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Tras el apuñalamiento que acabó con la vida de tres personas en Solingen, Alemania, algunos vecinos de la zona se dicen inseguros, pero también indignados con el uso político del atentado que está haciendo la ultraderecha. Uno de cada cinco ciudadanos de Solingen nació fuera del país. Las autoridades apelan a la unidad de todos pero muchos sienten que el atentado ha abierto una herida por la que se cuelan el miedo y la división.

Foto: INA FASSBENDER / AFP

La localidad de Ripoll ha inaugurado este domingo un monumento con el nombre de las víctimas de los atentado de Las Ramblas de Barcelona y de Cambrils, que dejaron 16 muertos y más de 300 heridos.

En el acto, al que han asistido algunas de las víctimas de los atentado, como Iván Morales, que en el momento de los atentados tenía 10 años, se ha descubierto el monumento y, posteriormente, se ha hecho una ofrenda floral.

Israel ha atacado más de 20 escuelas en Gaza en tan solo un mes, a pesar de la condena internacional y la presión para alcanzar un acuerdo de alto el fuego. "Estos llamamientos internacionales no funcionan porque la retórica está vacía, no van acompañados de medidas concretas para poner fin al genocidio", denuncia Francesca Albanese, relatora especial de las Naciones Unidas sobre los territorios palestinos. "Es una vergüenza que la comunidad internacional continúe apoyando política y económicamente a Israel", expresa en el informativo '24 Horas Fin de semana'. Albanese asegura que "las Naciones Unidas tienen un problema muy serio en su interior", porque la influencia de países como Estados Unidos "no permiten hacer justicia". La relatora señala que no hay lugar seguro en Gaza desde el 7 de octubre y que el pueblo palestino está destinado a "un futuro de masacre". "Es un genocidio que no va a parar sin intervención internacional. La sociedad israelí está en una condición psicótica. Ahora las víctimas son los palestinos, pero, a largo plazo, los israelíes también van a pagar por este sistema horroroso".

La directora del Servicio Secreto de EE. UU., Kimberly Cheatle, ha admitido ante el Congreso que tanto ella como su agencia fracasaron tras el intento de asesinato del expresidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, durante un mitin el pasado 13 de julio en Pensilvania. Cheatle ha reconocido fallos en la seguridad para prevenir el ataque contra el expresidente. Ante las acusaciones de que el servicio secreto denegó más recursos a Trump, la directora aseguró que se había aumentado la seguridad antes del tiroteo. Pese a ello, se ha negado a dimitir tal y como le exigen tanto la mayoría de los republicanos como algunos demócratas.