'Luces de bohemia', de Ramón María del Valle-Inclán
- Una obra teatral imprescindible y de actualidad apabullante
- Juan Carlos Ortega recorre la noche como el personaje Max Estrella
- El autor inventó el esperpento, una deformación grotesca de la realidad
- Vemos los lenguajes del esperpento y cómo Valle Inclán los utiliza
- Y los muy reales y auténticos espejos deformantes del Callejón del Gato
- Luces de bohemia se emite el 13 de junio, a las 20.00 horas, en La 2
La mitad invisible
Un programa presentado Juan Carlos Ortega y dirigido por Blanca Flaquer que pretende descubrir la parte más desconocida de las obras de arte.
Cada sábado, a las 20.00 horas (excepto el primer sábado de cada mes) tenéis una cita con 'La mitad invisible' en La 2 de TVE
El protagonista de Luces de Bohemia, Max Estrella, es un personaje que nace de una persona: el poeta ciego Alejandro Sawa.
¿Persona o personaje?
Ramón María del Valle Inclán, Valle para los amigos, es una persona por supuesto, pero la imagen que nos ha quedado de él tiene más de personaje que de persona. Así nos lo decía su nieto Joaquín del Valle Inclán, que hablaba de una persona que se escondía, alguien muy desconocido.
“Lla imagen que nos ha quedado de él tiene más de personaje que de persona“
El actor y dramaturgo que nos acompañó durante el rodaje, Carlos Alvárez-Nóvoa, es una persona que ha interpretado en múltiples ocasiones a Max Estrella e incluso nos contaba que había llegado a “neurotizarse” con él.
Por eso, en este capítulo, reflexionamos sobre el límite entre persona y personaje.
El esperpento
En esta mitad invisible nos fijamos en una obra y a través de ella en su autor, pero también en las decenas de personajes creados por Valle Inclán.
“Logró retratar a través de un nuevo género, el esperpento, un momento concreto de la historia de España“
Muchos de ellos estaban basados en personas reales y así logró retratar a través de un nuevo género, el esperpento, un momento concreto de la historia de España.
El retrato de esta obra, que no vimos sobre un escenario hasta los años 70, es una descripción tan psicológica que hace que hoy muchas de sus frases sigan siendo actuales.
La reflexión, pues, está servida.
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