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Las fuerzas armadas de la India y Pakistán han intercambiado disparos a lo largo de la Línea de Control que separa a los dos países vecinos. Estos enfrentamientos llegan días después del atentado en Cachemira, en el que murieron 26 personas y otras 17 resultaron heridas, la mayoría turistas indios. El Gobierno de Narendra Modi acusa a Islamabad de apoyar el “terrorismo transfronterizo”.

En una serie de crecientes represalias, India ha ordenado a sus ciudadanos regresar de Pakistán y ha suspendido los visados de los ciudadanos pakistaníes en este territorio. Aunque la medida que más ha escalado la situación ha sido la paralización de Nueva Delhi del Tratado de Aguas del Indo. Se trata de un acuerdo histórico para el reparto del agua entre las dos potencias nucleares, y es crucial para la agricultura pakistaní.

Por su parte, Pakistán ha respondido con medidas recíprocas y ha suspendido el comercio con la India. Cachemira ha estado dividida entre la India y Pakistán desde su independencia en 1947; ambos reclaman el territorio en su totalidad, pero gobiernan partes separadas del mismo, lo que ha generado tensiones persistentes que han degenerado en violencia con el paso de los años.

Al menos 28 personas han muerto y 17 han resultado heridas en un ataque cometido por varios milicianos propakistaníes contra un grupo de turistas en la región india de Cachemira. El grupo insurgente Resistencia de Cachemira se ha atribuido la responsabilidad del ataque en un mensaje en redes sociales. En el texto, han expresado su descontento por el asentamiento de más de 85.000 "forasteros" en la región, lo que ha provocado un "cambio demográfico".

El ministro de Defensa de la India, Rajnath Singh, ha asegurado que el Gobierno hindú responderá con contundencia al ataque armado. La región de Cachemira, la única de mayoría musulmana del país, ha sido testigo durante décadas de las luchas de militantes islamistas contra las fuerzas de seguridad. Esta zona es objeto de disputa entre la India y Pakistán, después de que ambos países se separaran del Imperio británico en 1947. Desde entonces, la India y Pakistán han librado varias guerras y enfrentamientos por el control de Cachemira.

Este sábado se cumplen 30 años del atentado contra José María Aznar. Un comando de ETA hizo explotar un coche bomba cuando pasaba con su vehículo oficial por una calle de Madrid. El entonces presidente del Partido Popular y líder de la oposición salió ileso, pero falleció una mujer de 73 años tras derrumbarse su casa. Su marido y otras 14 personas resultaron heridas. No fue la única vez que la banda terrorista trató de asesinarle. En 2001, durante la campaña de las elecciones vascas intentaron atacar el avión en el que viajaba con un lanzamisiles. pero nunca llegó a activarse. Foto: EFE/Oscar Moreno

Era un viernes por la noche y el restaurante estaba lleno cuando explotó una bomba cerca de la barra. El artefacto, que estaba dentro de una bolsa de deportes, hizo que el techo y las paredes del primer piso se desplomaran. Los bomberos descartaron rápidamente que fuera una explosión de gas porque las bombonas estaban intactas.

Al día siguiente varios grupos reivindicaron el ataque. Empezó a coger fuerza la hipótesis del atentado terrorista. El restaurante estaba muy cerca de la base aérea de Torrejón de Ardoz, donde en aquel momento había tropas americanas, y los soldados eran clientes habituales.

La Yihad Islámica era la principal sospechosa. La Audiencia Nacional archivó la investigación dos años después porque no encontraron a los responsables. En 2005 se reabrió la causa porque un testigo identificó a Mustafá Setmarian Nasar como uno de los autores. Pero 40 años después nadie ha sido juzgado por esta masacre que dejó 18 muertos y 85 heridos.

Foto: EFE/Mondelo

Austria sigue conmocionada. Durante la tarde del sábado, el pánico se apoderó del centro de la localidad de Villach, al sur del país. Pasadas las cuatro, un hombre armado con un cuchillo empezó a apuñalar indiscriminadamente a los transeúntes en medio de la calle.

Ante la escena del crimen, apareció un héroe inesperado. Al ver lo que estaba pasando, un repartidor de comida a domicilio decidió arrollar al atacante con su coche. La policía detenía al agresor poco después. Finalmente murió un joven de 14 años y otras cinco personas resultaron heridas.

El presunto asesino es un ciudadano sirio de 23 años con permiso de residencia y sin antecedentes. El ministro del interior austriaco, el conservador Gerhard Karner, lo ha calificado como "atacante islamista", confirmando su relación con el autoproclamado Estado Islámico

Este nuevo atentado perpetrado por un extranjero aviva el discurso xenófobo dentro de Europa. En Austria, la inmigración fue uno de los temas centrales de las pasadas elecciones legislativas, en las que la formación de ultraderecha Partido de la Libertad fue la que más apoyo obtuvo con el 29% de los votos, aunque todo apunta que no gobernarán, después de que esta semana fracasaran las negociaciones con los democristianos.

Foto: AP Photo/Darko Bandic