Más de dos centenares de personas han muerto como consecuencia del terremoto de magnitud 7,7 en la escala Richter que sacudió este martes la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, según responsables locales.
Las versiones de las fuentes oficiales oscilan entre los 170 y los 210 muertos, pero se teme que la cifra siga aumentando, dada la gran potencia del seísmo, que ha llegado a sentirse a cientos de kilómetros de distancia y en los países vecinos.
El número de heridos podría superar los 300, ya que numerosas casas han quedado destruidas en una zona montañosa del distrito de Awaran, donde parecen concentrarse la mayoría de las víctimas.