último de los ataques a políticos que se están produciendo y, a raíz de esto, surgen muchos debates sobre cómo reforzar la seguridad y la defensa en Europa, algo que podría tener consecuencias sobre la política. "Estamos rodeados de guerras, de unas elecciones en Estados Unidos y que tendrán consecuencias para la Unión Europea. Entonces, es un momento de alta vulnerabilidad interna por la polarización social, por el auge de los partidos populistas y de regímenes o gobiernos autócratas como Hungría o el propio Fico en Eslovaquia", ha destacado. Mira Milosevich-Juaristi ha insistido en que "la seguridad está en el primer punto del orden del día" de la Unión Europea, aunque señala que invertir más dinero en defensa y seguridad, "quita recursos para las ayudas sociales (…) Todos los elementos que componen el Estado de Bienestar". La investigadora afirma que "la percepción de nuestra seguridad está cambiando", a pesar de las diferencias entre los diferentes países de Europa: "Pero una cosa es despertarse y otra levantarse de la cama".

El primer ministro eslovaco, Robert Fico, se encuentra en estado muy grave tras recibir cuatro disparos, según ha confirmado el portavoz del Ministerio de Interior de Eslovaquia. Los hechos han tenido lugar tras abandonar una reunión del Gobierno este miércoles, en la ciudad de Handlova, en el centro del país, a 165 kilómetros de la capital, Bratislava.

El portavoz ha afirmado que el primer ministro ha sido víctima de un atentado. Los medios locales han informado que el mandatario ha sido trasladado de urgencia al hospital en un helicóptero tras el ataque. Un traslado que llevó bastante tiempo por la necesidad de un tratamiento intensivo.

Tras los atentados en Moscú de la semana pasada, atribuidos a ciudadanos de Tayikistán, muchos migrantes de esa y otras ex repúblicas soviéticas de Asia Central están saliendo de Rusia. Temen que aumenten la discriminación y los ataques que ya sufren en el país. Hacen los trabajos más duros en Rusia. Además de explotación y discriminación, los migrantes de Asia Central denuncian abusos y acoso de la policía.

Foto: Yaroslav Chingayev/Moscow News Agency via AP

Hace una semana del atentado yihadista que sacudió Moscú, dejando más de 140 muertos en la capital rusa. Perpetrado por el Estado Islámico de Jorasán, aunque Putin desde un primer momento apuntaba a Ucrania como país autor de la masacre. Ha estado en Las Mañanas de RNE José María Faraldo, historiador, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro ‘Sociedad Z. La Rusia de Vladimir Putin’, para analizar el contexto de este ataque.

Faraldo está convencido de que el señalamiento de Rusia a Ucrania como supuestos autores del atentado, primero como autores materiales, y luego como autores intelectuales, es una muestra de su “absoluta desesperación”. “El liderazgo ruso ha puesto tanto esfuerzo en destruir Ucrania que se le ha olvidado que tiene otros enemigos más cercanos. Están intentando ocultar de alguna manera ese error, esa falta de medios que habían puesto en la lucha contra el terrorismo”, explica el profesor. 

También alude a que los servicios de seguridad rusos están empeñados en eliminar toda resistencia y disidencia dentro de Rusia “y no tenían en su mirada qué estaba pasando con los terroristas o con los grupos de resistencias islámicas”, a pesar de que, según explica el profesor, varios países alertaran sobre un posible atentado en Moscú. Aunque se habla de que Putin ha proporcionado seguridad a los rusos y el presidente ha utilizado este argumento como bandera, Faraldo explica que "el gobierno de Putin es experto en crear realidades alternativas". El profesor argumenta que la inseguridad ciudadana está creciendo a pasos agigantados y que Putin ha conseguido dar una sensación de estabilidad que es "bastante falsa". Faraldo destaca que la sociedad rusa es una sociedad “que intenta dejar a un lado todo lo que tenga que ver con la guerra” e intenta no pensar en ello. Es una sociedad que "tiene miedo", pero no tienen ninguna respuesta ni posibilidades de cambiarlo: “La violencia en Rusia es algo, podríamos decir, endémico”, asegura.